Hi, pervertidas, espero me estén extrañando mucho. Pues, hace rato que no actualizo este fic, así que aquí les dejo un cap nuevo. Por cierto, no crean que me he olvidado de Un Café Sin Azúcar, es solo que no tengo muchas ideas para el siguiente cap, esperen un poco más y juro que les devolveré a su Rennie, quizá manoseado, quizá no :$.
Por JR:
Pasaron algunas semanas desde que salí de prisión, poco a poco fui retomando mi vida de a cero. Primero decidí buscar un departamento, ya era algo mayor para seguir viviendo en casa de mis padres. Aún si mi hermanita se negaba a dejarme ir.
También decidí buscar un empleo, algo que me ayudase a pagar mi apartamento. Mi padre había pagado un par de meses por adelantado pero, esto era solo mientras me acomodaba. Debo admitir que no tengo el mejor trabajo del mundo pero, al menos puedo pagar mi departamento, gastos y alimentos con él.
Con mucho esfuerzo, y ayuda por parte de amigos de mi padre, había logrado sacar mi licencia de nuevo. Esta vez, preferí cambiar el auto por una moto, ya que mi trabajo consistía en ser un simple repartidor. Uno en una tienda de pollo frito.
Pasaron los días, de alguna forma, me iba acostumbrando a la rutina de ser un simple repartidor. Todo parecía normal hasta que, ese chico con uniforme, se me atravesó a mitad de la calle. Con solo unos escasos segundos para pensar, decidí tirarme al suelo con todo y moto. Evitando arrollar a ese chico y, de paso, otros posibles diez años en prisión.
Al caer solo recibí unos cuantos rasguños, además de tirar toda la comida que llevaba conmigo. Aunque eso era lo de menos, la prioridad era que ese chico estuviese bien.
-¿Señor, se encuentra usted bien?-preguntó el chico preocupado, corriendo hacía mí y quitándome lentamente el casco de la cabeza. En ese momento me sentí algo viejo, después de todo aún no era un señor, ¿O sí?
-No me llames señor, aún estoy algo joven para eso-bromee divertido, haciéndole sonreír también. En verdad que era mi día de suerte, además de evitarme diez años más de prisión, también había topado con la suerte de encontrarme aún chico realmente lindo.
Nunca antes creí decir o pensar esto de un chico pero, la verdad es que si, si es muy lindo. Inclusive aún más que todas esas chicas de revistas, esas que usan toneladas de maquillaje y ni aún así se ven tan bellas como él.
-En verdad lo lamento, no me fije por donde iba-se disculpo en seguida, ofreciéndome una de sus manos y así ayudándome a poner en pie.-¿Esta usted bien?
-Sí, estoy bien, ¿Y tú?-pregunté sin dejar de mirarle, sorprendido por su belleza.
-Estoy bien, gracias-respondió con un leve sonrojo en sus mejillas, uno que lo hizo ver aún más lindo y yo que creí que eso era imposible.
-Un gusto, mi nombre es Kim Jong Hyun-rápidamente me presente, esperando que ese chico hiciese lo mismo. Esperando así escuchar su nombre.-¿Y tú, como te llamas, pequeño?
-Ren, Hwang Ren-se presentó con una tímida sonrisa dibujada en sus labios.
Hwang... No, no puede ser, esto debe ser un broma, ¿Cierto? Es imposible, ese chico tan lindo no puede ser ese niño, ese de hace ochos años. Ese al que yo le había arrebatado a su madre. ¿Qué se supone que haga, pedirle disculpas, justo ahora mismo? Vamos, Jonghyun, no seas tan idiota. Trata de ser amable y comportarte normal, tal vez así no sospeche.
-¿Y-ya te habían dicho que eres muy bonito?-pregunté, en lo que parecía ser un terrible intento de cumplido. Llevando una de mi manos a mi nuca.
-Un par de veces pero, no muy seguido-respondió tímido y con un lindo rubor en sus mejillas. De pronto miro su reloj, en su muñeca, abriendo sus ojos con sorpresa al hacerlo.-¡Dios mío! ¡Me va a matar!
-¿Disculpa?-pregunté nuevamente pero, esta vez, confundido.
-Mi profesor, él va a matarme, todo por llegar tarde-respondió revolviendo su bello cabello color castaño.
-¿Quieres que te lleve?-le propuse lo primero que se me vino a la mente.
-N-no, digo, ya he causado muchas molestias-respondió nuevamente sonrojado. ¿Cómo es que hace para verse así de lindo cuando se sonroja?
-No es ninguna molestia. Al contario, si aceptas, te perdonare todo incidente-propuse de nuevo, tomando mi casco extra del suelo y, caminando hasta él, justo para colocárselo en la cabeza. Era algo chistoso el ver como le quedaba algo grande.
-Esta bien, acepto pero, solo si me promete que me perdona-indicó aún tímido, caminando hasta la motocicleta y subiendo torpemente en ella.
-¿Listo? Agárrate fuerte-indiqué llevando sus manos a mi estomago y luego encendiendo la moto.
Luego de ese comencé a conducir, siguiendo la indicaciones de Ren. Pronto llegamos, siendo recibidos por la mirada de muchos curiosos. Tal vez por que había cierta diferencia de edad entre Ren y yo. O tal vez, por el hecho de que veníamos en un motocicleta de repartidor.
-Muchas gracias, Jonghyun-agradeció una vez logro bajar de la motocicleta.
-Por favor, llámeme JR, así me llaman todos-indiqué, devolviéndole una casta sonrisa. Una que rápidamente fue correspondida.
-Esta bien, muchas gracias, JR-dijo antes de echar a correr dentro del instituto.
-Aish, ¿Por que tiene que ser tan lindo?-alegué para mi mismo, encendiendo la moto y volviendo al trabajo. Ahora debería dar explicaciones por el pedido perdido en el incidente.
-¿Donde estabas, sabes lo enojado que esta el cliente, que paso con el pedido?-preguntó mi jefe irritado, se veía en verdad molesto.
-Señor Jang, lo que pasa es que tuve un pequeño incidente, yo...tire todo el pedido-mentí, utilizando el mejor pretexto que se me ocurrió.
-¿Qué hiciste que?-pregunto aún más furioso.-¡Eres un irresponsable!, ¿Sabes qué? ¡Estás despedido!
-No, por favor, señor Jang-hablé preocupado, en verdad no podía perder mi trabajo. No con lo mucho que me había costado.-Mire, se que cometí un error, le prometo que no volverá a pasar. En verdad necesito el trabajo, deme una segunda oportunidad, por favor.
-Estas bien, Jonghyun pero, para la próxima...-intentó hablar pero, no le di tiempo a hacerlo.
-No se preocupe, no habrá una próxima vez-sonreí feliz de no perder mi humilde empleo de repartidor.
-Bien, entonces, vuelve al trabajo-indicó volviendo a la cocina, mientras que yo solo podía soltar un gran suspiro de alivio.
Casi pierdo mi empleo y, todo por la culpa de ese lindo chico. Ren, Hwang Ren, el niño de hace ocho años, ese al que me prometí pedirle disculpas y aún no lo hago. Solo espero que sus tíos aún no me guarden rencor, aunque estoy casi seguro de que así es. Después de todo, yo les había arrebatado a un ser muy querido para ellos.
Y, sobre todo, a Ren. Ella era su madre y, por culpa de mi irresponsabilidad, la había perdido antes de tiempo. Estoy seguro que si no hubiese tomado esa noche, nada de lo que paso esa noche habría sucedido y, Ren, jamás habría perdido a su madre. Inclusive aún estaría disfrutando de ella. Así como yo disfruto de mis padres y mi pequeña hermana menor.
Solo espero que Ren pueda perdonarme algún día.
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''Culpable''
أدب الهواةRen era tan solo un niño cuando un joven, borracho, chocó el auto donde él y su madre viajaban. Después de eso, Ren, quedo huérfano, por lo que fue criado por su tío materno y su pareja. Con el pasar de los años, el pasado parecía quedar atrás, solo...