Make No Mistake • H.S {Libro 1}

"La persona equivocada"

MADILYN'S POV

7.45am.

Si existía algo que odiaba aún más que tener que despertarme tan temprano era no haber podido dormir en toda la noche. O algo así, más bien pude cerrar los ojos por algunos momentos que creí eternos pero no, tan solo 10 minutos de la ultima vez que había visto el reloj de mi celular. Y así a lo largo de la madrugada fui repasando mis pensamientos uno por uno, buscándole una explicación  concreta a al menos uno de ellos, pero fue en vano. Hoy era el día de la gran decición para Modest. Hoy era un día de mierda para mi y si pudiera patear a todos y a todo lo haría con tal de demostrar que no soy un robot al que ellos debían controlar. Sin embargo ahí estaba sentada fuera de la oficina de John, esperando por el resto de los involucrados, como una perra fiel que jamás moldería la mano de quien le da de comer. Basura. Solo basura. Recosté mi cabeza en el asiento mientras miraba el techo ¿Qué hubiera sucedido si nunca hubiera puesto tanto empeño en conseguir esto? Si no me hubiera esforzado tanto en ser así de famosa ¿Realmente estaría debatiendo entre mis sueños y mis pesadillas? Supongo que no. Y siempre me detengo cuando me doy cuenta que conseguí mucho más de lo que en verdad quería tener. Quizás yo era la única culpable de todo lo que me sucedía, por no saber cuando poner un alto, por no parar cuando había superado el límite. Pero ¿Existía alguna persona capaz de detener a la fama cuando esta te envolvía por completo? 

Lo único que se es que desearía ser esa persona.

Los pasos en el pasillo me hicieron volver a esa asquerosa realidad. Niall, Liam y Ayelen caminaban hacia mi o mejor dicho hacia los asientos frente a mi. Louis y Zayn seguian sus pasos junto a Jessica. Perfecto. Esto era ahora un espectáculo libre y gratuito, algo que me molestaba demasiado, por lo que no pude evitar murmurar al verlos llegar.

— Bingo — Solté lo suficientemente despacio pero con la certeza de que lo escucharían. Conseguí sus pesadas miradas sobre mi, pero aun así nadie dijo ni una palabra. Olvidaba que seguían enfadados por alguna estúpida razón como creer que yo había engañado a Zayn con Harry. Sin dudas eran ellos quienes olvidan el pequeño detalle de que Zayn y yo jamás fuimos novios reales. Error.

En medio de todo ese incómodo momento, de toda esa densa atmósfera,  su presencia entrando al pasillo obligó a que todos fijemos nuestra atención en él, en sus lentos pasos, en sus manos en los bolsillos de esos viejos jeans negros, en su cabello despeinado a propósito, en todos esos detalles que lo hacían técnicamente hermoso. Y no significa que esté perdidamente enamorada de él, aunque sea la opción más cercana. Harry sin quererlo y sin buscarlo lograba que todas las personas a su alrededor quisieran algo de él, por más mínimo que fuera. Su atención, su estilo, su foto, su belleza, su voz, sus abrazos, incluso su amor. Se sentó en silencio, lejos de todos, apretando sus manos con nerviosismo y con intervalos de enredar los dedos en su cabello para alborotarlo aún más. Suspiré. Había sido una larga semana llena de trabajo, llena de todas esas cosas banales en donde fingimos ser felices frente a miles de personas que creen saber todo sobre nosotros pero aún así no saben cuanto sufrimos en el interior. Toda una semana sin si quiera poder acercarme a él y preguntarle como había estado su día por más que supiera la respuesta. Y es ilógico porque aun tengo en mi celular las pruebas de que fui yo quien le pidió ese espacio, esa distancia entre los dos, no tenia porque culpar a Modest esta vez. Pero aún así lo hacía, porque era mucho más fácil que admitir que quizás necesitaba a Harry más de lo que podría imaginar.

Niall y Liam hablaban entre ellos acerca de lo que odiaban tener que levantarse temprano después de un día de arduo trabajo y por mi mente sólo se repetía la frase "¿Y quién les dijo que ustedes debían estar aquí hoy?" pero la guardé sólo para mi. Debía admitir que en la lista, por cierto bastante larga, de cosas que odiaba esta era una de ellas: las personas que se involucraban en temas que no eran de su incumbencia. Juraría que estuve a punto de controlar mis palabras, estuve muy cerca de comportarme como una persona correcta y amable, pero me fue imposible fallar ante la molesta voz de Ayelen diciendo "El problema es que si ella dijera la verdad todo sería más fácil y nadie sufriría". Golpeé mis rodillas con furia mientras me sentaba correctamente.