''Capítulo 18''

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Hi :3, bueno como les había dicho este cap es la continuación del cap 16, así que sin molestar más las dejo leer. Saranghae ^^.



Por JR:

-Espere un momento, hay algo que aún no entiendo—mencioné confuso, repasando nuestra charla una y otra vez en mi cabeza.

-¿Ah sí, y que es?—preguntó atentó, esperando por mi respuesta.

-¿P-porqué...porqué me habla de todo esto? ¿Porqué me habla de su cuñada y del accidente?— pregunté de vuelta, ahora siendo yo el que espera su respuesta.—¿Porqué me cuenta de su enfermedad?

-Pues justamente es de eso de lo que quiero hablarte—respondió soltando un ligero suspiro, parpadeando un par de veces para así evitar dejar salir alguna lágrimas.—Como te dije, Su Yeon tenía leucemia de pequeña, todos creímos que estaría bien, pero no fue así.

Y el hombre detuvo su hablar para volver a buscar en su escritorio, ahora sacando unas hojas, la cuales al revisar vi que eran registros médicos. Y, en efecto, la mujer llegó a tener leucemia.

-Unos meses antes del accidente, a Su Yeon le diagnosticaron de nuevo la leucemia, al parecer había regresado y esta vez era más fuerte—dijo ahora con pesadez, se podía notar como el hombre tenía un enorme nudo en la garganta, igual a mí hace momentos atrás.—Intenté suplicarle que llevase la quimioterapia, que le dijese la verdad a mi esposo, pero ella siempre se negó. Prefirió pasar sus últimos meses de vida junto a mi sobrino, haciéndole lo más feliz que pudiese.

De pronto note como una lágrima bajaba de su mejilla, se veía lo mucho que le afectaba todo esto, sobre todo el llevar tanto sufrimiento consigo y no tener con quien expresarlo. Ya que de seguro su esposo estaba igual o peor que él. Yo simplemente aguarde en silencio, esperando a que se tranquilizase y continuase con la explicación.

-La noche del accidente, ella me dijo que solo le quedaban unos días, como mucho un par de semanas, su rostro ya se veía totalmente demacrado—continuó explicando, limpiando toda lágrima que se le llegase a salir.—Por alguna razón, antes de irse, ella me pidió un favor. Me pidió que después de su muerte, mi esposo y yo nos hiciéramos cargo del pequeño Ren, que le diéramos la vida feliz que ella nunca podría darle.

-De verdad, lo siento mucho, yo no...no lo sabía—comenté incomodo, no sabiendo que decir o hacer para calmar ese dolor que llevaba por dentro.

-No te preocupes, nadie lo sabía, nadie a parte de ella y yo—indicó con una voz quebrantada, era de imaginarse, aquel hombre estaba al borde del llanto.—Es más, yo...tengo que darte las gracias.

-¿Gracias?—pregunté desconcertado ante sus palabras. ¿Porqué me daba las gracias? ¿Acaso había perdido la cabeza? ¿Qué no era su cuñada la mujer a la que le arrebate la vida?

-Así es, de no ser por ti, las cosas en mi familia hubiesen sido peor—explicó parándose de su silla, comenzando a caminar por la pequeña oficina.—De no ser por ti y por el accidente, Su Yeon habría pasado sus últimos momentos de vida postrada en una cama, ni siquiera me puedo imaginar a mi sobrino viviendo tal escena. Tú solo adelantaste su muerte, le evitaste el sufrimiento de morir lentamente, me ayudaste a ocultarle la verdad de su enfermedad a mi esposo.

-¿Y eso es bueno? Digo, aún si ella iba a morir, yo no tenía el derecho de quitarle la vida de tal forma—hablé aún desconcertado, tratando de entender todo lo que el tío de Ren me estaba diciendo.

-De nuevo tienes razón, puede que no hayas tenido el derecho, pero evitaste un sufrimiento aún peor en mi familia—mención de vuelta, colocando de nuevo su mano en mi hombro.—Por ello...te estoy realmente agradecido. Así que, sí aún quieres el trabajo...

-No, yo...no puedo aceptarlo, es demasiado—repliqué, levantándome de golpe de la silla, dispuesto a irme de aquel lugar.

-Vamos , Jonghyun, sé que necesitas el trabajo—insistió el hombre sin soltar mi hombro. Joder, tenía tanta razón, pero aún así algo dentro de mí se negaba a aceptar. Tal vez el imaginar que el tío de Ren descubra lo que tengo con su sobrino, es lo que más me aterra en todo aquello.—Y sé que soy el único que te lo puede dar en estos momentos. Te prometo un sueldo justo, inclusive tendrías días libres.

-Yo...no lo sé, no quiero que tenga problemas con su esposo por mi culpadije pensando en el otro tío de Ren, el que sin dudas debía odiarme a muerte.Ya sabe, si el se enterase de que trabajo aquí, para usted, estoy seguro de que se pondría como loco.

-Tranquilo, no te preocupes por eso, yo me encargaré de que él no lo sepa—habló con una sonrisa algo forzada, de seguro es por el hecho de volverle a mentir a su esposo.—¿Y bien, que dices? ¿Aceptas o no el trabajo?

-Esta bien, señor Kwak, acepto el trabajo—respondí mordiendo un poco mi labio inferior, pensando en si no había cometido un error, uno muy grande.—Pero...solo por que realmente lo necesito.

Y sin poder decir más, el hombre se abalanzó sobre mí, estrechándome en un fuerte abrazo. Sin saber muy bien que hacer, correspondí su abrazo. Vaya, para ser pequeño de estatura, el hombre tenía su fuerza. Luego del abrazo, el tío de Ren regreso a su silla, mientras que yo permanecí de pie.

-De verdad me alegra el que hayas aceptado, Jonghyun—indicó el hombre sacando unos nuevos papeles.—Para empezar con el trabajo solo debes venir mañana temprano, a las diez esta bien, no olvides traer todos los requisitos que vienen ahí.

-Le prometo que no lo voy a defraudar, señor Kwak—mencioné, dando una pequeña reverencia en agradecimiento por el nuevo trabajo y por la oportunidad que me estaba dando. Después del terrible pasado que nos unía.

-Lo sé, sé que eres un buen muchacho, Jonghyun—comentó con una sonrisa, una que no dude en corresponder. Luego volví a dar una rápida reverencia antes de salir de su oficina, dispuesto a regresar a casa y descansar.

Necesitaba una buena ducha, una que me ayudase a relajarme y hacerme reflexionar. Por un lado, estaba feliz, de nuevo tenía trabajo. Lo que significa que podre seguir sacando a pasear a mi lindo conejito. Aunque por el otro, el trabajar en el restaurante del tío de Ren me inquietaba bastante, sobre todo el que Ren pudiese llegarme a ver.

No puedo ni imaginarme la cara de sus tíos cuando se enteren de que estoy acortejando a su pequeño sobrino. Peor aún, que el tipo que lo hace, es el mismo que provoco el accidente en donde murió la madre de Ren y la hermana de uno de sus tíos.

Y eso me hizo pensar, aún si tengo el perdón de uno de sus tíos,  para mí no es suficiente. Yo...yo necesito el perdón de Ren, necesito escucharle decir que me perdona, necesito tener a ese lindo conejito a mi lado. Protegerlo y hacerlo inmensamente feliz.


''Culpable''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora