"¿Crees que eres el único que sufre por mentiras?" susurra una voz...
"Tranquilo" susurra "este será nuestro secreto entre los dos, no le diré a nadie, tenlo por seguro"
Volver a ver aquella sonrisa que tanto le brindaba, sentir la calidez de sus ma...
En un lugar oscuro, un joven de cabello negro y ojos miel estaba frente a una gran ventana observando la nada, esperando la llegada de un visitante.
Se escucha que alguien abre la puerta, entra un chico castaño con googles en la cabeza y viste una capa amarilla que cubre su espalda.
Después entran cuatro personas, voltea y los recibe con una sonrisa.
Todo estaba en silencio.
-¿Todo terminó, Tairi?- preguntó el castaño bajando la mirada hacia los emblemas que cuelgan en su cuello. -Por ahora- respondió Tairi- pero el sello no durará por mucho. Tenemos que preparar todo para los próximos que se encargarán de sellar el poder maligno. -¿Eh? -Tú más que nadie sabe lo que pasará cuándo el próximo heredero aparezca, y tú ya debes tener alguien en mente. -No pienso arriegar su vida por algo así. -Tuviste tú deseo ¿no es así? Deseaste que todos regresarán a sus hogares sin los recuerdos de este día. -Sólo nosotros conservamos los recuerdos- a lo lejos, se veían el brazalete, y el anillo en una mesa color vino brillando- hay que poner esto a salvo- recogió los objetos. -Taichi. Cuándo llegue el momento, me temo que tendrán que escoger un deseo el cuál todos olvidarán. Nadie será la excepción.
Taichi apretó los objetos en su pecho con la mirada baja.
-Lamento que tiene que ser así- dijo Tairi con un tono frío- Yo no quiero que nadie pase por estos acontecimientos. -Aunque traten de cambiar su destino, de todas formas estarán involucrados.
Los cuatro chicos aparecieron detrás de ellos. -Cuento con ustedes, chicos- dijo mientras recibía un asentimiento por parte de los cuatro chicos.
-Estaremos en contacto- dijo uno de los chicos. -Gracias, Yuya, chicos.
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Fin flashback
Yuya estaba frente a una fogata, recordando lo sucedido hace años,desde que hicieron la promesa con Tairi,sabía que algún día los siguientes aparecerían, pero no contaba con qué fueran niños, ya que sus compañeros anteriores eran mayores de 13 años, sin tomar en cuenta que Taichi sólo tenía 10. Del otro lado de la fogata, los chicos están descansando con sus bolsas de dormir, formaron un círculo alrededor del fuego para conservar el calor, mientras Yuya hacia guardia. Mirando las estrellas, Tairi sabía que algún día su vida acabaría antes de tiempo, ahora lo único que hay que hacer es cumplir con su trabajo. El deseo del heredero del tiempo debe ser algo que valga la pena, que salve a sus personas amadas, Yuya había perdido a alguien especial hace mucho. Con sólo recordar, le sale un nudo en la garganta. No quiere que los demás se den cuenta de sus sentimientos. Lo qué no notó fue que Haru percibió el sentimiento de soledad de Yuya, fingió estar dormido sin razón alguna, pero su don lo había despertado.
