Capítulo # 23

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Twilight corría por el pasillo a paso apresurado, mirando en ambos lados buscando la oficina de la directora. En el camino, se encontró a un estudiante, le preguntó dónde se encontraba dicho lugar.

Luego de haber seguido las instrucciones del chico, llegó a la puerta de la oficina. La tocó, escuchó un "adelante", abrió la puerta y entró. Los ojos de sorpresa de Flash no tardaron en aparecer. Twilight no sabía que decir al ver el aspecto del joven, tenía un parche cerca de su ojo derecho, su mejilla estaba hinchadas y una venda cubría su mano izquierda.

-¿Quién es usted? -La voz de la directora quitó la atención que tenía Twilight a Flash.

-¿Qué?

-¿Conoce al estudiante Sentry?

-Ah, buenos días. -Miró a la directora. -Soy Twilight Sparkle, novia del padre de Flash.

-¿No pudo venir el Sr. Golden?

-No, ahora mismo se encuentra en una junta de la empresa y me pidió de favor que yo representara a Flash.

-Entiendo, entonces usted es la madrastra. -Dijo la mujer mientras escribía sobre un papel.

-Se podría decir...

-No lo es. -Interrumpió el peliazul toscamente.

Las dos mujeres miraron a Flash, él desvió su mirada hacia un punto cualquiera, sus brazos estaban cruzados. Un silencio incómodo apareció en la oficina.

-Me sorprende mucho su actitud, alumno Sentry. -Celestia dijo con mucha seriedad, hasta también parecía estar enojada. -Siempre lo he considerado un estudiante sereno, pero hoy fue todo lo contrario. Entiendo que Storm es una persona muy fuerte de carácter, pedante y ostigosa, pero tu método siempre fue ignorarlo. ¿Qué sucedió?

-Ya me harté de ser el sumiso y cobarde que se deja pisotear por un don nadie. El equipo estaba peligrando, tenía que hacer algo. -Respondió muy determinante.

-Golpearlo no era una opción.

-Lo sé, pero en el momento que él dio el primer golpe no hubo marcha atrás.

-¡Le fracturaste su pierna derecha! -Exclamó enojada luego de dar un fuerte golpe con sus manos sobre la mesa. -¿Cómo puedes estar así de tranquilo? Agradece que estás en esta oficina y no en quién sabe donde.
Los ojos de Twilight se abrieron como platos, la expresión de Flash no cambió para nada, lo único que hizo fue encogerse de hombros y demostrar un que me importisno. La directora suspiró.

-Los gastos médicos de Storm caerán sobre el Sr. Golden, no jugarás por un largo tiempo y estas suspendido por quince días... Hiciste muy mal en actuar de esa manera.

[...]

Twilight y Flash se subieron al auto. Una vez que el ojiazul se colocó el cinturón de seguridad, su vista la llevó hacia la ventana; tenía la intención de quedarse así hasta llegar a casa, lo que me menos quería era tener el mínimo contacto visual con ella.

-Vaya, no creí que algún día llegarías a hacer eso.

-¿Qué?

-Desde que te conocí fuiste un chico tranquilo, no tienes cara de hacerle daño a alguien, ¡pero hoy le fracturaste la pierna a un jugador de fútbol! -Dijo para luego empezar a reír.

-No le encuentro la gracia.

-Lo siento. Sólo que... me sorprendiste demasiado.

-No fue gran cosa, sólo me estaba defendiendo. -Sus ojos cayeron sobre su mano lastimada, mano que fue capaz de sacarle un diente a Soarin. -No me arrepiento de haberlo hecho, necesitaba expulsar la ira que sentía hacia ese tipo.

Amarte Está Prohibido. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora