36 contigo, 36 sin ti. [Otayuri] ~Omegaverse~

Decepción

Ya era una semana desde que aquella llamada de teléfono le había causado mil emociones a la vez y su novio Otabek Altin ya había roto su promesa.

Si bien los mensajes de buenas noches si le llegaban, las llamadas eran totalmente inexistentes, la falta de su voz y palabras bonitas no solo afligía a su Omega interior, sino que le daba un muy mal humor; Yuri era un gato salvaje sin control cuando estaba lejos de su dueño.

-¡Yuri, mantén la espalda recta!- gritó Lilian acercándose al menor para mejorar la postura de este mismo, el rubio soltó algunas palabrotas a regañadientes mientras recibía un leve varillazo en la zona lumbar- Levanta la cabeza y saca pecho, ¿Donde está la elegancia de la que tanto se jacta en las competencias?

-Pues lejos de aquí. No estoy de humor para seguir bailando el Lago de los Cisnes o El Cascanueces como una niña pequeña se tratara- en esta ocasión recibió un golpe en su cabeza- ¡Auch!, ¡Ya basta, me cansé! Iré a la pista a patinar.

-Le dije a Yakov que no te dejara entrar hasta que perfeccionarla tus movimientos y elasticidad.

-¿Es en serio Lilia? Puedo tocar mis pies en casi 180°, ¿y me pides que mejore mi elasticidad?

-Ya deja de quejarte y repite la rutina- La mujer frunció el entrecejo mientras volvía al rincón del salón y miraba desde una distancia prudente los movimientos de su pupilo, por alguna extraña razón había algo muy raro en él, seguro su mente estaba en otro lado y no conectada directamente en el control de su cuerpo.

Y así era, Yuri estaba en un estado de completa desconcentración, no solo tenía a su novio kazajo en la mente sino que algo más lo estaba incomodando. Paró en seco en pleno baile y recibió una reprimenda de parte de Lilia, algo que ignoro y solo se preocupó de apretar los labios y cerrar los ojos tomando aire, sintió su estómago contraerse con fuerza, era como si hubiera comido una piedra y ahora se había incrustado en su abdomen, en cuanto la sensación de dolor paso se dio la vuelta.

-¡Yuri, basta de perder el tiempo! ¿Quieres ser vencido por Katsuki Yuuri en este GPF? Te recuerdo que en el anterior estuviste a punto de regalarle el oro al novio de Víctor.

-¡Silencio bruja! Tantas quejas no me dejan escuchar mis propios pensamientos.

-Esa es la idea, que no escuches a tu cabeza y te concentres en bailar- Lilia se acercó otra vez a él y lo analizó de cerca. Pudo descifrar en su rostro la incomodidad del otro, como fruncía el ceño y sudaba mucho más que en ocasiones anteriores, la mandíbula ajena se mantenía apretada y su respiración no solo denotaba cansancio sino que también involucraba algo más, como si controlará algo- Pararemos por hoy.

-¿Qué?, ¿Eso significa que puedo ir a la pista?

-No- interrumpió Lilia- Te irás a casa a descansar y pedirás una hora a tu médico, no te vez en condiciones para practicar ni aquí ni en el hielo, le avisaré a Yakov de mi decisión y de tu situación- antes de que el rubio pudiera protestar la mujer se dio la vuelta y camino a paso firme a la salida.