Nota mental: Los príncipes azules no existen

Capítulo 33

Narra Alv:

- ¡Júralo! –me pide Sara y yo asiento con la cabeza. La suya se desplaza hacia el respaldo de la butaca y parece que la va a dar un ataque con lo que se está riendo.

- Es que parece que mini Gango no sabe jugar al escondite. –salta Ana. –Mi hermano tendría que estar ciego para no haberlo visto.

- No, al escondite no. Pero sabe jugar a otras cosas eh. –zas, en toda la boca. Ana me echa una mirada como diciendo "cuando quieras lo comprobamos". Y yo se la devuelvo.

- ¡Por Dios, no quiero saber nada de vuestras guarradas! ¿Queréis hacer el favor de guardarlas para los momentos íntimos? –nos interrumpe Sara. Mierda, se me había olvidado que estaba ahí. ¿Por qué la mirada de ésta chica me pierde tanto?

Cuando despierto de mi ensoñación, veo cómo Oliver entra por la parte de atrás del teatro y nos hace un gesto con la cabeza a Sara y a mí. Es hora de ensayar. Cuando leí el guión no me gustó mucho, pero ahora esta escena es una de mis favoritas: Sara me confiesa que es mi hermana y yo rompo a llorar. ¿Que cómo lloro? Pues no lo sé, al principio no me salían las lágrimas pero con el tiempo he aprendido a provocarlas y ahora salen solas cuando Sara dice su frase.

Además, creo que también es la escena favorita de Ana. El otro día la miré disimuladamente en el momento justo en el que "lloro" y se le escaparon un par de lágrimas.

Narra Ana:

Oliver anuncia el final del ensayo y yo no puedo esperar más. Subo corriendo al escenario y beso a Alv. Total, me da igual que la gente sepa que estamos juntos porque él ya lo ha publicado en todos los sitios en los que ha tenido oportunidad. Además, cuando actúa pone una voz mucho más sexy de lo habitual, y como una no es de piedra necesitaba, por lo menos, besarle.

En mitad del beso se oye un "Qué pareja más bonita hacéis". Por supuesto, esas palabras interrumpen el contacto de nuestros labios y yo estoy a punto de matar a quien las haya pronunciado. Ambos miramos hacia esa persona.

- En serio, hacéis una pareja preciosa.

- Gracias Lara, es un alago. –contesta Alv. Un alago y un corte de rollo impresionante.

- Estaba buscando una pareja como vosotros para mi próxima sesión de fotos. Me han propuesto una exposición y creo que os ajustaríais perfectamente a lo que necesito. ¿Os apetece?

¿Hola? ¿Una sesión de fotos con Alv? ¡¿A qué está esperando?!

- Creo que, por la cara de Ana, es un sí. –dice Lara. ¿Tanto se me nota?

- ¿Te apetece? –me pregunta Alv.

- Sinceramente, sí. Si estás tú por supuesto.

- Entonces me parece que aceptamos.

- ¡Perfecto! Te mando todos los detalles por mail, Álvaro. No os voy a defraudar chicos.

Lara desaparece por las escaleras que llevan a los camerinos y Alv y yo nos quedamos solos en el escenario. Oliver tenía prisa y se ha ido en cuanto ha dicho que el ensayo terminaba, por eso me he lanzado a Alv. Si nos llega a ver me habría echado la bronca por "desconcentrar" al personal.

- ¿Estás segura de que quieres hacerlo? –me pregunta.

- Si, en serio, me hace ilusión. Pero vamos, que contigo quiero hacer más cosas a parte de una sesión de fotos.