Holi mis sexys pervertidas, lamento no haber subido el cal ayer pero es que tuve un día realmente atareado, lleno de mil favores, pero como disculpa aquí les traigo su bello cap, espero lo disfruten mucho, Saranghae ^.^
PD: Tratare de actualizar más seguido, 7n7.
Por JR:
Había pasado una larga semana desde que había hablado con Aron, el tío de Ren, todo con tal de cumplirle a mi conejito su deseo de ir a ese dichoso concierto. Incluso, aún sabiendo que tendría que trabajar más horas extras, estaba dispuesto a comprar las entradas en primera fila, así Ren podría verla desde cerca.
En fin, ahora que es jueves, de nuevo mi día libre, volví a invitar a mi bello conejito a salir. Moría de ganas de verlo, durante toda la semana tuve que conformarme con escuchar su voz a través del teléfono, sin siquiera poder verlo. En todo caso, aún debía esperar a que saliese de clases, por lo que me adelante a comprar una bella rosa roja, no quise comprarle un ramo ya que esta nos estorbaría durante la cita.
Una vez el reloj marcó las cuatro y media, me dirigí al instituto de Ren, encontrándole en la salida, pero no precisamente solo. A su lado, estaba un chico bastante tonificado para su edad, con una cara de pocos amigos. Casi por instinto, caminé rápidamente hasta ellos, interrumpiendo su conversación, que más bien parecía una discusión.
-¿Interrumpo algo?-hablé un tanto molesto, no sabía bien quien era ese chico, pero aún así no iba a permitirle que le gritara a mi conejito. No frente a mí.
-¡JR!-llamó Ren con emoción en su voz y en sus ojos, los cuales brillaron en cuanto me vieron. Definitivamente tiene unos ojos realmente hermosos y ni que decir de sus labios.-Que bueno que llegas...por un momento creí que no llegarías
-Lamento la demora, pero es que pase a comprarte esto y...-intenté explicarme pero el fuerte chillido por parte de Ren, acompañado de sus lindas mejillas coloradas, me impidieron hacerlo.
-¡Me encanta, esta hermosa!-dijo para luego arrebatarme la rosa que traía en manos.-¿Lo ves, BaekHo? Te dije que JR si me quiere.
-De verdad que eres terco, Ren, ¿Es que acaso no ves cuales son sus intenciones?-preguntó con un tono bastante molesto.-Y en cuanto a ti, no creas que no me doy cuenta de tus planes con Ren, sé muy bien el tipo de persona que eres. Solo vas por la vida buscando a quien tirarte.
Sin dejarle decir una palabras más, me abalancé sobre él, tomándole fuertemente por la camisa.
-Escúchame bien, idiota, no voy a permitir que ni tú ni nadie le llene la cabeza de idioteces a mi conejito-indiqué lleno de rabia, conteniéndome para no matarlo a golpes.-Ahora, si no te molesta, nos vamos.
En ese mismo instante le solté, dándome prisa en tomar la mano de Ren y, seguidamente, llevarlo hasta donde estaba parqueada mi moto.
-JR...-llamó un poco tímido, era de esperarse, me había comportado como un completo patán frente a él, mejor dicho, como un completo animal.
-Lo siento, conejito, no fue mi intención ponerme así, es solo que ese idiota me saco de mis casillas-dije avergonzado, esperaba no haber arruinado mi cita por culpa de mi estupidez.
-¿Bromeas? Me encanto que me defendieras, JR, nunca esperé que hicieras eso por mí, menos por alguien como yo-dijo con las mejillas totalmente sonrojadas, como dos deliciosas y rojas manzanas.
-No digas eso, conejito, si por mí fuera...en este mismo instante te bajaría la luna junto con las estrellas-mencioné de vuelta, viéndole sonreír y sonrojarse aún más.-Pero como eso aún no es posible, dime...¿A donde te gustaría ir hoy?
-No lo sé, quizá...podríamos ir a la feria que esta cerca de aquí-indicó con una enorme sonrisa, la idea parecía gustarle mucho.
-¿Te gustan las ferias, Ren?-pregunté aún sabiendo de sobra la respuesta. Ren, por su parte, asintió con emoción, a lo que me di prisa en volver a tomar su mano. Solo que esta vez lo hice con muchísimo más cuidado.-En ese caso, ¿Te gustaría ir a la feria conmigo, conejito?
-Por supuesto que sí, mi príncipe-susurró con entusiasmo, sorprendiéndome por la forma en la que acababa de llamarme.
-¿Príncipe?-volví a preguntar divertido y al mismo tiempo lleno de curiosidad.
-Bueno...tú siempre me llamas conejito, por lo que pensé en ponerte un apodo también-respondió con timidez, incapaz de mirarme a la cara después de haberme llamado por aquel gracioso apodo.-Por eso ahora eres mi príncipe, JR, mi príncipe azul.
-Pues tú eres mi princesa, Ren, mi princesa conejo-comenté sin poder evitar reír, notando como Ren también reía. Y fue ahí donde me percate de su linda y tierna risa, para cualquier otra persona sonaría fea, pero para mí...era la risa más hermosa que jamás había escuchado en mi vida. Podría escucharla por horas y nunca me aburriría de ella.
Lentamente me acerqué a Ren, cambiando todo aquel ambiente divertido por uno más romántico, viéndole detener su risa para mirarme fijamente. Con delicadeza, tomé a Ren de la cintura con ambas manos, apegándolo a mí lo más posible. Quería tenerlo cerca, quería oler ese delicioso aroma a vainilla que provenía de su piel, quería besar y saborear esos suaves y rosados labios que tiene.
Y sin poder aguantar un segundo más, me acerqué a sus labios, apoderándome de ellos de manera lenta. Convirtiendo aquel dulce y romántico beso en uno más apasionado, poco a poco podía sentir como el cuerpo de Ren se tensaba, gimiendo por lo bajo. Era increíble ver como un simple beso podía poner loco de deseo a mi bello conejito. Pero aún no era el momento, ya llegaría la ocasión para ello, mientras tanto debía enfocarme en la cita de hoy.
-¿Nos vamos?-pregunté una vez nos habíamos separado, notando como algunos chicos del instituto de Ren, nos miraban con curiosidad.
Ren solo se limitó a asentir de nuevo, tomando el casco extra para luego colocárselo, indicándome la dirección de la feria una vez ambos estábamos subidos en la moto. De verdad espero que la cita de hoy salga bien, de ser así, estoy seguro de que pronto le pediré a Ren que sea mi novio. Aunque claro, para pedírselo antes debo pensar en una buena idea, una forma única de proponérselo.
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''Culpable''
FanfictionRen era tan solo un niño cuando un joven, borracho, chocó el auto donde él y su madre viajaban. Después de eso, Ren, quedo huérfano, por lo que fue criado por su tío materno y su pareja. Con el pasar de los años, el pasado parecía quedar atrás, solo...