Capítulo 7 |Siempre para ti

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«La que todos tachan de fea, y en el bus nadie le cede el lugar, la que es más que una presea para enseñar. Jamás será modelo de televisión, porque aún no hacen anuncios para el corazón»

(POV—Pablo)

-... recuerden halar la cuerda roja... - ambos observamos y escuchamos (realmente tratamos de hacerlo ya que el ruido del viento solo nos deja escuchar las ultimas silabas de cada frase) al instructor indicarnos los pasos a seguir después del lanzamiento – Sammy solo recuerda las instrucciones posteriores a esta, ya antes has venido con los chicos – Sammy muerde sus uñas y me sonríe nerviosa, Marcus como se llama el chico continua mostrándonos el proceso y explicando en que momento debemos halar la cuerda, joder debo mencionar que estoy muerto de miedo.

-Maldita sea Marcus, nunca he hecho esto... siempre los acompañaba pero jamás me lanzaba ellos están locos – farfulla – son unos malditos locos de mierda – dice gritando para poder que el instructor la escuche – ¡Maximiliano te matare! – Grita al aire y luego mira a Marcus – lo matare y ya de él no quedara nada para ti – él hombre ríe y me mira.

-Exageras – rueda los ojos, examina nuestras correas y pasadores del paracaídas, después de verificar que todo está bien nos mira a ambos – esto está perfecto ¿listos? – sonríe yo solo espero que Sammy se arrepienta de hacer esto.

-¡NO! – Exclama Sammy fuera de si – no quiero morir... maldita sea... joder, joder y más joder – respiro profundo y miro a Marcus quien trata de no reírse de Sammy quien muerde sus uñas de forma frenética.

-¿Estas segura de hacer esto? – La miro a sus hermosos ojos azules – si tienes miedo no pasa nada – ella fulmina mi existencia y respira profundo.

- No tengo miedo – su voz sale en un susurro y vuelve a fulminarme – o acaso eres tú ¿tienes miedo de saltar?

-Claro que no – bufo ofendido, pero en realidad estoy asustado hasta la mierda – solo trataba de ayudarte.

-Si claro Pablo lo que digas, solo pretendes que yo de mi aviso de retirada para que tú orgullo masculino no quede herido – frunzo el ceño – y dejarle el drama a la chica.

-No es verdad – reclamo.

-Si lo es – brama.

-No lo es – contraataco.

-Acéptalo tienes miedo – se mofa de mí.

-No, es solo que quiero hacerte esto más fácil – me exaspera esta mujer, lo poco que hemos compartido, he descubierto muchas cosas de ella, ya que hemos pasado mucho tiempo juntos los últimos días y una de esas cosas es que es bastante obstinada y más terca que una mula – es solo que no quiero que sufras un ataque al corazón por hacer estas cosas, pretendo que estés bien.

-No, no te meterás en mi mente – quita su mirada de mí y resopla – solo intentas manipular mi mente con tu palabrería y tus hermosos ojos – me ha pillado, pero un momento ha dicho tus hermosos ojos, joder no puedo evitar sonreír aunque ella se encuentra con los ojos cerrados y tratando de calmar su respiración.

-¿Te perecen hermosos mis ojos? – al escuchar mi pregunta abre sus ojos los cuales se clavan por un segundo en mí y luego esquiva mi mirada, y sus mejillas y cuello se tornan de color rosa, se ve malditamente adorable.

-Oh, Dios lo estás haciendo – yo la miro divertido mientras Marcus comprueba mis correas por última vez – no me mires más Pablo.

-Bueno ya dejando de lado la charla – dice Marcus quien ríe y niega divertido con la escena – es hora de decidir si lo van hacer o no – miro a Sammy quien se asoma un poco mira hacia abajo y cierra sus ojos, con fuerza.

Un solo latir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora