El joven de ojos azules estaba en el asiento trasero, su vista no se despegaba del parabrisas. Su cabeza daba vuelta, haciendo lo posible de olvidar el por casi beso que Twilight le iba a dar. La velocidad del latir de su corazón ya había bajado, el silencio que invadía el carro lo dejaba ordenar el caos que atacaba su mente. Se volvió a morder su labio superior por cuarta vez, de tan sólo volver a recordar, sentía como la sangre se le subía a la cabeza, pues aún no podía creer que la mismísima Twilight se le había insinuado de tal forma.
Por otro lado, Twilight estaba en las mismas. Quería evitar cualquier conversación con Golden; no se sentía capaz de hablar como de costumbre, su mandíbula aún temblaba; y explicaciones era lo menos que quería dar.
Golden no le gustaba el silencio, más aún al saber que están a pocas horas de llegar a su destino. Quería distraerse el tiempo que faltaba, así que decidió empezar una conversación.
-Como que estamos muy callados, ¿no? -Comentó en tono divertido. Twilight le muestra una media sonrisa. -Flash.
Al escuchar que su padre lo mencionó, su cuerpo se tenso de inmediato.
-¿Sí?
-Recuerdo que me habías dicho que el jueves que pasó ibas a tener un partido, ¿Qué tal te fue?
-Perdimos, como siempre. -Contestó con desagrado al recordar aquel día de la jugada.
-Oh, lo siento mucho, hijo. -Dijo apenado. -Te aseguro que para el próximo juego, ganarán... Será en dos semanas, ¿cierto?
-Sí. -Asintió.
-Ya lo presiento, serán los ganadores.
-Oh vamos, papá, ni tú te la crees. Sabes bien que es difícil ganar estando Soarin como capitán del equipo rival. Ya ni sé por qué sigo siendo parte del equipo, está claro que no fui hecho para el futbol.
-No digas eso, Flash. Eres muy bueno con la pelota, yo te he visto jugar.
-Eso no cambia nada. -Murmuró Flash para luego volver a tener su vista sobre el parabrisa.
Como, al parecer, había acabado la conversión que había tenido con Flash. Decidió por empezar otra, pero esta vez con Twilight.
-Recuerdo que una vez me contaste que tú también estabas en un equipo de fútbol femenino en el colegio, ¿no Twilight?
-¿Ah?... sí, formaba parte de uno... era delantera. -Titubeó. -Éramos un gran equipo.
-Con práctica y unión todo se puede, ¿oiste Flash?
El joven como respuesta, sólo rodó los ojos e ignoró lo que dijo su padre.
Twilight gira a dirección donde estaba sentado Flash y con una sonrisa le dice:
-Te va a ir bien en el próximo juego, te lo aseguro.
El peliazul se la queda mirando, estaba seguro que en las palabras de ella transmitía seguridad y ánimo, su sonrisa era sincera. Flash reaccionó y, sin decir nada, volvió una vez más su vista al parabrisas.
Luego de tres horas de viaje, llegan finalmente a su destino. El lugar era como un pequeño pueblo, la mayor parte de ésta estaba llena de vegetación. Al frente de donde estaba el auto estacionado, había una casa de dos pisos, no era ni tan grande ni tan pequeña; era la indicada para que una familia pequeña pueda pasar unos días habitandola.
-Linda casa. -Comentó Twilight,
admirandola desde el exterior.-Cuando mis padres aún seguían casados, cada feriado veníamos a pasarla aquí. -Dijo Flash de una manera seria y cortante. -Vaya, que buen fin de semana tendremos. -Después de decir eso, caminó hacia la puerta de entrada.
Golden escuchó el comentario sarcástico de su hijo, exhaló con fuerza, un poco de culpa empezó a sentir.
-Estará todo bien. -Twilight apoyó su mano sobre el hombre de Golden.
-No lo sé, mi linda crepúsculo. Desde que nos trepamos en el carro, Flash ha actuado de una manera tan indiferente. Creí que le iba a animar estar un fin de semana en este lugar, pero creo que me equivoqué.
La ojivioleta agachó su cabeza, sabía cual era la verdadera razón del por que la actitud de Flash. La culpa era de ella, y eso la ponía muy mal. Se empezó a maldecir por lo que había provocado, ya que por su causa, la buena expectativa que había tenido Golden del paseo ya había desaparecido.
Ya todos estaban adentro. Golden empezó a revisar cada lugar de la casa, estaba revisando que es lo que podía estar faltando. Luego de unos minutos de inspección, se acerca a su novia e hijo.
-Iré a comprar algunas cosas que faltan, no tardaré.
El hombre termina saliendo de casa, dejando solos a Twilight y a Flash.
-Bien, yo me iré. -Flash se dirigió a la puerta.
-¿A dónde vas? -Twilight se apresuró en preguntar.
-A un lugar lejos de ti.
-Mira, vuelvo y repito, lo siento. -Un nudo en la garganta apareció en la ojivioleta. -No sé que fue lo que me pasó, cuando me di cuenta, ya te tenía acorralado y a poco de...
-No es necesario que lo digas. -La interrumpió. -Lo único que quiero es estar lejos de ti.
-¡¿Qué tan difícil es dejar de odiarme?! -Su grito provocó que Flash se detuviera al abrir la puerta. -Quiero que seamos amigos, lo quise desde un principio... Sólo te pido que ya no seas así conmigo. -Finalmente una lágrima había salido.
-Es la única manera de no caer. -Dijo en voz baja. -Es lo correcto.
-¿Caer? ¿Llevarnos bien es algo incorrecto? Por favor, Flash, deja de tener esa mentalidad. -Algunos sollozos escapaban al momento de estar callada.
-Deja de llorar, no hay razón para hacerlo.
Twilight se secó algunas de sus lágrimas para luego sentarse en un sofá que estaba cerca de ella. Siguió sin decir una palabra. Frotó sus manos contra su rostro.
-Recuerdo que te había dicho que te quería.
-Estabas ebria, no hay que tomar importancia a eso.
-No... A pesar de mi estado en aquella noche, lo que te dije era verdad... Te quiero Flash, y lo que más deseo es que tú y yo tengamos una buena relación. Tú y tu padre ahora son mi única familia.
-No me hagas parte de tu "familia". El hecho de que seas novia de mi padre, no garantiza que yo sea algo para ti. -Refutó. -Así que quítate esa idea de tu cabeza. No lograrás nada con decirme que deseas ser mi amiga o que me quieres... Lo único que haces es confundirme.
-Flash...
Empezó a sentir frustración. Ya no quería continuar con esa discusión, sentía que con cada palabra lastimaba más a aquella chica. Ya no lo quería hacer, pero tampoco quería demostrar aquello que le carcomía su interior: las ganas de querer abrazarla.
-¡Ya no aguanto más! -Exclamó exaltado mientras abría la puerta con brusquedad. -Dile a papá que fui a visitar a mis amigos, él ya sabe quiénes son, así que no habrá razón de que se preocupe.
-Pero...
-Debo irme. -La interrumpió secamente. -Me estás confundiendo.
Al final, terminó yéndose, dejando a Twilight completamente sola.
-Y tú a mí...
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Amarte Está Prohibido.
FanfictionHaberse enamorando de ella fue uno de los peores errores que pudo haber cometido, y más aún si se trata de la novia de su padre. >Hacerte el amor en la cama de mi padre no me hace el hombre más feliz del mundo... lo único que más deseo es gritarle...