Jaejoong se deshace de los brazos de Yunho. Y por ende del beso, no puede evitar molestarse ante aquel acto imprudente. La cara de Yunho de desconcierto lo decía todo, y lo veía como si no lo llegará a reconocer. Esto no estaba nada bien. Nada bien. Pronto se apresuró a irse antes de que Yunho dijera algo o hiciera algo para detenerlo. Prácticamente salió furioso del lugar. Sabía que Yunho no lo detendría, pues no lo creía capaz de perseguirlo hasta su propia oficina. En efecto Yunho no lo hizo. Cuando llegó a su oficina a penas y se pudo concentrar. Leía una y otra vez el mismo párrafo pero nada podía quitarle de la mente aquel beso robado de Yunho.
¡Maldición! ¿Cómo era posible que esto me estuviese pasando?
Casi de inmediato se encontraba inmerso en sus propios pensamientos y recuerdos todos sobre Yunho. Estaba realmente molesto por su comportamiento, pues nada podía hacer cuando a Yunho se le ocurría hacer algo para desencajarlo. Sabía que estaba a merced de Yunho.
¡Mierda! ¡Que se joda Yunho!
Se suponía que era Yunho, quién tuviese que estar a sus pies. Nuevamente trataba de alejar los pensamientos, recuerdos y todo lo que tenía que ver con Yunho de su mente. Tomaba las carpetas con archivos de su escritorio y las leería una por una. No podía. Entonces recordó una vez en la que Yunho y él tendrían su primer beso. Desde ese día nada entre ellos volvió a ser igual.
FLASHBACK
Ese día Geun Suk y Changmin habían preparado una fiesta sorpresa por el cumpleaños de Jaejoong. La fiesta se llevaría a cabo en un bar exclusivo. El plan de aquellos dos era simple, solo tendrían que engañar a Jaejoong para que asista con ellos a un "restaurante" y poco después lo llevarían al bar en dónde lo estaría esperando Yunho. Lo hacían porque era el último año de Yunho en la universidad, y se habían visto muy poco en las últimas semanas. Era evidente que ambos se extrañaban pero lo disimulaban muy bien. Solo sus amigos más cercanos sabían que no podían estar tanto tiempo sin verse. Para ello reservaron una zona especial solo para dos. Ese sería su regalo sólo para verlos felices nuevamente.
Cuando Jaejoong llegó al lugar acordado, se quedó asombrado al ver que estaban en un bar. Aquel lugar estaba muy de moda por ese tiempo, aceptó entrar con ellos a pesar de no estar de humor para celebrar su propio cumpleaños. Pronto se sintió caminando solo por un gran pasillo iluminado que daba hacia una gran puerta. No entendía como pero se sentía algo nervioso. Una de sus manos se adelantó para abrir aquella puerta. Lo primero que vio fue a Yunho de espaldas, estaba viendo los ventanales con una mano apoyada en la pared y con la otra tendría una copa de vino. Llevaba puesto una camisa blanca que se ajustaba perfectamente a su torso tonificado, y un pantalón negro, semi-ajustado que dejaba ver su perfecto trasero, caía hasta los tobillos con unos mocasines casuales azul marino y blancos en los laterales. Así era como Yunho siempre se vestía, siempre mezclaba lo casual con lo formal que lo hacía lucir muy varonil. Cualquier persona que lo hubiese visto fácilmente podría perder el aliento pero Jaejoong no podía darse ese gusto. Pues hasta ese entonces eran solo amigos. Estuvo un momento inmerso en la silueta de aquel hombre hasta que él se percató de su presencia. Yunho se giró, llevaba la copa a sus labios para tomar un sorbo de su vino, aún tendría los labios húmedos por el último trago. Abrió los ojos como si estuviese viendo una aparición. De inmediato caminó al encuentro de Jaejoong. Lo abrazó de la manera más tierna y dulce que nadie lo había hecho. Jaejoong pudo ver una sonrisa cálida y sincera en los labios de Yunho.
En esos momentos, cuando Yunho lo abrazó, Jaejoong no pudo ver más su rostro pero algo le decía que él seguía con aquella sonrisa. La verdad era que Yunho estaba a punto de soltar algunas lágrimas. Lo había extrañado tanto en todas estas semanas que verlo frente a él lo hacía sentirse demasiado feliz. Abrazar a Jaejoong se sentía tan bien, sentía que debía de protegerlo además de las inmensas ganas que tenía de besarlo. Pasados unos minutos Yunho se deshizo del abrazo de mala gana pues sentía las orejas de Jaejoong quemar contra su rostro. Luego tomaría el rostro sonrojado de Jaejoong con ambas manos y se acercó. Instintivamente Jaejoong cerró los ojos, y Yunho pudo ver sus deliciosos labios rosados que pedían un beso pero no lo haría así. A cambio le daría un beso en la frente pues la esclava en su mano había de recordarle su compromiso. No sería apropiado besarlo sin decirle aquello. Aún no. Los sentimientos que invadían la mente y el corazón de Yunho eran relativamente nuevos, hacía unas semanas, cuando Jaejoong no estuvo a su lado, se dio cuenta de que lo quería más que como un simple amigo. Había despertado en él sentimientos de amor. Yunho no sabría que Jaejoong estaba demasiado avergonzado. Para Jaejoong el comportamiento de Yunho nunca fue "común" y ahora en esos momentos era más evidente. Nunca podría admitir que lo amaba, no cuando Yunho lo consideraba como un amigo, es por ello que le sorprendía verlo ahí. En lo que parecía ser una cena romántica.
Poco después Yunho irrumpió sus pensamientos, para decirle que se siente; lo ayudó con la silla. Jaejoong no sabía que pensar, todo esto era tan raro. Lo que sí estaba claro era que todo esto solo era para dos, las velas, la comida, los tragos, las flores, y demás. Observaba con inquietud e incredulidad el comportamiento de Yunho. Nunca antes alguien había hecho algo así por él. Estaba seguro que todo esto era posible por la ayuda de Geun Suk y Changmin.
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"Sometimes it's not the End"
Fanfiction"Hay situaciones que a veces no podemos controlar y solo nos queda dejarnos llevar por el destino". Cuando Kim Jaejoong conoce a Yunho, ni siquiera le parece un tipo agradable pero este poco a poco se va ganando su confianza y por ende su amistad...