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Yuuri Katsuki odiaba con toda su alma ir a hacer las compras, el supermercado siempre estaba lleno, aún le costaba un poco el idioma y la moneda y nunca faltaba la anciana que le protestaba y le decía palabrotas en ruso, eso era pan de cada día

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Yuuri Katsuki odiaba con toda su alma ir a hacer las compras, el supermercado siempre estaba lleno, aún le costaba un poco el idioma y la moneda y nunca faltaba la anciana que le protestaba y le decía palabrotas en ruso, eso era pan de cada día. Aún así accedía a ir, Víctor siempre le preguntaba si quería ser acompañado pero el japonés se rehusaba y se iba por su cuenta, el idioma era algo muy similar al patinaje: tenía que entrenar cada día para aprender y mejorar.

Es por eso que se encontraba fuera de casa en esos momentos, cargado con bolsas llenas de mercadería estaba listo para sobrevivir por unas semanas antes de que todo comenzara a perderse y acabarse. Subió por el ascensor y sostuvo todas las bolsas con una mano mientras sacaba la copia de las llaves del departamento de Víctor de su bolsillo. Tarareaba una canción que hace unos días había aparecido en un comercial de Japón y que tenía pegada. Caminó por el pasillo y sintió como el ruido se filtraba por las paredes del departamento 508, escuchaba con claridad el agresivo ladrido que daba Makkachin dentro y un marcado acento ruso, preocupado metió la llave en el cerrojo y entro al departamento, escuchaba con mucha claridad la voz de Víctor soltar palabras que para él no tenían sentido, entendía un poco de Ruso pero no a ese nivel.

-¿Víctor que pasa?- dejo las bolsas sobre la mesa y apuro el paso a la sala, se encontró con su esposo con el rostro rojo paseándose por la sala soltando insultos en su lengua madre, luego se fijo en la visita que estaba sentada en el sillón llorando. Makkachin lo vio y se acercó a él saltando y ladrando, como si intentara advertirle algo- ¿Qué está pasando aquí?

-¡Que te conteste él!- exclamó el Omega mayor apuntando con el dedo al joven sentado en el sofá- ¡¡Habla Yuri!! ¡¡Dile en que lío te has metido!!

-¡¡Cierra la boca Víctor!!- Makkachin ladró exaltado en la dirección del rubio, el can estaba muy nervioso por los gritos que se daban ambos rusos.

-¿Yurio?- El japonés se acercó al chico sorprendiéndose de la mala cara que tenía- Nunca te había visto así, y a ti menos- esta vez se dirigió a Víctor con el ceño fruncido.

-¿¡Y cómo quieres que me ponga si llega este niño irresponsable a decirme que acaba de arruinar su vida solo porque le dio por hacer cosas de grandes!?

-¡Ya Víctor!- cortó Yuuri al darse cuenta de lo alto que estaba gritando y lo exaltado que tenía a Yuri y a su mascota- Olvide comprar la leche, ve al supermercado y compra dos litros...

-¿Qué? No me voy a ir hasta que...

-¡Y llévate a pasear a Makkachin! ambos necesitan tomar aire y despejarse.

El japonés arrastró a su pareja hasta la salida y abrió la puerta de entrada, el primero en salir corriendo fue el perro y antes de que Víctor le persiguiera para atraparlo Yuuri le dejó la correa en las manos, luego de eso cerro y el departamento quedó en un absoluto silencio.

-Bien, mucho mejor- Yuuri soltó un suspiro y se apresuró a volver a la sala, el pequeño ruso seguía ahí con la cabeza gacha y sollozando- ¿Me quieres contar lo que pasó?

36 contigo, 36 sin ti. [Otayuri] ~Omegaverse~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora