Capítulo 57

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Capítulo 57

El resto de las vacaciones de verano, Harry se dedicó a los asuntos familiares y a su pequeña familia, mientras disfrutaba de las atenciones que le daba su esposo a causa del embarazo.

Cuando Harry estaba ocupado, Severus pasaba tiempo con su hijo y su padre, recuperando el tiempo perdido.

El día de la reunión de los Potter amaneció con el cielo gris.

-¿Bajamos a desayunar? -le preguntó Severus a su marido mientras tomaba a su hijo en brazos.

-Adelántate, tengo que hacer unas cosas primero -dijo Harry sin importancia.

-Esta bien -le dio un beso-, pero no tardes.

-No te preocupes.

Severus y Sev bajaron hasta el comedor donde todos los demás estaban reunidos.

-Buenos días -saludó dejando a Sev en su silla.

-Buenos días. ¿Y Harry? -preguntó Euphemia.

-Ahora bajará. Ha dicho que tenía que hacer unas cosas primero.

Euphemia inclinó la cabeza pensativa.

-¿Cómo iba vestido? -inquirió.

-¿Eh? -Severus la miró confuso-. Como siempre.

Euphemia se puso de pie.

-¡Harry Potter! -llamó enfadada antes de desaparecer.

Godric y Salazar se rieron de las acciones de su nieta.

-¿Qué ha pasado? -preguntó Helga.

-No hace falta que contestéis -dijo Rowena resignada-. Seguro que está intentando lo mismo que hizo Godric antes de su primera reunión.

-Seguramente -dijo Salazar-. No sería la primera vez que lo hace.

-Está claro que ese chico es idéntico a vosotros.

En eso vieron aparecer a Euphemia y traía a Harry cogido de la oreja.

-Ay, abuela eso duele -se quejó mientras seguía a su abuela hasta su silla.

Euphemia lo soltó y lo obligó a sentarse.

Harry se frotó su lastimada oreja mientras veía a su abuela tomar asiento.

-Nunca más, Harry.

-Pero si no hacia nada, tan solo iba a ir a dar un pequeño paseo -dijo inocente.

-¿Saliendo por la ventana? -preguntó con falsa dulzura.

Severus, Ron y Hermione lo miraron incrédulos.

Harry se encogió de hombros.

-Bueno, más de una vez he salido por la ventana.

-No me vengas con esas, Harry. Tienes obligaciones que cumplir.

-Estúpidas obligaciones.

Euphemia suspiró.

-Desayuna, que en unas horas empezaran a llegar.

Poco antes de las 10, todos fueron a la sala de reuniones en donde Harry se acercó a lo que parecía una especie de trono ante una gran mesa rectangular. De ahí cogió una túnica ricamente bordada que vistió y que para su suerte ocultaba su embarazo. Se sentó en el trono y acarició la espada que estaba en una vaina acoplada al trono.

Ron, Hermione y Severus veían a Harry extrañados, pero ante una indicación de Euphemia, se sentaron a los lados de Harry. Luego ella y los fundadores de Hogwarts se sentaron de tras de sus respectivos miembros.

La venganza puede ser buenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora