"Sometimes it's not the End"

Capítulo Cinco Parte I

Meses después

Ese verano llegó a Corea. El vuelo había sido lo suficiente agotador pero era lo menos que le importaba. Kim Jaejoong estaba ahí por una sola razón y era vengarse de la persona que mató a sus padres. Hacía dos meses no habría sabido quien era Jung Sang Woo, es más estaría ocupado en su nuevo trabajo como abogado corporativo en un bufete reconocido de NY, y apenas hacía unos días antes se enteraría de él. Aquel hombre era el culpable de todo. Sus padres adoptivos, a quienes a veces les llamaba padres, le habían contado la verdad sobre el accidente en la fábrica de sus padres. Ellos pensaban que era mejor que él supiera la verdad para así poder dejar atrás el pasado, perdonar y continuar con su vida. Jaejoong no reaccionó de la forma que esperaban, y a cambio escucharía todo y se iría casi tirando la puerta. Tres días después se encontraba comprando un boleto a Seúl. Su necesidad de corroborar lo que le dijeron se hacía apremiante. Buscó en internet sobre aquel hombre en páginas americanas pero apenas había algunas notas que hablaban de él. Y unas cuantas más sobre su único hijo y como este había revolucionado el mercado internacional. No les tomo importancia y no las abrió. En páginas coreanas se hablaban del excelente trabajo que estaba haciendo aquel hijo heredero, que regresaba a su país después de mucho además de tener que afrontar la grave situación de su padre. Decían que la salud del presidente estaba muy delicada.

¿Cómo podría empezar su venganza contra ese hombre? Si ahora estaba delicado de salud...

Jaejoong ciertamente no era de las personas que se aprovecharían de ello para su propio beneficio pero tendría que pensar en algo más.

Tal vez... vengarme mediante su único hijo. No sería mala idea. Tendría que pensarlo bien por ahora me debería concentrar en otros asuntos.

Menudo aprieto pues antes de viajar tuvo que dejar su buen remunerado empleo en NY.

Tal vez nunca tenga una oportunidad de otro trabajo como ese en toda mi vida...

Era de esos pocos trabajos en los que te sientes a gusto con el ambiente laboral, la presión que es relativamente manejable, los compañeros y la oficina propia. En fin todo eso debería quedar en el pasado. Tuvo que despedirse rápido de sus compañeros de cuarto: Geun Suk y Changmin. A quienes no les explicó bien lo que haría al otro lado del mundo. Lo que si les hizo saber era que si no lo hacía sería muy difícil estar tranquilo nuevamente. No se sentiría bien con él mismo. Por ello se iba, y cruzaba la mitad del mundo.

Había tomado un taxi y le diría que lo lleve a un buen hotel. Sin muchos lujos pero cómodo. Así lo hizo, poco después Jaejoong se sorprendió al ver un hotel muy bonito, grande y cuadras antes pudo ver centros comerciales. Pagó al taxista y en seguida tomó sus maletas y pasó por la puerta giratoria. Al llegar al lobby cayó en cuenta de que el lugar era en efecto muy bonito, limpio y concurrido. Frente a él se encontraba con la recepción, se dirigió hasta ahí y con perfecto coreano le diría a la señorita que atendía que quería una habitación cómoda. Algo simple. Cuando por fin le dieron las llaves, un botones se acercó para llevar sus cuatro maletas, puesto que el llevaba un bolso cruzado en su pecho. Lo guiaron hasta su habitación y ahí se quedó observando la vista. Mientras el botones descargaba el equipaje. Jaejoong le pagó por sus servicios y este le agradeció. Poco después se fue. Dejaría su bolso sobre un pequeño mueble de la sala, y pronto se acercó a los ventanales para ver a la calle. Recordó que debía de hacer una llamada telefónica y se sentó en la cama. Tomó el teléfono de la mesita de noche y se comunicó con la operadora. Pidió hacer una llamada internacional por cobrar a América. De inmediato la operadora lo comunicó con el número que él deseaba. Hasta entonces su tío no sabía dónde se encontraba. Y le informaría de su situación más no de sus planes.