#EXTRA.

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Desperté por los chillidos de una chica en la habitación de al lado, las risas me hicieron ponerme de malas, como casi nunca despertaba.

Jolines.

--Basta Nick – volvió a reír entre murmullos –Acabamos de ducharnos y tengo que irme.

Me levanté de la cama y salí con solo boxers hacia la cocina, pero al parecer mi oído estaba fallando porque no estaban en la habitación de al lado sino en la cocina encima de la encimera casi desnudos ambos.

--Por las leyes de Newton —Vociferé alto, Nick asomó la cabeza de entre el pecho de la morena que tenia las piernas abiertas para Nick.

--Ester, te ve veo después. —la morena repasó en mí y después asintió no sin sonreírme para salir por la puerta.

--Creí que teníamos un acuerdo Pemberton.

Se sirvió una taza de café y después me pasó otra mí, descafeinado sin azúcar, con una cucharada de crema de almendras.

--Disculpe joven Vahamonde, no sabía que habías vuelto al apartamento. – Le restó importancia y se fue a poner unos calzoncillos. --¿Cómo estuvo la cena familiar?, tuve que quedarme horas extra a la investigación de Joseph.

Suspiré y comencé a picar algo de fruta para desayunar, debía estar en la academia en una hora, no sabía si quería asistir con lo que había pasado ayer.

--Como siempre, mamá llegó algo tarde y papá no había descongelado el pollo por ver el partido. Addi regresó con mamá con un ojo morado y Ada no sacó su cabeza de un libro de Neruda, Casey no pudo llegar por la universidad, Darice y su esposo al final fueron los que salvaron la cena con un estofado que a mamá le encantó.

Mi familia era un caos cuando todos nos reuníamos, por eso prefería quedarme a hacer mis deberes y pasar la noche en casa del tío Nick, además me gustaba resolver casos con el.

--Te dejé el caso de Joseph en tu mesa de noche, cuando descubras algo me avisas. Tengo que ir a la oficina, pero nos vemos en el almuerzo.

Ya con su habitual traje me robó una manzana y salió del apartamento no sin antes revolver más mi revoltoso cabello.

Una hora más tarde me dirigía al colegio, no era un colegio normal al que asistía desde que había cumplido siete, mis padres me hicieron pruebas cuando descubrieron que era un superdotado. Lo cual yo había descubierto a los cuatro junto a Nick, KolB Collage. No era la gran cosa porque aun cuando estaba especializado para personas como yo lo que enseñaban los profesores yo ya lo había aprendido años atrás, pero era divertido pasar las clases de física dando explicando junto a la Srta Mosby.

--Vaya, pero si es el genio prodigio.

--Cállate Walt. – un prodigio y mi mejor amigo, junto a TT y Holland, mi equipo de investigación.

Claro que Nick no sabe que ellos también ayudan a cerrar los casos que el me da, somos un equipo pero el tío aun no se entera, ni mi madre porque es algo histérica cuando de la seguridad de sus bebes se trata, palabras de ella.

--Tengo un nuevo caso y solo tenemos hasta mañana para resolverlo, tenemos examen de lengua.

Yo era bueno para la física y las matemáticas, Walt para el lenguaje y tenia memoria fotográfica, Holland y TT eran unos genios en la tecnología tenían ofertas de la nasa para ser parte de sus ingenieros. Pero todos nosotros teníamos algo en común y era que a pesar de lo superdotados que podíamos ser, nos gustaba llevar nuestra vida normal.

O por lo menos lo más que podíamos llevarla.

Nos adentramos en nuestro club de investigación donde pasábamos más horas que en clases, Walt y yo analizábamos el comportamiento del ex convicto y poníamos la información clave en el pizarrón con marcador rojo encerrábamos los puntos muertos.

MI JEFE ES UN PERFECTO Imbécil.|COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora