En el reflejo de mis ojos

Capítulo 7.

   ~"Si Las Cosas Fueran Fáciles, Serían                   Aburridas ¿No?"~

— Vale, pero si es desconfiado ¿no crees que pasará de mí?— le digo enarcando una ceja.

— Pero, si lo consigues nunca se separará de ti, será una amistad pura y real, sin intereses ni falsos sentimientos. Un amor entre jinete y caballo es inseparable.— me dice con ternura evidente en su mirada.

— Está bien.

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Pov. Wild

Después de que la niña y Jef me dejarán atrás, decidí seguirles y comprobar las intenciones de la nueva intrusa, lo único que sé es que será un verdadero incordio.

— Hermanito, ¿En qué piensa esa cabecita tuya?— me dice mi hermano dirigiendo su mirada a la niña.

— ¿Te fias de la nueva?

—Yo me fío de todo aquel que me haga cosquillas, y me de manzanas.— dice rascándose la oreja contra una rama— enserio, es que esto de rascarse contra una rama no me gusta.

Cuando regreso mi mirada, la niña ya no está «¿Dónde se ha metido?». Sin importarme lo más mínimo mi hermano me alejo en su busca.
En la valla no está, ni en las cuadras, miro a través de la ventana de la casa y tampoco. Me vuelvo a dirigir a la valla, seguro que algún miembro de la manada la ha visto alejarse.

— ¡River!— grito en cuanto diviso a mi amigo bebiendo del río. Pega un bote y se cae en el agua.

—¡Mierda, me he mojado entero!

—¿Has visto a la niña?— le pregunto impaciente.

— Sí, se ha llevado a tu madre hace cinco min....

No le dejo acabar por que salgo pitando. «Sino estaban en los establos, estarán en las duchas.»
Sigo corriendo con el corazón desbocado temiendo lo peor para mí madre, paso las primeras pistas donde los humanos suelen practicar con los mansos¹.
Y cuando llego, todo el susto desaparece, la esta limpiando las patas y las crines con sumo cuidado y cariño. Me acerco cautelosamente hacia ellas.

— Hola Wild, ¿Quieres agua?

La rechazo inmediatamente, al menos yo, porque como un rayo aparece mi hermano apartandome de un empujón y bebiendo del agua que ofrece la niña con una gran sonrisa.

—Y ¿Una manzana?— dice sacando una bolsa con al menos diez manzanas en ella. Miro a mí hermano y ya sé de inmediato que se lo ha ganado.
Apartando la mirada de la extraña pareja me dirijo a mí madre.

—Hijo mío, no todos son iguales, ten un poco de confianza, es una buena niña.— me dice y da una rápida mirada a mi hermano, quién recuesta la cabeza entre los brazos de Noah.

— Eso díselo a papá, que en paz descanse.— me giro y me voy de allí, pero antes de que pueda en prender alguien me agarra el cuello con un «¿Pañuelo?» bajo la mirada y ahí está la pequeña mirándome con una gran sonrisa.

—Tú te quedas aquí, ya sé que no confías en mí pero al menos deja que te lave, tienes barro en las patas.— me dice como si pudiera responderle.

Me lleva a los boxes donde se encuentran las duchas y me deja allí, al lado de mi madre quién me da una mirada que me lo dice todo «"te lo dije"» a lo que le contesto con un bufido.
No pasan ni cinco minutos, cuando vuelve con un montón de botes extraños.

—Hermano, la que te espera— dice divertido.

Cuando Noah deja todo a un lado, mira a mi hermano.

—Tú tampoco te vas a librar de mí Ian.— a lo que mi hermano se pone alerta.

Después de casi dos horas, entre tirones, jabones con aromas y muchos productos que dejé de contar hace tiempo, mi hermano y yo estamos impecables. Parece satisfecha con que nos hayamos dejado.

—¡Noah, tú madre está aquí!— le gritan. Es Scott y sus amigos, recuerdo que empezaron a trabajar hace tiempo aquí.

—¡Ya voy, espera un momento! —grita de vuelta ella. «Ni que fueran ciervos en celo para gritar de ese modo.»
Se da la vuelta y nos suelta.

—Hasta mañana chicos, que descanseis. — y dicho esto se marcha corriendo.

—Me cae bien— dice Ian.

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Pov. Noah

—Gracias por avisarme chicos— digo con una sonrisa.

— Un placer muñeca, te tendremos por aquí muy a menudo, así que hasta mañana— se despide y se marcha.

Voy corriendo a recibir a mi madre con un beso y un abrazo. Le enseñamos la casa y nos sentamos a cenar.

—Mamá, ha sido increíble, Jef tiene unos ejemplares espectaculares.— le digo con una gran sonrisa.

— Muchas gracias Noah, me gustaría que viniera más a menudo ya que ahora tiene algo entre manos.— le comenta Jef a mi madre.

— Y, ¿de que se trata?

— Estoy tratando de ganarme la confianza de un caballo salvaje.— termino de decir y ella se atraganta.

— Ni de broma, es muy peligroso acercarse a una bestia tan enorme, y más si es salvaje. De eso ni hablar.

Hola devoradores de libros.
¡Más de 100 lecturas, sois increíbles por eso va a ver maratón!💃💃

Muchas gracias por los votos y que sigáis esta novela.
Por cierto, a veces en algunos capítulos habrá palabras "extrañas" que marcare y pondré el significado o a lo que se refiere en cada capítulo (¹²³).
Como siempre un voto ayudaría.
Un besazo y hasta la próxima.😘😘

Manso¹: se refiere a los caballos que siguen las instrucciones de los humanos.