Capítulo 31

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Capítulo 31

Era bien entrada la noche cuando Harry se despertó sobresaltado. Tan brusco fue su despertar, que Severus se despertó.

-¿Harry? -Severus se sentó junto a Harry-. ¿Qué te pasa?

-Yo...

Harry respiraba agitadamente, casi estaba jadeando para tomar aire.

Preocupado, Severus lo besó y le insufló aire en los pulmones. Cuando se separaron, lo miró.

-¿Estás mejor?

-Si.

-¿Qué ha pasado?

Harry lo agarró de un brazo.

-Vas a quedarte conmigo, ¿verdad?

-Claro que lo voy a hacer, no voy a dejarte en este estado.

-No. ¿Me quieres? ¿Te quedarás conmigo para siempre?

-Por supuesto que si. -Severus lo abrazó al ver el miedo en los ojos de Harry. -Te amo y te necesito como al aire que respiro. Te prometí que nunca más te dejaría. ¿Qué te pasa, mi amor?

-No lo se, pero no me dejes.

Después de esa súplica, Harry y Severus se quedaron despiertos el resto de la noche. Harry se paseaba por la habitación de un lado otro; a veces acariciaba a su hijo, que dormía; otras se quedaba frente a la ventana mirando hacia el jardín.

Cuando amaneció, seguía inquieto, pero se cambió de ropa y se ocupó de su hijo. Al bajar con Severus y su hijo, Ron y Hermione lo miraron con preocupación. Se acercaron a él y lo apartaron del resto.

-Harry, ¿estás bien? -le preguntó Hermione poniéndole una mano en la frente.

-Si.

-Estás muy pálido.

-He estado despierto toda la noche.

-¿Por qué? -preguntó Ron.

-Me desperté en medio de la noche y no he podido volver a dormir. No he dejado de dar vueltas; incluso Severus se quedó despierto conmigo.

Ron se puso serio y miró en dirección a Severus, quien los miraba curioso.

-Tú, ven aquí ahora.

Sin molestarse por el tono de Ron, se acercó al pequeño grupo y tomó la mano de Harry.

-¿Qué pasa?

-No estarás pensando en hacerle algo a Harry, ¿no? -le preguntó amenazadoramente.

-No. Pienso casarme con él y cuidarlo junto a nuestros hijos. ¿Por qué lo preguntas?

-La última vez que Harry se despertó en medio de la noche y se puso a dar vueltas, fue la noche antes de que lo abandonaras.

-No me lo habíais contado -les recriminó Hermione.

-Pensábamos que era por los nervios que tenía por ver a Severus -explicó Harry.

-Pero ahora, sabiendo los antecedentes de tu abuela... -dijo Ron.

-Es posible que fuese una especie de premonición -concluyó Hermione.

-Yo no voy a dejar a Harry y ya se lo he asegurado.

-Es mejor no preocuparse por esto -dijo Harry-. Seguramente no fue nada.

-De acuerdo, pero a la mínima que pase algo nos lo dices -dijo Hermione.

-Está bien. Ahora vayamos a desayunar, que el bebé y yo tenemos hambre.

Tras la conversación, fueron a la mesa a desayunar con los demás.

La venganza puede ser buenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora