Capítulo # 18

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Después de haber pasado por algunas calles, Flash termina al frente de una pequeña y sencilla casa. En la puerta de ésta estaba un joven de cabello verde  sentado sobre una enorme piedra, toda su concentración estaba sobre el pequeño aparato que llevaba en sus manos, mostraba emoción en su rostro.

El ojiazul aclaró su garganta, el joven desconocido enseguida alzó su mirada.

-¿En qué te hayas, Spruce? -Cuestionó en tono divertido mientras daba unos pasos hacia el recientemente mencionado.

-¿Sentry? -Con rapidez se puso de pie, su expresión cambió a una de asombro.

-El mismo.

-¡Wow! -Exclamó para luego darse un fuerte abrazo con Flash. -A los tiempos, ¿Por qué no me avisaste que vendrías?

-Te quería sorprender, Timber. -Respondió, alejándose de los brazos de su amigo.

-Y vaya que fue sorpresa, no me lo esperaba. Ya han pasado dos años desde la última vez que nos vimos.

-Estaba muy ansioso por darte una visita, extrañaba estar aquí.

-Vaya, has cambiado mucho. - Lo miraba de pies a cabeza. -Ahora que me doy cuenta, estás más alto que yo. -Frunció su ceño mientras se cruzaba de brazos.

-Hace dos años era todo lo contrario. -Sonrió orgulloso. -Ahora ¿quién es el enano? -Le dio una manotada en la cabeza del peliverde. 

-¡Ya basta! -Exclamó, disimulando que estaba ofendido. -Que estés más alto no significa que te dejaré de llamar enano.

Los dos amigos rieron.

-Entra. -Timber movió su cabeza en dirección a la puerta. -Mi hermana estará muy feliz al verte.

Los dos jóvenes entraron a la casa.

-Supongo. -Rió con un poco de temor.

-¿Supones? Oh vamos, ella te adora.

-Tanto que da miedo.

-Muere por ti. Deberías considerarla.

-No gracias.

-No estaría mal llamarte cuñado. -Timber movía sus cejas constantemente de forma pícara.
-¡No! Eso jamás. Tu hermana está loca, no te ofendas pero es verdad.

-Sólo lo está cuando estás tú. Su comportamiento es propia a la de una chica de veinte años. Aunque... -Apoyó su índice sobre su barbilla. -Cuando se trata de tí, drásticamente su personalidad cambia a la de una niña de catorce.

-Ves, está loca.

-Pues es tu culpa. -Timber ríe mientras rodaba sus ojos. -Espera, buscaré a Gloriosa. -El peliverde, con una enorme sonrisa, corrió adentrándose a un pasillo.

Con su mirada, el peliazul, observaba todo su alrededor. La pequeña casa no había tenido muchos cambios desde la última vez que estuvo ahí. A los lejos empezó a escuchar unos gritos, tragó saliva, sabía a que venía el irritante ruido. Exhaló, preparándose para soportar a la persona que estaba por aparecer.
-¡Flash! ¡¿Flash está aquí?! -Por el pasillo apareció una chica de cabello color frambuesa moderada, con una enorme sonrisa de felicidad y emoción sin límite. Al ver al joven, se detuvo en seco. -Ha pasado tanto... No lo puedo creer, estás tan... -No pudo terminar la frase de lo anonadada que estaba al verlo. Lo miraba de pies a cabeza, sin duda el aspecto físico del Flash de hace dos años es totalmente diferente al Flash de ahora, eso provocaba que la chica babeara por él.

-Hola, Gloriosa. -Saludó a la chica con una sonrisa nerviosa, agitando su mano de un lado a otro. -No has cambiado mucho.

La joven soltó un grito agudo para luego correr hacia Flash y con sus brazos colgarse del cuello y envolver sus piernas en la cintura del, ahora, pobre ojiazul. Una vez que tenía a Gloriosa encima suyo, todo el aire de sus pulmones salió de un sólo golpe, dificultandole al respirar.

Gloriosa lo tenía completamente atrapado entre sus brazos. Flash, por más quería quitársela de encima, le era muy imposible.

-Ti... Timber... A-ayudame. -Suplicó entrecortadamente. El ojiverde, por su lado, le causaba mucha risa la escena. Le encantaba ver como su hermana mayor se comportaba de una manera tan ridícula e infantil. Verla actuar de esa forma no sucede todos los días, por lo que no desperdició la oportunidad de sacar su celular y empezar a grabar la escena.

-Jajaja... Espera un segundo, deja grabar. -Dijo entre risa.

-¡Por favor!

El rostro de Flash empezó a tornarse de un color rojo, aire ya casi no tenía. Al ver que ya había grabado la mejor parte de la escena, Timber tomó una postura seria, guardó su celular en el bolsillo de su pantaloneta y se dispuso a salvar a su amigo de una muerte de asfixia a causa de su hermana mayor.

-Gloriosa, déjalo. -La joven no obedecía, por más que Timber la quería separar de Flash, ésta se agarraba más fuerte del cuello del pobre.. -¡Lo vas a matar! Lo  estás dejando sin aire... ¡Te quedarás sin Flash!

Luego de las palabras de su hermano, la chica finalmente se aleja. Flash al sentirse libre, cae al suelo con su respiración completamente agitada. Gloriosa tapó su rostro de lo avergonzada que estaba al dejar al peliazul en ese estado.

-Lo siento. -Dijo ella apenada, mirando a su amado con preocupación. Su hermano la miraba con desaprobación mientras negaba con su cabeza.

-A este paso me dejarás sin amigo y tú sin un Flash que querer, Gloriosa. -Comentó divertido.

-Cállate, Timber. -Ella le terminó dando un codazo, el ojiverde se 
quejó de dolor.

-"Está loca". -Flash pensó mientras estaba recuperando el aire que había perdido a causa de su "agresora".

Amarte Está Prohibido. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora