''Capítulo 10''

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Bueno tenias ganar de actualizar este fic así que aquí lo tienen, su nuevo y recién orneado cap. Espero que lo disfruten mucho, tanto como yo cuando lo escribía para ustedes :v. Saranghae °3°

PD: No olviden lo que tienen que hacer si les gustas, las quiero mucho mis pervertidas.


Por Ren:

Una vez la fiesta había terminado y, mis tías, Nana y Lizzy, dejaban de hacerme preguntas indecorosas, pude suspirar con tranquilidad. Todo había salido bien, mi antiguo tío Min, de hace ocho año, parecía haber regresado. Parecía completamente otra persona cuando estaba tan feliz. Al igual que mi tío Aron, aunque él parecía un tanto preocupado. ¿Sería algo malo? Esperaba no fueran problemas en su restaurante.

AL llegar la noche, los pensamientos invadieron de nuevo mi cabeza. Pero, lo que más sobresalía de ellos, era JR. Y por supuesto, su invitación a salir. No lo podía creer, ¿En verdad iba a tener mi primera cita con él? Pues sí y la verdad es que me encanta la idea. Es extraño pero, JR es el primer hombre del cual me enamoro, aún si es repentino o muy pronto decir que estoy enamorado de él.

Pero es que... ¿Cómo no enamorarme de él? Es tan guapo y tan varonil. Su voz es como la de esos sexys y atractivos actores de Dramas. Esos que mi tío Min siempre ver por las tardes. Además, JR posee una sonrisa tan...tan...tan blanca. Es como si pudiera ver la luna a través de ella. Capaz de cegarte con su resplandor.

De pronto, mire el reloj, era tarde, pasaban de las 2 de la madrugada. Simplemente pensar tanto en JR, no me dejaba dormir. Baje a la cocina, en busca de un delicioso vaso de leche tibia. Tío Min siempre me preparaba uno cuando pequeño, ya fuese por que no podía dormir o por que tenía una pesadilla. Al llegar a la cocina, me encontré con mi tío Aron. El cual, al parecer, tampoco podía dormir.

-¿Tío Aron?—llamé tímido, queriendo evitar asustarle. Siendo esto inútil, ya que había dejado caer su vaso del susto. Y ni que decir de su pequeño sobresalto.

-Ren, ¿Qué haces despierto tan tarde?—preguntó, dándose la vuelta y observándome algo nervioso.

-No puedo dormir—respondí con un puchero, yendo hasta la nevera y sacando la caja de leche—¿Y tú que haces despierto, tío Aron?

-Tampoco puedo dormir—confesó, mientras que yo terminaba de servir mi vaso de leche y lo metía al microondas. Podía notar que mi tío estaba algo nervioso pero, ¿Porqué?

-¿Paso algo con tío Min?—pregunté curioso mientras esperaba por mi vaso de leche. Esperaba que no fuera nada malo sobre el bebé. Aunque no pareciera, yo soy el más emocionado en todo esto, ya quiero ser conocer a mi pequeño hermano menor.

-No, al contrario, él esta durmiendo como un bebé—respondió con una pequeña sonrisa, una que me tranquilizo al momento.

-Que bien, ya me estaba preocupando, por él y por el bebé—confesé sincero, sacando mi vaso de leche del microondas, dispuesto a regresar a mi habitación. Pero, deteniéndome un momento en la puerta, no iba a irme sin despedirme.—En ese caso, descansa tío Aron.

-Descansa Ren, que tangas lindos sueños—comentó de vuelta. Sin más le dedique una sonrisa antes de regresar a mi habitación. Sintiendo un pequeño escalofrío en la espalda antes de intentar subir las escaleras.

Sabía lo que ese significaba, problemas, un mal presentimiento. Después del accidente, esto era algo que, sin proponérmelo, se convirtió en mi don. Cada vez que tenía ese pequeño escalofrío sabía que algo malo pasaría, tarde o temprano. El tiempo es lo único que no puedo predecir. Sacudí mi cabeza, tratando de no pensar en ello. Las cosas estaban bien y seguirían bien

Regrese a mi habitación, tomando el vaso de leche y disponiéndome a dormir. Pero, su hermosa sonrisa, regreso a mi cabeza antes de quedarme profundamente dormido. Al despertar, pude ver como el sol radiaba a través de las cortinas. Tal parece que hoy también será un buen día.

Baje a desayunar, encontrándome con una escena un tanto vergonzosa. Mis tíos se estaban besando, o mejor dicho, atragantando. Mi tío Min abrazaba a mi tío Aron por el cuello, mientras que el otro le tenía las manos en el trasero. Pobre de mi hermano, que tipo de cosas sucias debe soportar por las noches.

-Buenos días—saludé divertido, viéndoles a ambos sobresaltarse. Tío Min parecía un tomate.

-B-buenos días, pequeño—saludó de vuelta, empujando y apartando a mi tío de encima suyo.—Y-ya casi esta el desayuno, solo termino de poner la mesa y...

De pronto el celular de mi tío Aron comenzó a sonar.

-¿Bueno?—respondió a segundo tono, arrugando su cara un poco después.—¿Qué? Pero... De acuerdo, que te mejores.

-¿Quien era cariño?—preguntó mi tío Min tomándole del brazo.

-Era una de mis meseras, Ji Seo, al parecer esta enferma y no podrá trabajar hoy—indicó algo preocupado.—Ahora me falta una mesera, no se que voy a hacer.

-¿Y si llevas a Ren contigo?—propuso mi tío Min, haciéndome abrir mis ojos con sorpresa al escucharle.

-Buena idea—dijo mi tío Aron, antes de volverse y caminar hacía mí.—¿Qué dices Ren, podrías venir a ayudarme en el restaurante?

-Yo... esta bien, iré—respondí, recibiendo un grande sonrisa y fuerte abrazo por parte de mi tío Aron. Y en ese momento recordé que yo no se nada de ser mesero, ¿Qué se supone que debí hacer un mesero?—Solo una cosa.

-¿Cual?—preguntó mi tío atento.

-Yo... no se nada de ser un mesero—expliqué nervioso, temiendo por la reacción de mi tío.

-No te preocupes por eso, Li Ang y yo te explicaremos allá en el restaurante, tu solo preocúpate por estar listo una vez terminemos de desayunar—indicó de nuevo. Solo me quedo asentir y obedecer.

¿Quién diría que lo que me faltaba de fin semana, lo pasaría de mesero en el restaurante de mi tío Aron? Aunque todo aquello tuvo algo de bueno, después de todo. AL final del día, había obtenido muchas propinas.

-Vaya, los clientes no paraban de decir lo lindo que es Ren, tienes muchas suerte pequeño—comentó Li Ang, la otra mesera. Ella era un tanto más alta que yo, o tal vez era por que estaba usando tacones.—En fin, espero volver a verte pronto, Ren.

-Lo mismo digo, Nonna—y sin más nos despedimos, ella dándome un pequeño beso en la mejilla y luego marchándose.

-¿Nos vamos?—preguntó mi tío Aron una vez había terminado de hacer las cuentas.

 -Sí—dije tomando mi abrigo y volviendo a casa. Estaba agotado, solo quería irme a dormir. Y por supuesto, desear que fuera mañana

Por que mañana era mi cita con JR, mañana definitivamente sería uno de los días más felices de toda mi vida. O eso pensaba.

''Culpable''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora