# CINCO

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– Es insoportable, petulante, mal humorado y hasta siento que lo odio. — me quejaba mientras arreglaba mi equipaje.

Me tumbe en la cama y lleve a mis labios a una pluma, para empezar con mi manía de mordisquearla hasta destruirla.

– Enserio, ¿Se puede tener un jefe más insoportable que el mío? Yo creo que no. Además, que se creé. ¿Mi papá?. ¡Patrañas!.

– Vaya, hace tiempo que no escuchaba esa palabra.— soltó de repente el Sr Vahamonde entrando en mi habitación— mientras yo me caía de cabeza de la cama mientras me rayaba parte de la cara con la pluma.

– ¡Rufián! — grite yo tratando de levantarme del suelo y sobando la parte afectada. — quedare más tonta de lo que ya soy.— mire directo a mi jefe quien se dedicaba a soltar sonoras carcajadas.

Vaya hombre, cuando reía se veía realmente agradable. — Pero que tonterías pienso.

– Salimos por la tarde, no quiero retrasos. — se giró hacia la puerta y yo rodé los ojos disgustada. – Debería respetar más a su jefe Srta Bell.— canturrea burlón.

– Y usted debería ser más amable con sus empleados y todos a su alrededor. — él voltea instantáneamente y yo caigo en la cuenta de lo que acabo de decir. – Yo... Emh, yo..— Me quedo muda, es inevitable para mi no refutar.

– Arregla tus cosas, te espero en treinta en el comedor de la terraza. Sé puntual. — termina de hablar y sale de mi habitación cerrando la puerta fuerte.

Cielos, que persona tan bipolar.

(***)

Y treinta minutos después de haber terminado mi equipaje. Me encuentro almorzando con mi jefe.— en la misma mesa, frente a frente.

Comía lo más tranquila que podía resistir bajo su intimidante mirada.

– Esto es inquietante. — suelto de repente causando que Vahamonde me mire sorprendido.– Bien, lo siento. Se que no he sido una excelente subordinada pero si una buena abogada, y también sé que me he metido en varios problemas durante el viaje... Pero sería mucho pedir, ¿Qué no me mire como si fuese un criminal?

Él se queda en silencio, toma una postura derecha y suspira un poco.

Solo quería preguntarte qué te parecía el almuerzo. — lo dijo lo más tranquilo que pudo— lo cual sonó totalmente frío.

Bien, creo que nunca entenderé a este hombre.

–Bueno en ese caso... No es el terminó medio que pedí.

El sonrío un poco y yo rodé los ojos.

En definitiva, no lograré entenderlo.








Alexandra Cuevas.❤🙌

MI JEFE ES UN PERFECTO Imbécil.|COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora