Lo más difícil de tener un trabajo nuevo era que debía anunciar su retiro del mundo del patinaje artístico. Al primero que llamó fue a su entrenador dejándolo absorto y a la vez indignado de aquella decisión tan estúpida y apresurada, pero más le molesto que no le diera una razón para abandonar todo de golpe. El revuelo que causo su llamada fue tanto que se extendió hasta la hora de entrada en su nuevo trabajo, la vacante de reponedor de pasillos en un supermercado era lejos lo que menos le agradaba pero era lo único que tenía a mano hasta el momento. En cuanto se asegurara económicamente hablando buscaría otro trabajo con una mejor paga.
No le dio el tiempo para avisarles a sus padres de sus decisiones y nueva estadía, tenía que juntar dinero y comenzar a realizar una serie de engorrosos trámites si es que quería quedarse en Rusia junto con Yuri y su bebé. No había consultado su opinión y la verdad no tenía ganas de saberla, lo iba a hacer igual.
Su trabajo consistía en abrir cajas, ordenar el pasillo de los lácteos con productos nuevos, cambiar precios y anuncios de promociones, abrir más cajas y procurar que todo estuviera limpio y lleno de mercadería. También consistió en soportar a un jefa gruñona y a compañeros de trabajo clasistas y lleno de ideas tontas en la cabeza de que un Alfa como él iba a durar poco en un puesto de trabajo como ese, si no se la mamaba al supervisor antes terminaría en un puesto alto, sino lo cambiarían de inmediato por algún ser humano menos propenso al éxito. Patrañas.
Solo deseaba ir al hospital y ver a Yura, aunque le gritara o le insultara ver sus ojos verdes una vez más y saber que su salud estaba bien lo llenaban de vida. A su Omega le daban el alta el lunes por la mañana, es decir que le quedaban solo dos días en ese aburrido cuarto de hospital y pronto podría volver a estar junto a su gatita Pyocha comiendo Pirozhki mientras veía una película infantil como lo era Wall•E o El zorro y el sabueso. Solo imaginarse aquella escena le hacía sonreír y darse cuenta que había cometido el peor error de todos.
Ir dejar a Yuri, el Omega más perfecto y hermoso del mundo.
Mila:
"Tengo algo que contarte"
El mensaje que recibió esa tarde mientras se dejaba peinar por su abuelo le llamó la atención. Mila no había hablado con él siquiera después de enterarse de su embarazo, por boca de cerdo era algo así como "si no me cuentas personalmente yo haré como que es mentira" lo cual era estúpido y sin sentido. Mujeres, quien las entiende. Pero ahora ella le hablaba como si nada y lo único que causaba era que su curiosidad aumentara.
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36 contigo, 36 sin ti. [Otayuri] ~Omegaverse~
Фанфик"Te tengo y a la vez no, me miras pero luego me ignoras, no te siento, no te oigo, no te entiendo. Es algo en lo que deberíamos estar juntos pero aun así... aun así te siento tan distante." Con 16 años una gran responsabilidad se ha puesto sobre su...