HARRY'S POV
El ruido y las luces de las sirenas fueron simples complementos para esa fría noche. Corrí hacia todo ese tumulto de gente y autos que estaban alrededor de la escena, quizás la que jamás esperé presenciar, la que jamás pedí. Y es en momentos como ese, en que la realidad cae sobre ti y te entierra en un profundo hoyo en el fondo de tus más terribles pensamientos. Es cuando todo lo que creías doloroso en tu vida, te demuestra que aún existe más dolor que enfrentar en este camino. El auto (destrozado) de Madilyn era una bomba en medio de mi mundo, esas bombas que explotan y destruyen todo a su paso, de imprevisto, tomándote por sorpresa, dejándote un gran vacio, dejándote solo ruinas. Los policías intentaron frenarme, pero al verme, se que sintieron lástima y tan solo se limitaban a dejarme pasar, por entremedio de vidrios rotos y frenadas aún marcadas con furia en el semento. Cuando una ambulancia llegó a una velocidad increíble, abriéndose paso por entre ese cerco de policías, al fin divisé una camilla, al fin encontré a Mady. Los enfermeros la llevaban a toda marcha hacia el vehículo. Me acerqué y emupujé a todos, solo para estar cerca de ella. Comencé a avanzar junto a la camilla, tomado de su mano congelada. Y fue en ese contacto en que me di cuenta de lo que sucedía, en el que compredí la gravedad del asunto. Uno de los médicos, presionaba con fuerzas el respirador contra su lastimado rostro, y aunque fuera casi imposible entre tanto movimiento, pude sentir su débil pulso al sostener su mano.
— ¿Tú vas a viajar en la ambulancia? — Me preguntó el enfermero a mi izquierda.
Tan solo asentí sin decir ni una palabra. Sin sacarle los ojos de encima a Mady. Al verla necesitaba asegurarme que siguiera con vida, que aún diera indicios de estar aquí, conmigo. Así que me metí en el transporte junto a ella y sólo me dediqué a acariciar su cabello rubio y rojo sangre. No podía dejar de mirarla, dejar de pensar en todas las cosas que le diría, en todas las cosas que ya había dicho, en todas las cosas que no dije. Y simplemente me era imposible no llorar, porque no solo me dolía verla así, también me daba miedo perderla, me daba miedo no volver a ver esos ojos azules, me daba miedo no volver a escuchar su voz, su risa, su llanto. Me daba miedo sentir ese miedo.
— Harry. — Escuché su voz en un susurro. — Harry.
Sus ojos azules eran casi rojos. Su voz era casi imperceptible. Pero al fin de cuentas, no importaba, porque era ella, era volver a verla.
— Tranquila princesa. Todo va a estar bien. — Intenté consolarla, porque sabía que estaba sufriendo, sabía que estaba tan golpeada que a penas podía respirar.
— Harry. — Volvió a nombrarme, pero antes de que yo pueda decir algo, me interrumpió — Si, quiero.
La observé sin comprender.
— ¿Qué es lo que quieres hermosa?
— Casarme contigo. — Confesó casi sin aire.
Sonreí entre lágrimas, porque entendí que ni si quiera estás cosas del destino podían separarnos. Toqué el bolsillo dentro de mi traje, aun llevaba en él la pequeña caja con el anillo. Lo saqué de su estuche y lo coloqué en su dedo anular con extrema suavidad. Sus ojos brillaron más que nunca, y aunque no pude ver su sonrisa detrás de la máscara de oxigeno, se que estaba haciéndolo. Se que estaba feliz.
—Perdón por tener que esperar a esto — Hizo una larga pausa en donde le respiró con mucha dificultad. Presioné su mano — para decírtelo por primera vez. — Concluyó
— ¿de que hablas? — Pregunté y antes de que terminara la frase, respondió.
— Te amo. Te amo.
Y fue, en toda nuestra historia, la primera vez en que Madilyn me dijo esas dos simples, pero tan importantes, palabras "Te amo". Al fin, después de tantos años, de tantas idas y vueltas, de tantas veces en que todo se incendió y volvió a nacer, después de tanto sufrimiento y tanta felicidad, Ella me dijo lo que esperaba oír desde el primer día en que la conocí. Me amaba y no necesitaba saber más que eso.
— Yo también te amo, y así será para siempre. — Tomé su mano otra vez, sus dedos se entrelazaron con los míos. — ¿Juntos?
— Juntos. — Respondió antes de volver a cerrar los ojos.
Llegamos al hospital y la trasladaron directamente hacia la sala de urgencias. No solo tenía varias fracturas y cortes, si no que también muchos de sus órganos habían sufrido golpes internos y a causa de eso, estaban aún comprometidos. Pero los médicos fueron optimistas y prometieron hacer todo lo que pudieran para salvarla. Sólo quedaba sentarme a esperar, sólo, en ese largo pasillo de la sala de espera.
— ¡Harry! — La voz de Zayn me hizo volver al mundo. — ¿Cómo está Madilyn?.
— Mal. — Respondí, porque no me salía ninguna otra palabra.
Niall, Liam y Louis llegaron detrás de él preguntando lo mismo. Obtuvieron la misma respuesta de mi parte.
— Pero pronto estará bien — Liam fue optimista golpeando mi hombro.
— Madilyn es una mujer muy fuerte — Louis continuó con su discurso de buenas vibras.
— Que ha superado muchas cosas. — Niall finalizó eso que parecía una frase que habían pensado durante el trayecto hasta aquí, y dividieron en partes para saber que decir en momentos como este.
Agradecí su apoyo moral asintiendo ante sus palabras.
— ¿Dónde está Hazel? — Pregunté en un momento de lucidez.
— Con Lauren, la hermana de Mady. — Zayn respondió.
— ¿Le han dicho lo del accidente?
— Si, Sophia y el resto de las chicas se han encargado de eso. — Liam me tranquilizó — Pero la convencieron de que lo mejor era esperar por las novedades médicas en su casa, todas juntas, junto a Hazel.
— Bien. — Contesté y guardé silencio.
Ningún sonido salía de mi boca. No podía hablar, porque si lo hacía, sabía que lloraría, y si lloraba estaría demostrándole al destino que había ganado esta batalla, cuando en verdad aún no estaba dicha la última palabra. Las horas comenzaron a correr y el tiempo comenzó a correrme a mi también. Me sentía en un laberinto sin final, en donde solo corría y corría tratando de alcanzar a Madilyn, y aun que muchas fueran mis fuerzas y empeño, jamás lo lograba. Una. Dos. Tres horas pasaron hasta que el doctor salió de la sala de emergencias, llamando a uno de los familiares. Dí el primer paso para acercarme, pero alguna razón que jamás pude percibir, pero Zayn si, hizo que él me tomara del brazo empujándome con suavidad hacia atrás.
— Yo iré por ti. — Dijo y no comprendí el porque en ese momento, pero accedí de todas formas.
El médico lo apartó unos cuantos metros de nosotros. Habló unos largos minutos hasta que finalmente Zayn se acercó de vuelta. Me adelanté al resto, ansioso por las novedades. Sin embargo, a pesar de mi entusiasmo, algo en el rostro de Zayn transmitía lo contrario. Algo en su expresión decía que no estaba preparado para oír lo que tenía que decir, pero jamás se atrevió.
— ¿Qué sucede, Zayn?
— Harry. — Hizo una pausa y su mirada, que siempre era firme y segura, se volvió cristalina y llena de dolor.
— No.
— Los médicos hicieron todo lo posible pero...
— No. — Lo interrumpí y comencé a caminar hacia la sala de urgencias. Pero él interceptó mi paso.
— ¡Harry! ¡Harry! ¡Solo escucha! — Me tomó por los brazos — Mírame.
Y la pausa entre ambos se volvió eterna. Sus ojos lo decían todo
— No. Zayn. No — Repetí negándome a mi mismo la realidad.
— Lo siento mucho.
No hacían falta más palabras, no hacían falta más detalles, no hacía falta nada más, porque todo estaba dicho, todo estaba escrito, todo había terminado.
Y esta vez, para siempre.

ESTÁS LEYENDO
Make No Mistake • H.S {Libro 1}
FanficEl día en que Madilyn decidió luchar por su sueño de ser cantante nunca creyó que llegaría el momento en que hubiera deseado jamás alcanzar su meta. La fama puede transformarse en el camino a ser recordada por siempre, o su más oscuro y terrible fin...