Meridian un reino Mágico vive en completa paz y armonía hasta que cierto día cae sobre él una desgracia, invasores de otro mundo llegan a perturbar la paz en busca de una venganza. Su rey tras varios años de vivir escondido en el mundo humano le enc...
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Después de descubrir que Rizelle estaba detrás de los ataques los guerreros se encontraban ante un dilema, para detener a los aldeanos, que estaban controlados, necesitaban dejarlos fuera de combate solamente que no tenían la intención de lastimarlos ya que eran incapaces de controlar sus actos. El primero en actuar fue el impulsivo Sungmin que tras un ataque de viento logro hacer retroceder a los aldeanos.
—Necesitaran más que eso para detener mi ataque— tras un movimiento en la mano de Rizelle, más personas comenzaron a aparecer ante los chicos. —Tengo curiosidad de ver como resuelven esto—
—Chrono son demasiados— Sungmin parecía preocupado al ver la cantidad de sujetos controlados por la togabito. — ¿Qué debemos hacer? —
—No tenemos más opción que luchar— dicho eso el capitán del ejército se abalanzo contra los atacantes. —Sean amables con ellos—
Abriéndose paso en la pequeña calle los guerreros se encontraban en una feroz batalla cuerpo a cuerpo, los superaban en número más no en fuerza; el joven príncipe se adelantó en la formación con un objetivo en la mente, llegar a la togabito y terminar con ella de un golpe. Su espada solo bloqueaba las demás armas, realmente era bueno en combate y no daba aperturas para tomar ventaja.
Por otro lado el guardia real trataba de alcanzar a su protegido pero le fue imposible al verse interceptado por tres de los cazadores que de inmediato le bloquearon el paso. Después de propinarle a uno de ellos un golpe directo en el rostro el individuo cae inconsciente dejándolo fuera de combate por un largo tiempo; irguió su espada y ataco al segundo de ellos suministrándole una patada en el estómago sofocándolo momentáneamente, como no tenía mucho tiempo que perder usó uno de los elementos que dominaba, el viento, una visible ráfaga emano de su espada y la direcciono a los hombres que tenía frente a él escuchó como algo se rompía y ambos cayeron inconscientes frente a sus ojos.
No tenía tiempo de investigar acerca de ese sonido así que en cuanto se vio libre corrió detrás de Kyuhyun que avanzaba a paso firme hasta Rizelle; en otro punto Chrono lidiaba con más problemas, algunas mujeres lo tenían sujeto de ambas piernas impidiendo sus movimientos, otros más tomaron sus manos como rehenes y apretaban tan fuerte que dolía demasiado.
Temía lastimar a esas personas si luchaba contra ellas, sin embargo, si no actuaba rápido estaría acabado y no podría detener a su ex compañera, en el pasado fue testigo de cómo controlaba las mentes, solo que en esta ocasión no lograba descifrar la manera en la que tenía al pueblo a su merced incluso sin que perdieran la conciencia, como lo hacía con anterioridad.
Cerró los ojos un momento y se concentró para hacer uso de su técnica de combate, dejo fluir el poder por su cuerpo y un leve brillo de tonalidad gris irradió de su ser haciendo que las personas que se encontraban cerca de él se congelaran poco a poco en el tiempo incapaces de moverse, al menos por unas horas, permanecerían en ese estado. Se apresuró para darle alcance a Kyuhyun y detenerlo antes de que cometiera una locura, aún no estaba preparado para enfrentarse a un togabito de tal nivel.
