Amarte Está Prohibido.

Capítulo # 16

Inicio de Flashback.

-Por favor, necesito hablar con el Sr. Filthy Rich... Necesito saber el por qué. -La joven rogaba entre lágrimas, desesperada por entrar al lugar en la que hace unos minutos era la empresa en la que trabajaba. -Debo entrar.

-Lo siento mucho, Twilight, pero son órdenes del jefe. -Le dijo el guardia en tono cortante.

-¡Pero debe haber una razón para que me haya despedido!

-Y el Sr. Rich no te la va a dar. Mejor ve a tu casa, no estás para hablar con el jefe en ese estado.

-Por favor... No me puede despedir, necesito el empleo.

-Lo siento... No me obligues a usar la fuerza para alejarte de la empresa.

Ya no le veía caso, el guardia por ningún motivo le iba a dejar entrar. Twilight hizo lo posible para encontrar una solución a su problema, pero no lo logró.

Twilight creyó que su día iba a empezar con el pie derecho, pero estuvo muy equivocada. Ahora estaba sin trabajo. Ya no sabía que hacer. Lo único que le quedaba era derramar lágrimas mientras caminaba sin rumbo por la calle.

Con su mirada abajo y sin fijarse por donde iba, termina chocando con alguien. No cae ella, ni la persona con la que terminó de toparse, pero sí un celular. Ella quedó paralizada, preocupada de lo que el dueño del celular podría decirle, o quizá hacerle pagar el daño que pudo haber tenido dicho aparato, algo imposible de pagar en ese momento.

-¡¿Acaso no te fijas por donde caminas, niña?! -Se quejó en tono amenazante.

Alzó su mirada, el dueño del celular se agacha enseguida para agarrar su aparato electrónico.

-Lo siento mucho, no fue mi intención. -Dijo con voz temblorosa. -Le pido que me disculpe.

El hombre ignoró la disculpa de Twilight, le da una rápida revisión a su celular para finalmente colocarlo cerca de su oreja. Siguió su camino, como que si nada hubiese pasado.

-¿Alo? ¿Sigues ahí?... Mi celular se acabó de caer... Bien, como te iba diciendo. No quiero que metas a Flash en este asunto, ¡él no tiene nada que ver! Di lo que quieras de mí, pero a él no lo metas... ¡No sabes lo cansado que estoy de esto!...

A pesar de que se iba alejando de la ojivioleta, los gritos del hombre se lograban escuchar claramente. Twilight quedó algo confundida por lo último sucedido, pero su cabeza no estaba para tomarle importancia a un simple choque, al menos el celular no sufrió ningún daño.  Siguió su camino, sus lágrimas dejaron de caer, se sentía más tranquila pero la preocupación aún le invadía. Ya estaba desempleada, tenía algunos gastos que pagar y también le sumaba la alimentación diaria. Estaba pensando en cómo resolver su problema; conseguir un empleo no iba a ser nada fácil, por lo tanto dinero es lo que más le iba a faltar de ahora en adelante.

Terminó llegando a la parada de autobus, esperando el carro indicado que la llevaría al pequeño departamento que alquila y que, por cierto, debía pagar el último mes de arriendo cuanto antes. De tan sólo pensar aquello, sentía como sus hombros se tensaban cada vez más de lo estresada que estaba.

Al frente de la vereda donde estaba Twilight un carro se estacionó. El vidrio del copiloto bajó lentamente. El conductor se asoma a ésta. Twilight lo mira fijamente, lo había visto antes, de eso estaba muy segura. Aquel hombre era la persona con la que chocó hace un rato.

-¿Quieres que te lleve a donde sea que vayas?

-¿Qué? ¿Me habla a mí? -Se señaló a si misma, mientras miraba a los lados.