Amarte Está Prohibido.

Capítulo # 26

Ejem... ¿decías ChocolateWhite? UwU

Eran alrededor de la una de la madrugada. Luego de tanta insistencia de parte de su padre, Flash aceptó quedarse a dormir en el departamento. Ahora mismo estaba en su habitación, caído en un sueño profundo.

Por otro lado. El oscuro pasillo estaba siendo recorrido por una ojivioleta, que caminaba tranquilamente, pero procurando no hacer demasiado ruido. No podía dormir a pesar de lo tan tarde que era, ni siquiera estar acurrucada en los brazos de Golden ayudaron a conciliar el sueño. Se sentía cansada, pero su mente no la dejaba descansar por el simple hecho de tener al adolescente de ojos azules en ella.

Primero fue a la cocina, tras tomar un vaso de agua, se dirigió al baño para echarse agua en la cara. Desde aquel sitio podía escuchar claramente los fuertes ronquidos de Golden, nunca antes había tenido problema con eso, pero aquella noche era diferente. Le molestaba, tomando como principales culpables la causa de su insomnio.

Apretó el lavamanos, deseando que aquel ruido termine pronto. "¿Cómo es que lograba dormir con esos molestos ronquidos?" Se empezó a cuestionar la joven.

Se volvió a echar aguar por última vez, luego suspiró pesadamente y salir del baño.

Tenía la intención de volver, pero al ver la puerta de la habitación que le pertenecía a Flash Sentry la detuvo en seco. Se quedó pensando por unos minutos sobre qué pasaría si vuelve a su cama junto con Golden, de seguro no podrá dormir por causa del irritante ruido. Negó con su cabeza imaginando aquel hecho. No estaría nada mal que sólo, pero sólo, por esta noche duerma con el ojiazul. Sonrió divertidamente de tan sólo pensarlo. Sabía que era riesgoso, pero conocía suficientemente a Golden como para saber que no sucederá nada malo.

Giro la manija con suma lentitud mientras empujaba la puerta con total silencio. Asomó levemente su cabeza, desde ahí podía ver la total serenidad del joven en su quinto sueño. Se dispuso a entrar para luego cerrar la puerta con la misma fuerza que la abrió. Camino hasta la cama en puntitas, haciendo lo posible de no levantarlo.

La posición en la que dormía Flash era de lado, por lo que lo único que podía ver Twilight era su ancha espalda.

Sin pensarlo dos veces, alzó la colcha para finalmente acostarse en la cama y abrazar al joven por detrás. Su mejilla la apoyó sobre su espalda, sintiendo su calidez y escuchando con más claridad su suave respirar. Sintió inmediata relajación.

Flash sonrió inconscientemente al sentir el brazo de Twilight rodeandole. Salió de su  profundo sueño. Agarró su mano, era pequeña y suave, supo de inmediato que era ella quien estaba en su cama.

-¿Acaso no tienes miedo? -Preguntó con voz pesada.

-Conozco muy bien a Golden, sé que su sueño es demasiado pesado y que se levantará a las cinco en punto. No sabrá que no dormí con él.

El joven rió un poco.

-¿No puedes dormir?

-No. -Respondió. -Aprovecho esta oportunidad para ver si al menos tú logras conciliar mi sueño.

El peliazul volteó para estar frente a frente con ella. Le mostró una sonrisa, sus ojos estaban entreabiertos debido al sueño que tenía, le dio un pequeño beso en la frente. La envolvió entre sus brazos acercandola más a él. Ahora el oido de Twilight estaba sobre su pecho, permitiéndole escuchar los latidos del corazón del joven; éstos eran acelerados.

-Ahora duerme. Tendrás que madrugar para volver con mi padre.

Twilight, quién también lo abrazaba, sonrió mientras sus ojos se cerraban lentamente. En ese momento se dio cuenta que dormir con Flash era completamente diferente que dormir con Golden, aquella nueva revelación era tranquila, relajante y muy comoda, muy difícil en resistir el sueño. La calidez entre sus dos cuerpos no le daba la necesidad de una colcha, era suficiente con estar entre sus brazos.

Y sin darse cuenta, terminó profundamente dormida.

[...]

Los ojos azules de Flash empezaron a mostrarse poco a poco. La luz del sol ya estaba presente. Dio un largo bostezo mientras estiraba sus brazos, nunca antes había dormido tan bien. Miró a su lado, ella ya no estaba.

No, no era un sueño. Había dormido con Twilight, lo recordaba perfectamente.

Salió de su cama para ir al baño y empezar a hacer el respectivo aseo matutino.

Al llegar al comedor, el desayuno estaba sobre la mesa. Y Twilight sentada en una de las sillas, al ver al ojiazul no demora en sonreirle.

-Buenos días. El desayuno está listo, te estaba esperando para que comamos juntos.

-Buenos días. -Se acercó a una de las sillas para sentarse frente a Twilight. -¿Y papá?

-Trabajando.

El joven miró extrañado. -¿Trabajando un domingo?

Twilight empieza a reír. -Es jueves.

-Oh. -Le siguió la risa. -Es la costumbre de pasar aquí los fines de semana. Además, no he ido al colegio, ya estoy perdiendo el sentido de los días.

-Suele pasar.

-Por cierto, ¿Tú cocinaste? -Cuestionó, alzando una de sus cejas.

-Sí. Desde aquel incidente que tuve, empecé a practicar en la cocina. Digamos que ya no soy del todo un desastre. -Volvió a reír.

-No está nada mal. -Comentó luego de haber probado algunas cucharadas. -Me sorprendes mucho, Twilight Sparkle.

Ya, eso fue lo que pude hacer. :'v