Despiadado

2.4K 331 24
                                    

Devolverse del hospital fue una osadía, un desastre mal organizado y un gatillante para empeorar el humor del Omega en cinta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Devolverse del hospital fue una osadía, un desastre mal organizado y un gatillante para empeorar el humor del Omega en cinta. Con un gruñido feroz, mando al Katsudon y a su pareja rusa a casa, y a su abuelo junto con su madre a buscar los regalos que se habían quedado en la sede del evento; el por su parte, volvería a casa, no se sentía del todo bien.

—¿No quieres tomar un taxi? —la preocupada voz del Alfa y sus manos en sus brazos, deteniendo sus pasos, le sacó un suspiro.

—Quiero despejarme un poco. Caminemos un par de cuadras —de mala gana, Yuri Plisetsky se adelantó al andar del moreno. Su mal genio, y el que la fiesta de su bebe fuera arruinada a último momento, solo causaba que las garras del feroz minino salieran al aire; otra vez Otabek caminaba en un campo minado y cualquier error sería un berrinche aun más grande por parte del rubio.

—¿Seguro que estás bien?

—Que quiero caminar un rato. Joder, Beka, ¿es que estás sordo acaso? —el ceño de Yuri se frunció y avanzó más rápido. Sus pies, sin embargo, se detuvieron y tuvo que tomar aire de manera profunda. Otabek se acercó a él preocupado, Yuri mantenía los ojos cerrados y descansaba una mano en su vientre —No digas nada —Advirtió casi en un susurro, Otabek obedeció y esperó, impaciente y atento a la afirmativa de Yura.

Sus ojos verdes se abrieron y un suspiro salió de su boca, miró a los alrededores y continuo con el andar, lento y pausado, un poco tambaleante y precavido, todo bajo la mirada de Otabek.

—¿Es Nadezhda? —preguntó.

—Ella... Bueno, ella es muy grande para un espacio tan pequeño —Forzando una sonrisa, Yuri giró su cabeza para ver al Alfa —La matrona dice que nacerá en la segunda o tercera semana de diciembre, pero yo no le creo mucho.

—¿Por qué lo dices?

—¿Presentimiento? No estoy muy claro —Bajando la mirada al suelo, hizo una pausa de unos minutos antes de volver a hablar —Ya no es tan agradable caminar como antes. Ella está empujando mucho, y, si así lo quiere, puede nacer aquí mismo —Se giró una vez mas y sonrió divertido, Otabek se había vuelto pálido ante esa revelación —Es por eso que tienes que apurarte y traer el oro. Si lo traes, te dejaré acompañarme en el nacimiento de Nadia.

—Yura, maldita sea, ¿Por qué eres así conmigo? De verdad estoy esforzándome —Se cruzó de brazo molesto y dejó de seguir al Omega. Éste se dio la vuelta y lo miro extrañado —¿Acaso no es suficiente para ti verme así?

—A ver, como te lo explico. Algo así como que yo tengo una memoria de elefante y aun me acuerdo de las cosas que dijiste e hiciste —Luchando por no perder el control de sus emociones, Yuri se mostro enojado, mas bien, furioso, frente al kazajo —¿Aún crees que te perdonare tan fácil? Otabek Altí, yo llevo más de treinta semanas con un bebe dentro, aguantando dolor, incomodidad, náuseas, mareos, bochornos, etcétera. Mientras que tú te la has pasado rascándote las bolas y pasándola de lo mejor. Sí, estás trabajando, y sí, volviste a la pista, pero eso no es suficiente —Sonriendo de forma maliciosa, miró de pies a cabeza al Alfa y agregó —Si quieres tener el mismo trofeo que yo, sin haber puesto ni un poco de tu espíritu, déjame decirte que eso será sobre mi cadáver.

36 contigo, 36 sin ti. [Otayuri] ~Omegaverse~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora