Capítulo Doce

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Tres días después,

Yunho no había intentado buscar a Jaejoong. Y eso lo estaba desesperando, los estaba desesperando a ambos. Con la sola diferencia de que Jaejoong jamás lo admitiría. Yunho pudo haber ido a verlo aquella noche, pero la llamada de su madre lo detuvo, estaba preocupada y le exigía la verdad. Ante eso no tuvo más que decirle la verdad sobre la condición de su padre. Ella no parecía querer decir mucho al respecto, estuvo callada escuchando todo lo dicho por su hijo. Después de aquella llamada no recibió otra de su madre. Yunho estaba convencido de que tal vez su madre se sentía intranquila y molesta con el tema. Por ello no llamaba. Cuando él intentaba comunicarse con ella. Simplemente la llamada no entraba. Lo que no sospechaba era que su padre estuvo preparando todo para su viaje a Corea. Y su vuelo arribaría hoy por la noche. Yunho por su lado estuvo trabajando en el grupo Jung muy diligentemente. Había veces en las que se topaba con Jaejoong y quería acercarse para tocarlo pero entonces venía a su mente la promesa que se hicieron. Incluso no se apareció más por la cafetería solo para darle espacio. Aún no había conversado con Jiyeon de cancelar su compromiso. No sabía cuáles serían las palabras correctas para no herirla. Bueno no tanto, necesitaba ser paciente y esperar a que la ocasión se diese. Lo haría por el amor que le tenía a Jaejoong. No le importaba que el grupo y todos los bienes de su padre quedarán en manos de Do Jin. Pues quien mejor que él para administrar todo lo de su padre. Supliría su lugar como hijo y heredero. Yunho pensaba en Do Jin como el hermano mayor que nunca tuvo, por lo menos si él le fallaba a su padre podía contar con que Do Jin jamás haría lo mismo. Después de todo había estado años al servicio de su padre. Era su mano derecha que mejor prueba de que su padre confiaba plenamente en aquel hombre. Ese día se la pasó todo el día en su oficina. Y para lo único que salió fue para pedir a su secretaria por favor le pidiese algo para almorzar. Luego entraría a su oficina, estuvo viendo los ventanales por un tiempo. La puerta sonó, alguien quería pasar, en seguida aceptó. Giró su silla. Dudo por unos instantes, no podía creerlo, estaba Jaejoong frente a él. Parpadeó unos instantes y entonces se levantó. Se dirigió a Jaejoong y lo abrazó. Al hacerlo pudo sentir su suave fragancia, como necesitó sentirlo, enredó sus dedos por los cabellos de él. Lo estuvo acariciando. Jaejoong no pronunció ni una sola palabra hasta que él lo hizo.

Amor, no sabes cuánto desee tenerte así... -Inhaló la fragancia de Jaejoong-

Yunho, yo he venido porque quiero ver a tu padre. Me prometiste que lo iríamos a ver pero como no te contactaste conmigo -se detuvo- decidí venir a verte... solo por eso. -seguían abrazados-

Saliendo del trabajo podemos ir. ¿Estás de acuerdo? Amor. -una sonrisa se dibujaba en su rostro-

Está bien. -Estaba disfrutando del abrazo-

Yunho se alejó para luego tomar su rostro entre sus manos y lo besó. Jaejoong había querido besarlo desde que entró en aquella oficina. Aquel beso era tierno y suave.

No, esto no está bien...

Se deshizo del agarre de Yunho, y por ende del beso. Yunho hizo un ruido como forma de protesta.

Jaejoong... ¿Qué acaso no me extrañaste? -Hacía un puchero-

Sí, sí te extrañé pero... -bajó su tono de voz- no deberíamos de hacer esto. Solo llevamos tres días sin... -no podía continuar-

De no tener sexo, amor. -Seguía con su puchero- yo te quiero sentir entre mis brazos... -le lanzó una mirada sexy-

Será mejor que me marche, antes de darte ideas... -se dio cuenta de sus palabras-

Ah... así que no solo extrañabas verme sino que también extrañabas mis caricias en la cama. -Tenía una mirada atrevida-

Jaejoong se quedó helado, estuvo inmóvil un momento, quería irse pero algo no se lo permitía. Yunho se acercó y lo abrazó por detrás. Se acercó lo suficiente para susurrar a su oído.

"Sometimes it's not the End"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora