~"Serás Feliz, Dijo La Vida, Pero Antes Te Haré Fuerte"~
Pov. Scott
Después de despedirnos de Noah, nos marchamos ha trabajar, cada uno a lo nuestro como siempre. Hoy me toca ordenar las balas de heno, para que a la hora de repartir resulte más fácil.
Me dirijo al pequeño recinto que Jef había preparado específicamente para ello.
Me tiro la mayoría del tiempo pensando, en como puedo ordenarlos de tal forma que funcione, pero no voy ni por la mitad y ya me he hartado, así que decido tomarme un descanso.
Voy hacia los establos en busca de Jef, para informarle de mi descanso y el progreso que llevo, y me encuentro con algo inusual.Noah se esta riendo de Ian, quien se ha caído de culo intentado saltar unos obstáculos improvisados con troncos. No puedo evitar sonreír ante la escena. Pero aún así, me obligo a mí mismo a marcharme para seguir con mi búsqueda.
Diez minutos después sigo sin encontrarlo, he mirado en todas partes, y este sitio tampoco es tan grande como para haber desaparecido de ese modo tan extraño.
Mi móvil empieza a sonar en mi bolsillo avisando de que estoy recibiendo una llamada, la pantalla me indica claramente que la llamada es de Amanda.(Llamada telefónica)
-¿Sí?
- Hola, ¿Me has echado de menos?- me dice con la mayor voz seductora que puede llegar a poner.- Solo quería recordarte que lo de anoche fue espectacular.
- Hola Amanda. - respondo secamente, ignorando todo lo demás que ha dicho.
- ¿Tienes algo que hacer esta noche?
- Tenía pensado ir al bar 48, con los chicos, ¿Por qué lo preguntas?- le pregunto perfectamente sabiendo lo que quiere, como también sé que se va a unir al grupo.
- De acuerdo, nos vemos allí a las nueve y media cielo.
- Vale, hasta luego.
- Chao.
(Fin de la llamada.)
Volví al curro, y después de dos horas, conseguí por fin que el trabajo quedara impecable. Así que fui rápidamente a la entrada donde los demás, incluída Noah se reían de algo que desconocía.
-Hey, tíos a las nueve y media en el bar 48- les aviso.-Noah, tú también puedes venirte si quieres.
- De acuerdo chavales pues en una hora nos vemos allí.- dice John.
- Poneos sexys- dice Fred riendo.
/*Una hora más tarde/*
Sam a venido a recogerme, hoy me lo voy a pasar bien y en ese plan se incluye el alcohol, no pienso conducir si bebo.
Vamos de camino a la casa de Noah, Sam a insistido en ir recogerla, se nota que la cae bien, bueno a todos nos cae bien. No es la típica chica que se suele encontrar por aquí, y sé de sobra que el pervertido de Fred se la ha tirado varias veces con la mirada, aunque ella parece no darse cuenta nunca.Después de haberme despedido de todos, me había ido a mi casa a ducharme, y a debatir mentalmente que coño iba a ponerme. Al final opte por unos vaqueros rajados por las rodillas y una camisa, la cuál había dejado varios de sus botones abiertos dejando ver un poco de mi torso y el colgante con la bala de mi abuelo.
—Espero que Noah no sea de esas chicas que van.... ya sabes, muy sexys y provocativas.— dice Sam, rompiendo el silencio.— no quiero pegarme, por que se pasen de babosos con ella.
—Por lo poco que la conozco, no parece que sea así.
Pov. Noah
Después de despedirme de los chicos, Sam decidió llevarme a casa, y después también ir a recogerme. Tenía una hora para ducharme, arreglarme el pelo, maquillarme y decidir que ponerme.
Empecé con una ducha relajante y depilandome las piernas por si al final me decantaba por un vestido o una falda, después, arreglarme el pelo que decidí por dejarlo suelto pero con unos gruesos rizos en el, y por último el maquillaje sencillo que me apliqué, el cuál consistía en una base para tapar cualquier manchita de la piel, una raya gruesa con el lápiz de ojos tanto en el superior, como en el inferior, y acompañando por un pintalabios rojo.
Y por último me vestí, al final y después de diez minutos pensando me decidí por un vestido rojo q me llegaba un poquito más arriba de las rodillas, con escote en uve y la espalda al descubierto, era lo justo ni informal, ni formal. Me puse mis botines negros de tacón bajo, cogí la cartera, el móvil y unas deportivas por si me llegaran a doler los pies, lo metí todo en el bolso y baje.Y aquí me encontraba saliendo de mi casa justo en el momento en el que la camioneta de Sam, aparcaba delante de mí.
—Vaya, estás espectacular —me dice Sam, dándome un abrazo.
Y entonces baja Scott «Santa Virgen de la Papaya, tendría que ser ilegal que le quédase así lo que llevaba». Me quité rápidamente esos pensamientos de mi cabeza, las hormonas no me la juegan.
—Muñeca, estas que rompes—me dice con una sonrisa ladeada.
—Gracias chicos.
Dicho esto y después de meterle un breve repasito a Scott con la mirada, nos dirigimos a la próxima parada, el Bar 48.
No menos de quince minutos de trayecto, ya estamos entrando al bar y buscando a los demás, quiénes me saludan con los mismos comentarios que ya me habían dicho antes Sam y Scott.
Estamos hablando de como había ido el día en nuestros respectivos trabajos, y riéndonos de las anécdotas que nos estaba contando Sam de su tío, cuando una voz desconocida nos interrumpe.—Hola Scott, ¿Me hechabas de menos?— dice la chica pelinegra sentándose encima de Scott, como si no hubiera nadie más mirando.— Hola chicos, me alegra la vista volver a verlos— dice con una sonrisa seductora, justo antes de posarse en mi que justo hace que esa sonrisa se la quite de un plumazo— ¿Es que ahora os juntais con niñatas, que fingen ser mujeres de verdad?— dice mirándome con asco.
«Esto se va a poner interesante.»
Hola de nuevo devoradores de libros.
¿Qué tal vuestro sábado?
Sí, Amanda a hecho una aparición estrella.
¿Qué os a parecido Sam? Me lo imagino muy dulce, como el hermano protector y divertido de Noah.
En fin, como siempre un voto ayudaría.
Un besazo y hasta la próxima.😘😘
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En el reflejo de mis ojos
JugendliteraturTodo sucede por algo, el destino es así, nunca sabrás lo que te va a deparar. Sólo sé que pase lo que pase él es y será siempre el reflejo de mis ojos.