''Capítulo 7''

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Pues sigo sin ideas para saludar así que solo diré, Holiwis :3. Espero les guste como siempre y hagan lo que yo más amo, comentar y así poder leer sus comentarios. Y por supuesto darle a la estrellita.

PD: Cometí un error fatal en el cap anterior, si lo recuerdan Ren fue a visitar a su Omma el sábado y JR lo invito a salir para el día siguiente, el problema es que puse que pasaría por el mañana después de clases. Pero en realidad era el lunes, si lo revisan ya lo arregle. Ahora si las dejo leer, Saranghae :3 


Por Ren:

Desperté, sin saber muy bien cual era mi estado de animo. Por un lado hoy era el cumpleaños de mi tío Min, mi tío Aron y yo le teníamos una linda sorpresa para mas tarde. Pero, por el otro, hoy se cumplía el aniversario de muerte de mi madre. Ocho años de muerta, en verdad que el tiempo pasa muy rápido. La echaba muchísimo de menos.

Al bajar a desayunar, pude notar un aura bastante tensa, esto se debía a mi tío Min. Podía ver su tristeza, no era fácil para él, no era fácil el celebrar su cumpleaños al mismo tiempo que celebrar la muerte de su única hermana. Mi tío Aron parecía algo preocupado, y de cierta forma yo también lo estaba, ese estado en mi tío Min no era saludable para el bebé.

-¿Otra vez despertó llorando, cierto?—pregunté en un susurro una vez junto a mi tío Aron.

-Sí y, me preocupa que le haga daño al bebé—respondió mi tío terminando el desayuno.

Sin decir nada más, ambos fuimos a la mesa, la cual acaba de terminar de ser puesta por tío Min. Su mirada estaba decaída, su tono de piel estaba más blanco de normal, y ni que decir de su humor. En momentos como este es cuando más extraño su cálida sonrisa, ese que se sentía como una sonrisa maternal.

Después de desayunar en un gran silencio, subí y me di una ducha, dispuesto a arreglarme para ir a ver a mi madre al cementerio. Hace unos días, con ayuda de mi tío Aron, compre un traje negro, justo para hoy. Por que primero quería ir a ver a mi madre bien vestido, como todos los años, y luego tendríamos la fiesta sorpresa de mi tío Min. Así que era perfecto para ambas ocasiones.

Una vez listos, los tres nos pusimos en camino al cementerio. Íbamos en el auto de mi tío, el cual es de un intenso color rojo. El viaje fue igual de silencioso que el desayuno, además de pasar comprado las flores que le llevaríamos a mi madre. Una vez que llegamos, mi tío Min y yo entramos en el cementerio, mientras mi tío Aron terminaba de estacionar el auto. Reuniéndose con nosotros minutos después.

-Aquí esta—indicó mi tío Min ya frente a la tumba de mi madre.—Se ve tan solitaria y fría, espero que con estas flores se vea mejor.

-Omma...—susurré, no pudiendo evitar romper en llanto. La extrañaba, la quería de regreso, aún si sabía que eso nunca pasaría. Me deje caer de rodillas, solo para poder abrazar su tumba casi tan fuerte como si fuera ella.

-Ren...—escuché a mi tío Aron llamarme pero, no le di importancia, quería abrazar su tumba solo un poco más.

Pasaron unos minutos hasta que, por fin me aparte. Secando mis lágrimas una vez ya de pie.

-¿Mejor?—preguntó mi tío Aron, a lo que solamente asentí. Pude ver como mi tío Min lloraba silenciosamente en el hombro de su esposo. Desahogando todo su dolor en esa persona a la que amaba. Deseaba tanto poder hacerlo mismo algún día.

Deseaba tener un pareja y que esta me acompañase hasta aquí, que me apoyara y que me permitiera llorar en su hombro así como mis tíos. Que me amara con locura y que me hiciera el chico más feliz del mundo por estar a su lado. Pero eso solo pasa en los cuentos, ya que de ser así, el futuro de mi madre sería completamente diferente en estos momentos.

Sin más nos dispusimos a regresar a casa pero, una vez junto al auto, me di cuenta de algo. El obsequio, esa pequeña medalla que había comprado para mi madre y la cual había olvidado entregarle. Me disculpe con mis tíos y de nuevo entre corriendo al cementerio, dispuesto a llevarle la medalla a mi madre. Pero topándome con la persona que menos esperaba ver aquel día.

-¿JR, que haces aquí?—pregunté con un tonó algo triste, aún estaba algo agitado por haber estado llorando.

-Ren...—detuvo su hablar por un momento pero luego continuó.—Yo...estaba visitando a mi abuelo, tenía tiempo sin hacerlo.

-¿De verdad? Lo siento mucho—dije amable, sabiendo de sobra lo que se sentí al perder a un ser querido.

-No te preocupes, ya esta en mejor lugar—dijo algo ¿Triste? No me parecía que estuviese triste pero, de todos modos no le tome mucha importancia a eso.

-¿Puedo...puedo darte un abrazo?—pregunté tímido, deseando consolarle como me gustaría que lo hiciesen conmigo. Recibiendo como respuesta una leve sonrisa.

-Claro, aunque parece que tú lo necesitas más que yo—comentó pero, era tarde, ya me había aferrado a él. Enterrando mi cabeza en su pacho, embriagándome con su masculino aroma. Por alguna razón, en ese mismo instante, me sentí realmente seguro. Espere un poco más y luego lentamente nos separamos.—Ren...

-¿Que sucede?—pregunté una vez nos habíamos separado.

-Yo...quería saber si tú...¿Quisieras ir por un helado, conmigo?—preguntó algo nervioso, viéndose realmente tierno, aunque eso era raro en alguien tan mayor como él.

-¿Me...me estas invitando a salir?—pregunté un tanto incrédulo, no lo podía creer. ¿En verdad, JR, me estaba invitando a salir? Sentía a mi corazón latir con mucha fuerza, casi al punto de explotar y darme un paro cardíaco ahí mismo.

-Sí pero, solo si tú quieres, claro—respondió con una hermosa sonrisa, una que no pude evitar corresponder. Por que si quería, quería tener una cita con JR. Ese apuesto hombre mayor que yo. Pero que me hacía sentir unas molestas mariposas en el estómago y mar de sentimientos más.

-Yo...debo irme, olvide algo—hablé tímido y nervioso, si no me iba pronto mis mejillas se teñirían de rojo y no quería que JR me viese así. Me da mucha vergüenza.

Sin más recordé lo que tenía, por lo cual había regresado. Tenía que ir a dejarle la medalla a mi madre y volver rápido con mis tíos. Sin más, intente irme pero, la voz de JR me detuvo.

-¡Espera!—gritó cuando ya estaba algo lejos de él.—¡El lunes, pasare por ti después de clases!

-De acuerdo—dije sin poder contener mi sonrojo, dejando a mis mejilla colorarse de rojo de nuevo. ¿Por que me sonrojaba así, por que justo con él? Sin saber darme cuenta ya había echado a correr, alejándome e yendo a la tumba de mi madre.

Al llegar solté un suspiro, haciendo un pequeño agujero y enterrando la pequeña medalla sobre su tumba. Sonreí una última vez antes de correr de vuelta con mi tíos, los cuales ya me esperaban en el auto.

-¿Ren, estás bien?—preguntó mi tío Aron observándome con preocupación.

-Sí, estoy bien, no te preocupes—dije subiendo al auto y abrochando mi cinturón. Sin más regresamos a casa.

En eso no pude evitar esbozar un sonrisa, recordando la sorpresa que le teníamos preparada a mi tío Min en casa. Mi tío Aron y yo nos esforzamos tanto, queremos que mi tío Min se alegre aunque sea un poco, que olvide la tristeza y disfrute de su cumpleaños como debería. Solo era cuestión de minutos para llegar a casa. 

''Culpable''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora