El sonido de una puerta abrirse terminó sacando de un profundo sueño al adolescente de cabello azul. Por el sonido de las llaves ya sabía que la persona quien había entrado a la casa era su madre. Estiró su cuerpo para alejar la pesadez. No recordaba a que hora aproximadamente se había quedado dormido, pero el color casi oscuro del cielo daba señal de que faltaba poco para que sea de noche.
Gruñó malhumorado. Eso de la suspensión hacía que sus días sean más aburridos y largos. Al menos las estupideces de sus dos amigos le distraían, y por más que no lo quería admitir, también extrañaba las clases y los deberes que hacían que sus tardes estén ocupadas.
A penas había pasado media semana del problema que había ocurrido en su colegio. Aún faltaba mucho para regresar, de tan sólo pensarlo, se frustraba aún más.
Siguió acostado en su cama mientras su mirada la tenía fija en el techo. Sonrió levemente cuando una imagen de Twilight pasó por su mente, recordando aquella noche donde los dos habían dormido juntos. Sin duda fue una de las mejores que había tenido.
Su celular empezó a sonar. Al mirar la pantalla, su sonrisa creció el doble, quien lo estaba llamando era la misma persona que había ocupado sus pensamientos en aquel instante.
-Hola.
-Te extraño. -El tono de voz de Twilight era nostálgico.
-Yo también te extraño.
-Estoy sola. Golden se acaba de ir a un viaje a quien sabe donde, es muy probable que regrese en dos días.
-Lo sé, me padre me lo había dicho hace unos días.
Un silencio incómodo empezó a aparecer. Tanto Flash como Twilight no sabían que decir o qué tema de conversación sacar.
-Ven a pasar la noche conmigo. -La joven dijo sin más.
-¿Cómo?
-Tu papá no está, estoy sola, necesito compañía... te necesito a ti.
-Pero... no lo sé, Twilight. -Dijo nervioso, mientras pasaba su mano sobre su nuca. -Nunca he pasado la noche en el departamento en un día que no sea sábado o domingo.
-Oh vamos, Flash, sólo por está vez. -Suplicó. -Quiero tenerte aquí, a mi lado.
La forma casi seductora de como Twilight dijo aquellas palabras, lo hizo estremecer, sentía claramente como se le hizo la piel de gallina y su corazón latir con fuerza.
El ojiazul suspiró.
-Está bien, esperame ahí.
Flash agitó su cabeza para salir de un pequeño trance.
Tal y como aquella noche, sólo dormir. ¿Qué más podría pasar estando totalmente solos en el departamento?
No obstante, lo que más le preocupaba en aquel momento era su madre. Decirle que irá al departamento sin levantar alguna sospecha ni parecer como tal.
Fue en busca de su madre, ella estaba en la cocina, empezando a hacer la merienda.
-Ma...
-¿Sí, hijo?
-Iré a dormir donde mi padre.
La mujer dejó de hacer lo que estaba haciendo para luego mirarlo confundida.
-¿Un miércoles?
-Sep. Mi papá me pidió que vaya. No creo que haya problema, después de todo estoy suspendido. -Rió nervioso. Su mamá frunció el ceño recordando la suspensión que había recibido el peliazul hace días atrás.
-Supongo que hoy tendré que cocinar sólo para mí. -Comentó con una media sonrisa y continuar con lo que estaba haciendo hace un rato.
Fue más fácil de lo que esperaba.
Se sintió aliviado, como si su alma volviese al cuerpo.
[...]
No era la primera vez que iba a estar en el departamento solo con Twilight. Hubo veces en las que Golden estaba en el trabajo y la única persona que lo recibía cuando llegaba era ella; pero a diferencia de aquellas veces, esta vez se sentía nervioso y hasta un tanto culpable debido a que con quien va a pasar la noche era con la novia de su padre.
Luego de expulsar aire, finalmente entró al departamento. En la sala no había nadie, después de unos segundos, Twilight aparece por el pasillo.
-Llegaste. -Dijo con una enorme sonrisa. Corrió hasta él para envolverlo entre sus brazos. -¿Cuándo fue la última vez que nos abrazamos?
-Emm... hace tres días. -Respondió divertido.
-¿Tres días? Oh vaya, creí que fueron más. -Bromeó.
[...]
-Deberías ser chef, ¿sabes? -Comentó Twilight encantada luego de haber dado la última cucharada a su comida.
-Nah, esa no es mi meta. -Negó el ojiazul. -Pueda que sea bueno en la cocina, pero no lo veo como mi sustento en un futuro. Tengo otros planes.
-¿Qué tipo de planes? -Preguntó intrigada mientras apoyó los codos sobre la mesa y sus manos sosteniendo sus mejillas.
-No sé. -Se apoyó en la silla, sus manos detrás de su nuca y mirada al techo. -Graduarme, largarme de esta ciudad cuanto antes e ir a la Universidad al país o ciudad donde vaya... Por ahora eso es lo que tengo pensado.
-¿Irte? -Entristeció su rostro. -Supongo que falta poco para eso.
-Sí, unos cuantos meses.
-Ya veo. -Su tono también había decaido.
Flash notó ese cambio, volvió a mirar a Twilight. Se había dado cuenta de sus palabras. Pensó, y también se sintió mal al procesar sus planes para el futuro. En otro caso, si su odio hacia Twilight siguiera latente, no le afectaría para nada la posibilidad de alejarse de la chica de ojos violeta; pero ya no es nada como antes, todo había cambiado.
-Lo siento... -Fue lo único que se le ocurrió decir.
-No tienes que hacerlo, está todo bien. -Le sonrió. -Ahora que ya sé que te vas a ir, tengo que disfrutar contigo el doble.
No sé si escribirlo o no. Ya me está dando vergüenza. :'^)
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Amarte Está Prohibido.
FanfictionHaberse enamorando de ella fue uno de los peores errores que pudo haber cometido, y más aún si se trata de la novia de su padre. >Hacerte el amor en la cama de mi padre no me hace el hombre más feliz del mundo... lo único que más deseo es gritarle...