Narra Alv:
Madrid, 24 de diciembre. Son las siete y media de la mañana y tengo a Ana de un lado para otro de la habitación. Yo la observo desde la cama mientras escoge, por quinta vez, qué ropa meter en la maleta.
- ¿Pero no habías decidido ayer ya la ropa que llevar? Que vamos a casa de tus padres, no a la cena de Nochebuena con los Reyes.
- Habló el que se lleva tres cuartos de maleta de camisas. –me reprocha.
- Pero yo solo he hecho la maleta una vez.
Me saca la lengua y sigue mirando en el armario. Me levanto y me pongo detrás de ella.
- Este es mi favorito. –cojo el mono que llevaba en la cena de su cumpleaños.
- Alv, ese mono es de verano.
- Te lo puedes poner con un abrigo. Quedaría perfecto, ¿no crees?
- Podría ponerlo con... -rebusca un poco más y saca un abrigo que nunca antes había visto –este. ¿Te gusta?
- ¿Y ese abrigo?
- Es el de las ocasiones especiales.
- Ah, pues entonces déjame ponérmelo.
- ¿Qué dices? –me mira extrañada.
- Cada vez que estoy contigo es una ocasión especial. Debería llevarlo puesto.
- Eres bobo. –me dice dejando el abrigo sobre la cama y volviendo hacia mí para abrazar mi cuello.
- Pero este bobo está enamorado de ti. Te quiero, princesa.
- Te quiero.
Me besa. Le beso.
De repente suena el teléfono de Ana y nos corta el rollo. Su madre.
- Sí mamá. Salimos sobre la una.
- A las doce, me acaba de mandar un WhatsApp Sara. –corrijo.
- A las doce. Comemos de camino. –pausa –Sí, antes de llegar avisamos. Chao ma.
- Qué manía tiene tu familia de cortarnos el rollo.
- Bueno, ¿por dónde íbamos?
- Creo que estabas besándome.
Narra Ana:
Son las doce y diez y seguimos esperando a Sara y mi primo en el portal de su bloque.
Ana: ¿Vais a bajar o voy a tener que subir a cortaros el rollo?
Sara: Bajamos, bajamos.
- Ya bajan. –le digo a Alv.
- ¿Les has cortado el rollo?
- Probablemente. –me río.
- Eres una mala persona. –me dice.
- Lo es. –afirma Álvaro entrando en el coche. –Ya no tiene uno intimidad ni en su propia casa.
- Habla el que no va a tener a su padre los próximos días vigilando al otro lado de la pared.
- Sabes que vais a hacer guarrerías igual. Sólo que vas a tener que gemir más bajito, ¿no te da morbo? –ahora la que entra en el coche es Sara.
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Nota mental: Los príncipes azules no existen
FanficAna está pasando un momento de bloqueo en su vida, su última relación fue un auténtico desastre y no puede olvidarla. Decide pasar una parte de su verano en Madrid, desconectar e intentar olvidar junto a su amiga Sara. Álvaro decidió dedicar su...