#TREINTA Y UNO

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Spin off Las mentiras que dijimos.

Por si tenías dudas de lo que había pasado con Nay y Chris, son personajes de otra novela pero para que no te quedes con la duda y también porque ellos saldrán en otro capitulo de esta historia. Aquí esta.


Chris estaba atorado en el tráfico de Manhattan, llevaba 15 minutos ahí y no avanzaba nada se sentía exasperado. Había dejado a sus compañeros sin avisar, quizá se molestarían con el. Pero no más que el consigo mismo.

Se había prometido que no la buscaría más porque ella no lo amaba de la misma manera que el lo hacía, pero allí estaba yendo a evitar que se fuese del país sin el, o por lo menos verla una última vez, ya había pasado mas de un mes desde que se había mudado de su departamento y rentaba el suyo propio. Entre los ensayos y después las funciones, las entrevistas empezaba a figurar más y las personas no dejaban de preguntarle por su relación por la gran empresaria Naydelin Knight.

--¿Podría tomar algún atajo? ya se estaba desesperando más de la cuenta, si algo había aprendido de su falsa ex novia era la exasperación y la gran falta de la paciencia.

--Lo siento joven, estamos atrapados aquí.

--¿A cuantas cuadras queda el aeropuerto? —el conductor se quedó pensando unos segundos.

--Unas 16 cuadras quizá.

Le entregó veinte dólares y salió del taxi. Corrió por la vereda lo más rápido que pudo, nunca había corrido tan rápido en su vida a los veinte seis años. Pero la recordaba a ella, sus ojos azules casi grises y sus largos cabellos negros. Su hermosa silueta con la que durmió largas noches ese año.

Jadeaba, ya había alcanzado cinco cuadras quizá y le llegó la posibilidad de que llegaría tarde como siempre lo hacia cuando se trataba de Nay involucrada, quizá si la hubiese conocido antes de Simon, antes que Casper si quizá las cosas hubiesen sido diferentes.

La primera vez que se encontraron ella semi desnuda en aquel callejón huyendo de la policía tras la desastrosa fiesta el día que llegó Dan, su antiguo amigo y que resultó ser el primo de Nay y su co-presidenta de la empresa que habían fundado juntos. Si no hubieran corrido a un bar, sino a una banca o a un restaurante, no se habrían embriagado y no se habrían embriagado y no se habrían acostado para no recordar casi nada al día siguiente.

A ella borracha no se le habría ocurrido hacer un contrato donde estipulaba que por un año ellos tendrían una relación falsa, ella le pagaría por los servicios e impulsaría su carrera. Entonces no se habría sentido tentado a firmar aquel papel que ya había vencido para ellos.

Pasó otras cinco cuadras, se sintió sin fuerzas jadeaba. Siquiera se había quitado el atuendo que usó para la obra como Hamlet, se río histéricamente más por todo lo que estaba pensando mientras corría como desesperado tratando de alcanzarla una vez más durante ese largo año, una vez más se dijo. Una última vez.

"Duda que ardan los astros, duda que se mueva el sol duda que haya verdad, más no dudes de mi amor".

Eso lo hacía reír porque mientras decía aquellas palabras en el escenario no podía dejar de buscarla en la audiencia rogando porque ella las escuchara. Pero al pasar las semanas ni una sola vez la había visto. Sin embargo ya estaba ahí frente al aeropuerto, volviéndose histérico corrió tras las puerta entonces fue como alguna alucinación que la vio subiendo las escaleras eléctricas.

--NAYDELIN – gritó fuerte tanto como su agitada respiración le permitió.

Los ojos de ella buscaron la voz que la había llamado y su corazón se detuvo al ver a Hamlet, bueno a Chris vestido de él. No se movía de su lugar, estaba transpirado y respiraba agitadamente. Al llegar al segundo piso, volvió a tomar las escaleras hacia abajo y bajó corriendo por ellas.

Verlo tras semana en que había mirado su primera presentación hizo estrujarle el corazón.

--¿Qué haces aquí? – fue lo primero que le dijo al estar frente a él.

--Persiguiéndote Nay, como lo he hecho todo este año. Seguirte y suplicar que me ames.

Parecía estarse recuperando, el tomó la botella de agua que ella traía en su mano, Nay lo observaba también con el corazón martilleándole el tórax.

--No suplicas, me pides que lo haga y yo he tratado...

Sintió como sus palabras tiraban de el hacia atrás, pero ella tomó su mano húmeda por el sudor. – Pero no tienes que pedírmelo más Chris, porque yo te amo, y fue idiota al tratar de creer que no lo hacia y mas idiota al decirte que no lo hacía.

Chris suspiró pesadamente tratando de entender todo lo que la pelinegra de ojos azules grises decía lo que siempre soñó que le dijera. Siquiera tras sus vacaciones en Panamá ella había cedido. Pero estaba frente a el, sin retractarse sino siendo sincera.

--¿Hablas enserio? —su voz sonó casi como un susurro que ella escuchó a la perfección.

--OH VAMOS, BESENSE YA—gritó un anciano que veía la escena, junto otros en el aeropuerto. – Estos jóvenes que tratan de recrear escenas de películas y no lo hacen bien.

Nay no dejó que más los presionaran y se lanzó a los brazos de su actor sexy, ya siendo completamente de el por fin. Se sintió segura de sus sentimientos como siempre había querido sentirse con el.

--Ámame de vuelta, ámame con fuerza.

El la envolvió con fuerza amándola de la manera más gentil y sincera que quería mostrarle a ella, la chica fría con los sentimientos mas liosos de la que se había enamorado ese último año.

Fin del especial.















Así es, hemos llegado al fin😭💔
En mi opinión me ha gustado el final, un povo de faltas ortográficas, pero bueno...
Diganme que les pareció.
Aun falta el epílogo no se desesperen, lo tendre antes de navidad espero😁❤
Muchisimas gracias a todos los que han llegado hasta el final, se los agradezco. Gracias por este año de diversión, por darse el tiempo de conocer a los personajes de esta historia.
Espero que les haya gustado leerla tanto como a mi me gustó escribirla.

Nos leemos pronto❤

MI JEFE ES UN PERFECTO Imbécil.|COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora