"¿Crees que eres el único que sufre por mentiras?" susurra una voz...
"Tranquilo" susurra "este será nuestro secreto entre los dos, no le diré a nadie, tenlo por seguro"
Volver a ver aquella sonrisa que tanto le brindaba, sentir la calidez de sus ma...
Los chicos estaban riendo y hablando sobre la fiesta que había sido organizada por los mismos jueces para celebrar la navidad y el año nuevo, fue divertido hasta que al entrar al cuarto de Yuya y lo demás, todos dejaron de hablar y ver la escena que había dejado los intrusos. -¿Que demonios pasó aquí?- preguntó Naoki con asombro. -Fueron los sirvientes del enemigo- respondió una voz un poco profunda, la mirada de los chicos se posaron en la ventana donde un chico estaba con una capa. -¿Quién eres? -Creo que la pregunta es: ¿Quién fue el estúpido que dejó un tesoro tan valioso en un lugar inseguro?- sacó de su bolsillo el reloj dorado. -Deja eso, nos pertenece. -No deberían tener este tesoro cuando lo dejan aquí, tuvieron suerte de que yo evitara el robo. -Tan serio y frío cómo siempre, Yuto- dijo Yuri con su despreocupación. El chico se quita la capucha y los goggles que ocultaba su identidad y revela a un chico idéntico a Yuya, sólo que el cabello es bicolor entre morado y negro con ojos plateados. -Gracias por tu intervención Yuto- dijo Yuya. -No fue nada, pero aún así: ¿Como dejaron que el reloj cayera en manos equivocadas? -Espera, podemos explicar. Varios minutos después.... -Eso fue lo que pasó- dijo Yuya -Bien.- Yuto le entrega el reloj a Chrono- pero trata de tenerlo todo el tiempo o de lo contrario, el mundo... -Yuto, ya- lo interrumpió Yuya- creo que no es el momento para decir esas cosas. Yuto miró a su amigo por un momento y suspiró, salió de la habitación. -Tal vez tenga razón, no debí confiarme- dijo Chrono decaído. -Tranquilo, él siempre es así de frío- dijo Yuya. -Pero parece que él sólo es amable contigo- dijo Haru. -¿Te diste cuenta?- preguntó Yuya un poco sonrojado Haru asintió- Se ve que eres alguien especial para él. -¿Eh? Oye no es para tanto- excusó levantando las manos de manera cómica- lo que pasa es que somos amigos desde que eramos niños eso es todo. -Tu reacción te delata- sonríe Yuya hizo un pequeño puchero que todos rieron. ****************** Más tarde llegó la hora de ir a la isla Ball, agradecieron a la directora y a Omi por su hospitalidad y les dieron probiciones para el camino. Ya en eso, los cuatro yus activaron sus discos de duelos y todos fueron envueltos en una rafaga de luz hasta desaparecer. Mientras que la directora y Omi vieron el cielo despejado. -Espero encuentren lo que buscan- dijo Omi. -El viaje ha comenzado- dijo la mujer- sólo nos queda rezar por ellos y esperar. ************** Mientras en el túnel de luz que guía a los chicos, algo extraño ocurrió, pues la rafaga de viento cambió y separó en pequeños grupos a los jóvenes junto con los cuatro yus. Fueron cegados que los ojos de los cuatro yus cambiaron, Haru logró abrir un ojo y vio un par de ojos carmesí y rugidos de dragones se hicieron presentes.
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De nuevo Haru empieza a ver alucinaciones, el emblema, la isla y el chico que muestra tristeza. "¿Quién es ese chico?" pensó Haru hasta ver negro. *********************** Algo cálido siente en su mejilla, cómo una caricia, mientras que en la otra parte de su rostro siente algo suave, como una almohada, su mano se mueve inconsciente y siente algo duro, una piedra, poco a poco su cuerpo percibe frío y sus oídos escuchan el canto de las aves, pero aún su cuerpo está un poco débil, aún no se acostumbra el viaje por las dimensiones, eso le provoca mareos que la única forma de quitar esa sensación molesta es cerrar los ojos y respirar profundamente. -¿Aún no despierta?- pregunta alguien, esa voz profunda, no cabe duda, es Kai. -No.- respondió Yuya con su voz dulce, pero diferente a la de Yugi. -Debemos buscar a los demás -¿Quién cuidará a Haru? Hubo silencio, Haru siente la mirada de Kai en su persona, a pesar de tener los ojos cerrados, sabe que Kai lo mira con preocupación. -Hay que esperar- rompió Yuya el silencio -De acuerdo- dijo Kai- no podemos asegurar si en este lugar es seguro ¿Qué fue lo que sucedió? -Algo o alguien se dio cuenta de nuestra presencia que nos separó de los demás. - Haru dijo que la isla estaba desierta, pero parece que no es así. ¿La isla? ¿Acaso están en la isla? Se preguntó Haru, más tarde se dio cuenta que estaba en el regazo de Yuya mientras este le acaricia la mejilla cómo tratando de calmar a un niño cuando tiene una pesadilla en las noches y la madre está ahí para hacerle saber que lo protegerá. Esa sensación le es familiar, en algún lugar conocido, tal vez en casa, el lugar dónde es su verdadero hogar. Sus labios pronunciaron que no creía oír. -Mamá...- susurró Haru por lo que los chicos alcanzaron escuchar. -¿Haru?- dijo Kai- despierta, Haru, aquí estoy. -Lo sé- respondió el niño mientras abría los ojos- te escuché. -¿Te duele alguna parte de tu cuerpo?- preguntó Yuya. Haru se incorporó mientras veía a su alrededor. -¿Donde estamos? -En la isla Ball- dijo Yuya- algo hizo que nos separaramos de los demás pero logramos llegar. -Otra vez tuve ese sueño. -¿De qué hablas? -Tuve la visión de ver el primer emblema, la isla y un chico que está triste. Tiene algo que ver con esto. -Hay que buscar a los demás, no deben estar lejos- agregó Kai. -¿Oyeron eso? -¿Qué? Guardaron silencio hasta que el ruido se hizo cada vez más fuerte, como si una manada de elefantes estuviera furiosa, hasta que entre los árboles se revela una mantis negra del tamaño de un oso, dos veces más grande.
