Capítulo # 2

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-...No les miento amigos. Fue una de las mejores noche que tuve.

-¿Qué pasó después?

-Me fui. -Dijo de una manera fresca uno de los dos amigos de Flash. Su expresión era de satisfacción profunda. -Nunca más la volví a ver.

-Ok, Brawly. Lo tengo que decir. Caiste bajo. -Dijo Flash.

-Claro que no. -Sonrió de lado. -La tipa se me insinuó, tenía que aprovecharla, sabía que me iba a arrepentir si no pasaba la noche con ella.

-¡Oh maestro Brawly! -Exclamó su otro amigo, Ringo. -¡Dígame su secreto para tener muchas mujeres!

Él reía presumidamente.

-Idiotas. -Flash susurró entre dientes, frunciendo su ceño.

Cuando escuchaba las pendejadas que decían sus amigos con respecto a esos temas, a quien primero recordaba era a su padre. Sentía una ira interna, imaginandose a su padre acostandose con varias mujeres mientras su madre lloraba su ausencia sabiendo lo que su esposo estaba
cometiendo.

-Escucha, Flash. -Brawly rodeó su brazo alrededor de sus hombros. -Somos hombres... Debemos darle la mejor utilidad a la cosa que tenemos en nuestra entrepierna y sabes a lo que me refiero... Las mujeres son una especie de ser que sólo creen en el amor, regalos, frases hermosas y otras cursilería más, y llega un punto en el cual a nosotros nos llega a aburrir. Mujeres hay por cantidad, y te puedo asegurar que la gran mayoría caen fácilmente, sólo disfruta y veras que...

-Callate. -Lo interrumpió. -No quiero escuchar más de tu estúpida forma de pensar.

-Sólo te estoy aconsejando como el gran amigo que soy.

-Gracias... pero no me interesa.

-Oye, -Ringo le dio un codazo. -tu papá está aquí.

Siguió el dedo de su amigo, en la vereda estaba el convertible negro de su padre. De inmediato frunció el ceño.

-Nos vemos mañana.

-Considera lo que te dije.

-No lo haré.

-Así morirás virgen.

-No me importa.

Se alejó de ellos. Hay veces en las que se pregunta cómo llegó a ser amigo de aquellos dos, y también por qué aún lo sigue siendo.

Estando un virgen en un grupo donde en lo único que piensan es en lubricantes, masturbarse y tener sexo con varias mujeres es algo como que no encaja. Y eso precisamente siente Flash.

-Buenas tardes. -Saludó Flash mientras se sentaba en el asiento del copiloto.

-Buenas tardes, hijo. -Respondió su papá con una sonrisa. -¿Cómo te fue?

-Me fue bien... como todos los días. -Respondió indiferente.

-Je, qué bueno. -Encendió el auto para luego acelerar.

-No crees que estoy un poco grande para que vengas a recogerme al colegio.

-¿Eh?

-Puedo tranquilamente ir a casa caminando... Ya no hay necesidad de que vengas.

-Oh, ya veo. Pues creí que te gustaría que te venga a recoger como antes. Ya sabes, cuando estabas en la primaria y te ponías muy contento al verme después de un largo día en la escuela.

-Exacto, cuando estaba en la primaria. -Lo miró seriamente. -Ahora estoy a pocos meses de graduarme.

Golden le mostró una sonrisa, escondiendo el dolor que sentía al ver la forma de como su hijo le habla. Y no lo culpaba; sabía que gran parte de su actitud, es su culpa. Pues las veces que lo ignoraba después de que tenía alguna pelea con su esposa, hicieron de Flash una persona sería y fría.

-Está bien... Mira, tengo que ir a la empresa a ver unos papeles. Espero que no te moleste que primero vayamos allá.

-No importa. Igual ya estoy aquí.

[...]

-Bien... volveré en unos minutos.

El señor Golden salió de su auto. Flash seguía con la mirada a su padre hasta que éste terminó entrando.

Se acomodó en el asiento, cerró los ojos. Pero los abrió al momento de haber escuchado un pequeño sonido de celular. Se incorporó, un pequeño lugar cerca de la radio estaba el celular de su padre. Lo miró de reojo. Se encogió de hombros quitándole importancia. El sonido volvió...  rodó los ojos al sentir la curiosidad que le invadía. Acercó su mano para agarrar el aparato. Lo desbloqueó sin ningún problema.

-Es un mensaje de WhatsApp. -Dijo al ver la notificación.

Abrió la aplicación. Se quedó paralizado al ver que en el primer contacto del chat decía "Mi linda Crepúsculo". Dio una pequeña mirada a la puerta por donde entró su padre, él aún no aparecía.

¿Acaso ella será la "zorra"?

Salió de ahí, bloqueo su celular para volver a ponerlo en el mismo sitio en el que estaba. No sabía como reaccionar exactamente, aunque la amante ya era algo de esperarse. Su madre lo confirmó en aquella noche de la última pelea.

A los pocos minutos, la puerta del carro es abierta por su padre. Flash miraba hacia la ventana, tratando de parecer como que si nada hubiese visto.

Su padre lanzó los papeles en el asiento trasero, agarró su celular. Pulsó unas cuantas veces la pantalla. Su semblante serio cambio de inmediato a una enorme sonrisa mientras negaba con la cabeza divertidamente.

-¿Quién es? -Preguntó automáticamente. A pesar que ya sabía de quien se trataba.

-¿Ah? No, nadie importante. -Apagó su celular. -Ahora sí, rumbo a tu casa.

El ojiazul sonrió de lado. Volvió a mirar hacia la ventana.

-Mi linda Crepusculo. -Pensó. -La amante de mi papá...

Amarte Está Prohibido. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora