Make No Mistake • H.S {Libro 1}

"Lo que dice tu corazón"

HARRY'S POV

Los viajes en ascensor nunca fueron mis favoritos, mucho menos si se trata de compartirlos con gente desconocida, en un espacio reducido, desde el ultimo al primer piso de un edificio de 20. No. No era para nada genial. Generalmente debía pasar ese lapso de tiempo firmando autografos, filmando videos y entregando parte de mis pertenencias para las hijas o hijos de cada una de esas personas. Al principio era agradable, luego fue raro y hoy era escalofriante el simple hecho de sentir que yo era una especie de objeto o de lugar turistico del que todos querian llevarse un recuerdo, una prueba de que estuvieron a mi lado. No me concideraba especial, seguía siendo ese simple chico de Cheshire que había cumplido su sueño ¿Qué era lo que me hacía diferente al resto de los mortales?

Recordé esa charla a las 3am que tuvimos con Madilyn no hacía mucho tiempo atras. 'Odio ser famoso' Confesé esa noche repentinamente, ella me observó y comenzó a reir. 'No odias ser famoso, odias la fama' dijo antes de cerrar sus ojos y dormirse abrazando ese pequeño libro de tapa celeste del que nunca puede despegarse. Jamás comprendí su punto. No existía difrencia alguna entre esas dos palabras. La fama te hacia famoso, y aunque suene más como un tonto juego de vocablos, esa era la realidad. Sin embargo ella parecía tener otro concepto, otra forma de ver las cosas. Quizás algún día pueda entender como se es famoso sin fama. O viceversa.

Presioné el botón del ascensor y esperé unos segundos a que las puertas se cerraran. Creí que por primera vez podría tener un viaje tranquilo, sin que nadie me llene de preguntas, ni de flashes ni de celulares filmando hasta lo más profundo de mi ser. Suspiré resignado al entender que eso no sería posible ya que el ascensor se detuvo en el piso 5. Las puertas se abrieron y al menos la companía no sería tan tediosa. Liam y Niall subieron y me saludaron con un choque de manos. Las puertas volvieron a cerrarse.

— ¿Cómo has estado Harry? — Liam preguntó y levanté los hombros al responder.

— Normal. ¿Y tu?

— Igual.

Sonreí y permanecí callado. Sería en vano decir que nos conocíamos tanto entre los 5 que a esta altura del juego no hacía falta aclarar que siempre fui alguien de pocas palabras, o mejor dicho, solo me dedicaba a hablar lo justo y necesario. Nada de más. Nada de menos.

Niall sacó de su bolsillo un paquete de galletas y comenzó a comer. El silencio de pronto se transformó en el ruido de su mandibula chocando contra su crujiente merienda. El tic-toc del reloj de Liam se unió a la orquesta de sonidos junto a los leves golpes de mi pie contra el suelo.

— ¡Oh dios! ¡No lo aguanto! ¡Harry! ¿Por qué jamás nos contastes que eras gay? Es que ¿No confías en nosotros? Vamos Styles ¡Somos tus hermanos! ¿O tienes algun problema con eso? ¿Es conmigo verdad? ¿No despierto en ti la confianza necesaria para que me cuentes algo asi? ¿Es eso? Disculpa. Disculpa si alguna vez te he hecho sentir mal. No fue mi intención. Lo juro. Es que-

— ¡Woh, woh! ¡Liam! — Atajé la lluvia de palabras que salían frenéticamente de su boca. — ¿Quién te dijo que eso?

— ¡No fue Niall! — Gritó intentando defender lo indefendible.

— ¡Liam! ¡Te dije que era un secreto! — Niall lo regañó y toda mi atención se fijó en él.

— ¡Niall!

— Lo siento Harry. Pero. Liam. Liam me obligó.

— No seas embustero Horan. Anoche entraste a mi habitación gritando que Harry era gay.

Golpé mi cara con ambas manos. Ellos solo siguieron discutiendo acerca de quien había abierto primero la boca. No pretendía seguir escuchandolos, porque a medida que lo hacía más me preocupaba el hecho de no saber como poder controlar esta mentira que iba creciendo como una bola de nieve que comienza a rodar desde la cima de la montaña más alta. Insignificante al principio, destruyendo todo a su paso al final.