Después de acomodar mis cosas baje a la cocina donde Yuuko me esperaba con la cena, la mesa estaba puesta y los platillos servidos, acordó revelar todo después de que comiera, mientras tanto hablamos de lo que había pasado desde la última vez que nos vimos, era fácil hablar con la tía Yuuko, era divertida y me hacía sentir cómodo. Después de limpiar la cocina me dijo que fuera a la sala y esperara a que ella regresara con lo necesario.
—Ya regrese— traía muchos frascos en las manos— Pero no te quedes ahí viendo, ayúdame con algunos—
— ¿Qué son todas estas cosas?— tome algunos en mis manos y pude notar un aroma extraño saliendo de ellos.
—Son posiciones de bruja, déjalas en la mesita y toma asiento— fue rápido a la cocina y regreso con un recipiente en sus manos— Ahora conocerás de lo que tu tía es capaz de hacer— Comenzó a mezclar algunas sustancias y un aroma florar llenaba la sala, la mezcla comenzó a brillar— Ya está lista, bien ahora acércate—
—No voy a tomarme esa cosa— negué de inmediato.
—No seas idiota— Yuuko me dio un golpe en la cabeza— Esto no se toma, solo vas a olerlo y es todo—
— ¿Vas a drogarme? Tía Yuuko aun soy menor de edad y podrías ir a prisión por esto— su mirada me dio a entender que no era buen momento para las bromas— Solo estaba jugando— Me acerque con cierta duda al recipiente y en lugar de oler la sustancia pude ver imágenes saliendo de ella.
—Con esto no habrá necesidad de explicar nada, podrás verlo con tus propios ojos, suerte Kyu—
Sin darme tiempo de hablar o si quiera preguntar a qué se refería, algo me había llevado a un lugar que no conocía. Una habitación blanca con dos sujetos sentados cerca de una gran ventana, avance hacia ellos pero no notaron mi presencia, fue cuando descubrí que solo podía ver más no interactuar con ellos. De pronto la puerta se abría detrás de mí.
—Yuuko, cuantas veces te he dicho que llames antes de entrar así— supongo que ese sujeto es mi padre, se ve igual a mí.
—No sabía que tenías visita, de haber sabido hubiera cambiado mi ropa— dijo Yuuko mientras veía al invitado y su rostro se ponía rojo.
—Vamos Yuuko si solo soy yo— dijo el sujeto el cual no conocía— Además ya estoy a punto de marcharme—
— ¿Te vas tan rápido Oswald? Si recién llegas— decía mi padre, así que él es mago más poderoso, el rey de Meridian.
—Lo siento amigo pero tengo algo que hacer, quizá la próxima vez—
—Por favor Os quédate a cenar con nosotros, mi hermano está de buen humor cuando tu estas cerca— insistió Yuuko.
—La próxima vez será, hoy tengo la impresión que algo maravilloso sucederá— dijo antes de salir de la habitación.
Oswald, un hombre alto y delgado, con mirada tierna y ojos de un color muy peculiar, Violeta, su piel es pálida y su cabello corto de color blanco, su vestimenta me recuerda a las que usaban los caballeros en la edad media. Me quedo a escuchar lo que mi familia tiene que decir, quizá descubra pequeños detalles que me ayudarán a entender mejor.
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El sueño de las Hadas
FantasíaMeridian un reino Mágico vive en completa paz y armonía hasta que cierto día cae sobre él una desgracia, invasores de otro mundo llegan a perturbar la paz en busca de una venganza. Su rey tras varios años de vivir escondido en el mundo humano le enc...