Cap 22 "Corazones rotos"

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Automáticamente, la habitación se sumió en un silencio, solo se oían los sollozos de Liam, que seguía de pie en la puerta con los puños apretados. Y que 5 miradas atentas se posaban en él, y por fin, hasta que por fin alguien tuvo la valentía de hablar.

— Hey bro —dijo Niall acercándose lentamente y apoyando una mano en el hombro— ven, siéntate aquí en el sofá y hablamos.

Liam asintió lentamente y obedeció.

Dos minutos más de silencio reinaron en la sala, al parecer; Liam se había calmado un poco.

— ¿Nos lo contarás? —pregunto Harry.

— Danielle... —susurró él, lo suficientemente fuerte para que pudieran oírlo todos.

Liam se puso de pie.

— Danielle rompió conmigo, al parecer conoció a otro chico —dijo con un tono de rabia en su voz y las lágrimas volvieron a sus mejillas, yo, rápidamente me levante y lo abrace, este me correspondió el abrazo y me apretó con fuerza, tenía la cara sumergida en mi cuello, luego de 5 minutos, se apartó un poco de mi.

— Te he mojado...Lo siento —dijo sonriendo levemente, con nostalgia.

Yo mire mi hombro, efectivamente, mi camiseta estaba toda mojada con las lágrimas de Liam.

— No importa Liam, no te preocupes —dije sonriéndole de la misma forma.

Todos acompañaron a Liam a la cocina, para que coma algo y nos contó todo detalladamente, al parecer, él se dirigía al lugar de la cita, media hora antes de lo previsto, ya que le gustaba ser puntual, así que de camino, vio a Danielle, pero no estaba sola, un chico bastante guapo la acompañaba, en los siguió, pues iban cogidos de la mano. Ambos se sentaron en un banco, y Liam se agacho en un arbusto que había detrás.

Y oyó la siguiente conversación:

— Bueno amor, me voy ya —decía Danielle.

— ¿Dejaras a ese pendejo no? —decía el chico.

— Por supuesto, a eso voy, terminare en nada, espérame a la salida del restaurante —le dijo sonriendo.

A Liam se le rompió el corazón en mil pedazos y al acudir a la cita ya iba con lágrimas en los ojos, claro que fue él, el que cortó con ella, pero ahora mismo tenía un profundo agujero en el corazón que nadie podría llenar... ¿O sí?

Después de aquella cena, todos se dirigieron al cuarto de Liam, él se acostó en la cama, ya dispuesto a dormir.

— Enserio que estoy bien chicos —decía él—, váyanse a dormir ya y déjenme.

— Por si acaso te confiscaremos todo objeto cortante o punzante que haya en esta habitación —dijo Zayn cogiéndole una cuchilla de afeitar y algunas cosas que parecían peligrosas.

— ¡No sean ridículos!, buenas noches chicos —dijo el acomodándose en la cama.

— Como quieras —dijo Niall—, si necesitas algo llama —dijo saliendo de la habitación.

— Tampoco me estoy muriendo —dijo con los ojos cerrados.

— En realidad, le afecta mucho, pero hace como que no. —me susurró Harry al oído.

Después de estar un rato con él, fui abandonando el cuarto, yo fui la ultima en salir, cuando estaba a un paso del pasillo escuchaste la voz de Liam.

— Lauren, quédate por favor.

 Sonreí levemente, cerré la puerta, y me tumbaste con él en la cama, quedando uno enfrente del otro.

— Harry tiene razón, en realidad sí que me afecta —dijo jugueteando con  un mechón rebelde de mi cabello.

— ¿Nos oíste? —preguntaste sorprendida.

El asintió, parecía muy concentrado en mi mechón de pelo.

— Simplemente no entiendo por qué Danielle me hizo esto... Parecía la indicada...

— Liam, hay mil millones de chicas, literalmente, que se mueren por ti, y de verdad, Danielle, esa, es un poco tonta, tu eres el sueño de cualquier mujer

— Gracias, Lauren

El soltó mi mechón de cabello, me agarró por la cintura y me acercó más a él. Había cerrado los ojos, parecía dispuesto a dormir.

Yo me quede observándolo inconscientemente, todavía tenía la nariz roja de llorar, parecía un angelito durmiendo.

De pronto, abrió los ojos.

— ¿Me observas mientras duermo? ¿Tan irresistible soy? —dijo sarcástico

Yo reí, el continuó tu risa, al acabar de reír los dos nos quedamos mirando a los ojos.

Sus ojos avellana eran perfectos, note como su respiración se aceleraba, al igual que su pulso, su mano empezaba a temblar y se iba acercando poco a poco, sin apartar la vista de mis ojos.

Yo mirabas sus ojos, y después sus labios y así continuamente, estaba paralizada, mis latidos aumentaron a una velocidad increíble.

Estábamos a 5 milímetros, mi respiración chocaba con la suya, nos acercábamos, muy lentamente, disfrutando el momento.

Hasta que el torpe de Louis entró en la habitación con la respiración agitada, había corrido, eso seguro.

Liam y yo nos apartamos enseguida, y mire a Louis con mala cara.

— Lo siento, ¡interrumpo algo? —preguntó con una sonrisa pícara.

— No, yo ya me iba —dije levantándome como pude pues aun estaba nerviosa por el casi beso y entre movimientos torpes me logre levantar.

— Buenas noches Liam, descansa —le diste un beso en la mejilla.

— Adiós Carrot —le golpee el hombro.

— ¿No hay besito para mí? —preguntó haciendo puchero yo reí y le di un beso en la mejilla.

— Ahora sé que  dormiré tranquilo —dijo el haciendo gestos con las manos

Salí del cuarto y cerré la puerta, seguramente querrían hablar de Danielle, nada más cerrarla escuche la voz de Liam.

— ¡Tío! ¡Se llama antes de entrar! ¡Mira que eres idiota! ¿No podrías haber venido 5 minutos después? —Parecía malhumorado.

Me dirigí a mi habitación, pensativa, hoy, Zayn y Liam intentaron besarme y Harry estuvo coqueteando conmigo y solo era mi primer día, claro que no me quejaba, pues me encantan todos, pero no quiero problemas con ellos, y mucho menos, líos amorosos.

Al llegar a mi cuarto me mire al espejo, tenía una sonrisa  formada en la cara al recordar el día de hoy.

Cerré la puerta y empecé a saltar, hasta que me canse, pues era tarde, decidí dormirme, al sentarme en la cama, esta volvió a crujir.... definitivamente, en el futuro tendría problemas con la cama.

Eran las 3 de la mañana, no podía dormir. Aunque en Londres hiciera frío tenía calor, pues los  chicos tenían la calefacción muy alta, así que me levante y abrí la puerta de mi cuarto, para que entrara algo de aire.

A los 5 minutos, empecé a cerrar los ojos, hasta que note unas manos deslizándose por mi cintura y un peso al otro lado de la cama.

Me asuste y me di la vuelta rápidamente, esa sonrisa pícara y esos ojos tan hermosos se reconocían en todos lados...

El ensueño de una DirectionerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora