Meridian un reino Mágico vive en completa paz y armonía hasta que cierto día cae sobre él una desgracia, invasores de otro mundo llegan a perturbar la paz en busca de una venganza. Su rey tras varios años de vivir escondido en el mundo humano le enc...
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—He traído un poco de ropa para el viaje, me parece que sería algo incómodo que viajaras con ese vestido—
—Te lo agradezco mucho— tome las prendas en mis manos.
—Le pedí a una de las chicas que me prestaran un traje para ti, no sé si te quedara pero de cualquier manera esperare a que estés lista— se dio media vuelta para salir de la carpa, pero se detuvo en la salida— ¿Lacie?—
—Dime— respondí con curiosidad.
—No, nada, te espero afuera— salió dejando la pregunta en el aire y debo admitir que eso me dejo un poco desilusionada.
Deje de pensar en eso pues no había tiempo que perder, quite con prisa el vestido que traía puesto y fije mi vista en las prendas que estaban en la pequeña cama esperando a ser usadas, no puedo decir que eran de mal gusto, por el contrario me parecían, como decirlo, peculiares, admitiendo que sería algo que yo usaría para viajar, sin embargo probablemente en este mundo solo tenían disponible prendas de ese estilo, así que dando un suspiro de resignación las tome en mis manos y las coloque en mi cuerpo de manera apresurada.
Cuando termine de vestirme fui a verme al espejo que tenían colocado en un rincón, estaba completamente insegura de que ese atuendo fuera favorecedor para mí, sabía que no era el momento de preocuparme por mi aspecto pero no quería lucir mal, no al menos delante de ese chico. Me observe por varios minutos, no estaba nada mal, una blusa sin mangas y una capucha para tapar mi cabeza, un pantalón ligero y guantes para cubrir mis manos, todo en tono café, de verdad que no estaba nada mal, hasta me gusto el aspecto misterioso que me daba, pero no tenía zapatos para ponerme, así que decidí buscar a Donghae para pedirle unos.
Al salir de la carpa vi un mundo nuevo ante mis ojos, rodeados de enormes árboles estaba el campamento del que me hablaron, algunas fogatas aún seguían encendidas, muy pocas personas se encontraban fuera, todos vestían un poco similar a la ropa que ahora usaba, por lo visto aún era de madrugada y eso explicaba el frio que me recibió en cuanto abandone mi refugio, comenzaba a arrepentirme de no esperar en el calor de la carpa.
Seguí buscando a Donghae entre el silencio del bosque, como un acto de reflejo abrace mi cuerpo para darme un poco de calor, a lo lejos pude ver a dos personas discutiendo mientras una de ellas preparaba un caballo con una silla, me acerque en silencio un poco curiosa por saber que decían, puesto que se veía a la chica un poco molesta. Al acercarme vi a Eunhyuk suspirar desesperado mientras intentaba ignorar a la chica que gritaba con demasiada fuerza.
—No entiendo porque Donghae se va a llevar a esa chica, es ridículo, además acaba de llegar— gritaba la chica.
—Yo también iré, Donghae no estará solo— contesto Eunhyuk algo molesto.
