Capítulo 31

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Hola mis devoradores de libros, esté va a ser un capítulo especial. En la historia los "Pov." Han sido exclusivamente de los propios personajes pero en este capítulo, la narradora voy a ser yo misma. Si queréis hago especiales desde su punto de vista. Pero quería daros en este combate todas las vistas posibles de los personajes y de la propia escena. Espero que os guste.
Como siempre un voto ayudaría.
Un besazo y hasta la próxima.

Pov. Escritora

La escena cada vez era peor, peor para la pobre chica que era toda inquietud ante la barbarie de la que estaba a punto de ser testigo. Era cierto que ella estaba más que acostumbrada a presenciar tales actos, pero siempre era ella la que se jugaba el pellejo en cada combate, contra hombres que le sacaban una o dos cabezas. La que luego se tiraba dos o más días en cama sin poder moverse por los grandes hematomas que marcaban su cuerpo.
Ahora tenía que ver como alguien que le importaba se la jugaba.

Los demás muchachos sobre todo el más maduro de todos, Fred. Intentaban buscar una manera de intentar por todos los medios, encontrar una manera de salvar a su amigo. Interceptó la mirada de la pelirroja, aquella chica que según Jef  era algo tímida, pero que arrasó con todos los ideales del pequeño grupo de amigos, y de alguna forma inconscientemente había unido y fortalecido más esa amistad. Muchas veces habían hablado de ella en el trabajo o antes de las quedadas, y todos coincidían en algo. Esa chica era más fuerte de lo que ella misma creía.

Por la mirada supo que no había nada que hacer y que irremediablemente tendrían que esperar a que el combate terminara o a hablar con él entre asalto y asalto.

—¡Espero que hayáis hecho vuestras pujas, por que el combate va a empezar!—empieza a bocear el árbitro dando ánimos, a que el público enloqueciera y aplaudiera.

La campana suena, el sonido retumbando en cada esquina del gimnasio y también, en cada mente de los chicos.

Scott y su contrincante, empezaban a girar con la guardia alta.
No acabaron la última vuelta, cuando los golpes por parte del gorila empezaron a caer por cabeza y cuerpo de Scott, sin cesar uno tras otro, el joven solo podía seguir manteniendo la posición cubriendo su cabeza de los golpes que iba recibiendo.

El público enloquecida no para de gritar y de dar ánimos al joven para que aguantara, o para que al menos le llegarán la mitad de los golpes que recibía.
Los segundos parecían horas, y Scott seguía intentado aguantar, pues el trato no era ganar los combates sino aguantar tres asaltos sin ser tumbado. Quince mil dólares ganaría esa misma noche si resistía contra ese gorila, suficiente como para pagar todos los tratamientos y operaciones de su hermana.
Sonó el tan deseado final del primer asalto, y cada luchador se fue a su esquina para recibir consejos y un mínimo de atención médica.
Scott escupió sangre mezclada con agua en un cubo a su izquierda, tenía el labio inferior partido.

«Otra herida más, ya a mi jodido cuerpo.» pensaba mientras veía el líquido color vino en el cubo.

Volvió a sonar la campana, y el final fue mucho peor de lo que él llegaría a pensar.
Iba a terminar el segundo asalto cuando un leve desliz, terminó con un puñetazo que hizo crujir una de sus costillas, y un gancho en la mandíbula, derribandolo sin remedio.

A duras penas se levantaba, pero justo a tiempo para que acabara el segundo asalto. Los grandes guardaespaldas llevaban casi arrastras a Scott de vuelta otra vez a su silla en la esquina.

Noah, ya no podía soportarlo más, dio una rápida vista a los chicos y una sonrisa tranquilizadora a Fred. Se levanta de la silla y se dirige corriendo a donde Scott se encuentra sentado.

—¿Por qué haces esto? Para ya por favor te va a matar.—dice la chica aguantando los leves sollozos que salían de su garganta, mientras abrazaba a Scott por la espalda.

—Por mí hermana.

Pd: me encanta la canción de arriba, espero que os guste me he inspirado en los sentimientos de Scott. Y sí haré especial de esta escena.
¡¡Un besazo!!

En el reflejo de mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora