El pequeño reloj colgado en la pared señalaba que eran a penas las cinco de la madrugada. Flash se había acabado de despertar. Entre sus brazos estaba Twilight, envuelta en las sábanas y dejando mostrar sus hombros desnudos; se aferraba fuertemente a él en un abrazo. Se mordió su labio inferior al darse de cuenta de lo que había hecho. Ya no era virgen, mas eso no era un problema, sino con quién y en dónde lo había hecho. Rió a lo bajo al verle algo de gracia al problema, todo ésto le parecía un sueño, por más que intentaba, no podía preocuparse al saber que sus sentimientos son más grandes que cualquier cosa. Amor era lo que sentía por ella, no había lugar para la angustia y la culpa, no por ahora.
[...]
-¿En qué piensas? -Preguntó Twilight, acariciando la mejilla del joven que estaba sentado a su lado.
-Bueno... -La miró un tanto avergonzado. -Lo que pasó.
-¿Estuvo mal? ¿Ese es el problema?
Se sentía tonto, no quería tener aquel sentimiento de culpa, pero una vez fuera de la cama y volviendo a la realidad se había dado cuenta que hizo algo grave, y eso le estaba causando una horrible carga.
-No, nada de eso. -Se apresuró en decir. -Volvió a guardar silencio, no tenía manera de decir lo mal que se sentía al ver la sonrisa de satisfacción de Twilight.
Sin embargo, Twilight empezó a entender lo que estaba ocurriendo; entendió que para el joven no era sencillo hacer de cuenta que todo está bien, pues estaba poniendo en peligro la confianza que Golden tiene puesto sobre su hijo.
Le agarró sus manos, Flash alzó su vista para ver una sonrisa enternecedora en ella.
-No te sientas mal, no eres culpable de nada.
-Pero yo...
-Fuimos ambos. -Le interrumpió. -Y lo que hagamos hecho, lo hicimos porque nos amamos, ¿o acaso no es así?
-Te amo más que a nadie.
Twilight sonrió enormemente, muy jovial por aquellas tan especiales palabras que salieron de Flash. Ni siquiera las millones de veces que Golden se las había dicho la hicieron sentir tan feliz como ahora. Sin duda él era único.
[...]
-Vengo en la noche. -Flash con paso muy apresurado bajaba las escaleras, la madre lo seguía con la mirada, un tanto extrañada al verlo emocionado; pues hasta hace unas semanas su reacción era una muy diferente.
-Me he estado dado cuenta que tus pequeñas vacaciones han servido de mucho para crear una estrecha relación con tu padre. -La mujer se cruzó de brazos, con una mirada un tanto arrogante.
-¿En serio? -Flash se detuvo para mirar a su madre.
Ella asintió.
-Lo que me sorprende más es que Golden tenga tiempo para ti, o sea, cuando vivía aquí ni siquiera asomaba su cara en tu habitación, más aún teniendo a una amante que mantener.
"Y en eso no ha cambiado mucho", pensó el joven luego de lo que dijo su madre. Sin embargo no podía subir las sospechas, no podía permitir que su madre descubra que la única razón por la que ha ido con más frecuencia al departamento de Golden es en realidad Twilight.
Flash rió un poco nervioso.
-Bueno, sólo estamos aprovechando los días libres. Ya el lunes entro a clases, después de aquel día no tendré tiempo para nada.
El chico siguió su camino, dejando a su madre un poco desconfiada. Conocía a su hijo y sabía que estaba ocultando algo.
[...]
Finalmente llegó a su destino, con una boba sonrisa aproximó su mano a la perilla de la puerta ya listo para abrirla, encontrarse con su amor y estar junto a ella, hasta posiblemente pasar un momento de pasión.
-Flash.
Aquella voz de asombro detuvo el corazón del joven, todos sus planes para el día habían sido destruidos de un momento a otro, todo se desvaneció.
-Papá. -Volteó de inmediato, con sus ojos totalmente abiertos y ahora con sus nervios de punta.
-¿Qué haces aquí? -Se colocó al lado de su hijo para darle un fuerte abrazo, pues la sorpresa de tenerlo en la puerta de su departamento lo puso feliz.
-Yo...
La puerta es abierta de inmediato, la mujer con una enorme sonrisa aparece al otro lado. Iba a decir lo ansiosa que estuvo por la llegada de Flash, pero la persona que estaba al lado de él cortó por completo su emoción.
-¿Golden? -Preguntó sorprendida.
-¿A poco no te sorprendí? -Abrió sus brazos con felicidad para luego abrazarla con mucha fuerza mientras carcajeaba. Twilight también lo abrazó para seguirle el hilo de la emoción, pero ni ella ni Flash estaban contentos con la sorpresiva llegaba de Golden. Les fue muy inesperado.
El hombre se separó de ella para luego llenarla de besos, algo que por primera vez había enojado a Flash, ya ni siquiera era repulsión lo que sentía. En el caso de Twilight, sólo le quedaba por corresponder, no se sentía cómoda que Flash esté presenciando el acto; pero no había de otra.
-Creí que venías mañana.
-Bueno... No, en realidad. -Dijo Golden rascando su cabeza con un pequeño sonrojo. -Mentí, sólo quería darte una sorpresa. -Empezó a reír. -¡Y vaya que funcionó!
Twilight también rió.
-Sí, demasiado... Que... agradable sorpresa.
Todo lo que sentía en sus adentros era lo contrario a agradable, estaba enojada por tal mentira, también por arruinar una tarde con la persona que realmente quiere y ni hablar por el problema que por poco ambos se meten. Con sólo minutos más tarde bastaba que todo finalmente sea descubierto.
Flash tenía su mirada desviada, demasiados celos sentía y temía a que éste reaccione de forma errónea.
Los tres entraron, Golden sin quitar su brazo derecho de los hombres de la joven.
-Bueno, iré a buscar un cuaderno que dejé la última vez que vine. -Rompió Flash el silencio que mantuvo desde que su padre desapareció detrás de él.
-¿Has venido por eso?
-¿Por cuál otra razón vendría? Si no fuera tan necesario aquel cuaderno, ni siquiera estaría aquí. -Se notaba con claridad su enojo, por más que trataba de bajar su mal humor, le era imposible.
-¿Sucedió algo, hijo? -Preguntó Golden preocupado. -¿Problemas con tu madre?
-De hecho, sí. -Mintió. -A veces llega a ser a un poco insoportable.
Golden mostró media sonrisa.
-Paciencia, Flash. Ya faltan pocos meses para que vayas a Crystal.
Twilight miró curiosa a Flash, había algo del cual ella desconocía por completo
-¿Crystal? ¿Algún viaje en especial?
-Es más que un viaje. -Respondió Golden. -Flash irá a estudiar la universidad a aquella ciudad, así que prácticamente vivirá, y quien sabe si hasta posiblemente haga su vida en Crystal. -Lo acercó a él mientras le daba unas palmadas en su espalda, debido al orgullo que sentía al saber que su hijo estudiará en el mismo lugar donde él estudió.
-Oh, interesante. Me alegro mucho por ti, Flash.
El joven sólo asintió para volver a desviar su mirada, aún no tenía planeado decirle que en unos meses se irá a vivir a otra ciudad, pero por desgracia de ambos, Golden ya había adelantado la noticia. Twilight se limitó a demostrar su tristeza por lo que se había enterado recientemente, pues ahora como está más enamorada que nunca, no veía posible sus días estando muy lejos de Flash.
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Amarte Está Prohibido.
FanfictionHaberse enamorando de ella fue uno de los peores errores que pudo haber cometido, y más aún si se trata de la novia de su padre. >Hacerte el amor en la cama de mi padre no me hace el hombre más feliz del mundo... lo único que más deseo es gritarle...