Capítulo 20 |Miedo

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«Tú amor me seca y me humedece el cuerpo... tú amor es bien de amor.

Corazón que salta y sobresalta, me da paz y me acaricia el alma.»

«Entre la luna y yo no existe diferencia... sin ti ya no soy sol»

—Mal de amor— Sharlene Taule

(POV — Pablo) ~ Málaga.

Sintiéndome un poco desanimado al no tener noticias de ella, me dejo caer en la arena tibia y observo el horizonte que se muestra desafiante ante mí, largo un hondo suspiro tratando de calmar la ansiedad que habita en mi desde que salí de Madrid, no termino de cagarla todo el tiempo con Sammy ¿Qué demonios me pasa? ¿Por qué siempre actuó como un idiota con ella? Froto mi rostro mientras admiro la visión que tengo ante mí, suelo adorar y amar todo lo que mi tierra me ofrece, amo el color de ese inmenso mar que tengo frente a mis ojos y sé que nunca me cansare de ver tal majestuosidad, pero a pesar de buscar que este hermoso paraíso que es mi tierra calme esto que siento como tantas otras veces ha aplacado mis emociones descontroladas simplemente la ansiedad no se va, nunca antes me había sentido tan incompleto y se a que se debe.

¡Sammy!

No dejo de cuestionarme, ¿Por qué no solo la espere en Madrid?, el miedo empaña mi vida y ese miedo me llevo alejarme en este momento, aun sintiendo que ella me necesitaba, lo pude ver en sus azules ojos, podía ver la necesidad de sentir mi apoyo - ¿Por qué solo no la espere en Madrid? – la pregunta que llevo haciéndome desde que llegue hace cuatro días, pude ver su desilusión al saber que vendría a Málaga... ¿porque demonios no la espere?, sé que para ella ir a Barcelona era algo importante, algo a lo que no podía dejar de ir, era algo ineludible, sus preguntas me alteraron y me pusieron nervioso... ¿y que hice yo?, le hable de mala manera y salí de su piso molesto, pero que me parta un maldito rayo si no estaba molesto conmigo mismo, por permitir que aquello regresara a mi vida de nuevo, no será fácil para mí enfrentarme a eso... no podría enfrentarme a sus ojos acusadores, aunque claro ella no es así, para no ir más lejos sé que le costó hablar con su padre ¡Joder, llevaban dos años sin hablar! Por decisión de ella y eso me aterra, yo simplemente no podría estar tanto tiempo sin ver sus hermosos ojos, sus caras de disgusto o de alegría, sé que no podría vivir sin su risa escandalosa que hace vibrar mi corazón. Lo poco que me conto de la relación con sus padres me dice que simplemente ha sido ella sola contra el mundo, a pesar de tener en su vida a personas como Lolo o Gaby, la soledad es su compañía y se supone que yo voy a cambiar eso.

-¿Porque hechas a perder esto Pablo? – Me pregunto mientras el viento acaricia mi rostro – ¿porque no solo le dices la verdad?, debo decirle la verdad... la verdad.

Pero el miedo a que ella vea a otra persona en mí me hace no querer hablarle, de ser sincero ¿Cómo podría funcionar esto si no soy sincero con ella?, ella es una buena chica, tal vez la mejor mujer que pude pretender alguna vez tener en mi vida y por primera vez no quiero que se arruine, porque simplemente me aterra no tenerla en mi vida, tengo miedo de que el brillo que tienen sus ojos al mirarme se pierda porque simplemente no acepta mi pasado... un oscuro pasado.

-Pablo debes decirle la verdad a Sammy–

La voz de Lolo diciéndome aquello se repite incansablemente en mi cabeza, llevándome a tomar la decisión de hacerlo, pero luego se esfuma con el miedo que me da perderla de alguna forma.

— ¿Qué te pasa amigo? — pregunta Sergio llegando junto a mí, suspiro hondo mientras observo el mar azul como sus ojos... cuatro días que no se de ella, cinco días hace que salí de su piso sintiendo el miedo recorrer cada poro de mi piel ¿Cómo decirle que justo en esos días y más aún en Barcelona tuve junto a mis amigos un terrible accidente que termino con la vida de un chico?, un suspiro tembloroso se escapa de mi pecho ante la sensación de perderla, me abruma, me aterra perderla.

Un solo latir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora