''Capítulo 17''

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Pos holi :v, como les dije en cap anterior, es el turno de rencito el conejito, así que espero y lo disfruten, no olviden comentar y darle a la estrellita. Saranghae (°//3//°)



Por Ren:

Me encontraba llegando al instituto, tío Aron me había traído y de paso me había dado algo de dinero, esto para comprarme algo a la hora del almuerzo. Tal parece que ya no esta enfadado conmigo, aunque no sé de tío Min, ya que cuando salí de casa el aún dormía.

Una vez entré al instituto, me disponía ir a mi salón, cuando de pronto lo vi. Ahí estaba BaekHo, charlando con algunas chicas y chicos, muy seguramente se trataban de sus admiradoras y admiradores. BaekHo era realmente tonto al fijarse en mí, más cuando tenía chicas y chicos más lindos que yo babeando por él.

Iba intentarme acercar a él, cuando este de la nada volteo a verme, frunciendo el ceño y yendo con todos aquellas chicas y chicos a otra parte. Pensé en seguirle pero la campana que indicaba el inicio de clases había sonado, por lo que debía darme prisa e ir al salón. Gracias al cielo había entregado el trabajo el día anterior, por lo que mi resultado fue de diez.

-¡Perfecto!—exclamé de felicidad para mi mismo, volteando y buscando con la mirada a BaekHo, el cual no mal recordaba no había entregado el trabajo. Podía ver la frustración y tristeza en su rostro. A los pocos segundos volteó a verme, cambiando su semblante y haciendo un gesto de desagrado.

¿Por que se comportaba así conmigo? ¿Acaso no sé de cuenta de que yo nunca quise lastimarlo? Simplemente me dolía su actitud, no quería perder nuestra amistad, no cuando era la única que tenía desde pequeño. BaekHo siempre hemos sido amigos, nos conocimos un año después del accidente donde perdí a mi madre.

Al principio me asustaba un poco, tal vez debido a mi timidez, pero al final resulto que BaekHo no era un chico malo como aparentaba. Al contrario, es muy cariñoso y alegre, como mi tío Min. Seguramente es por ello que lo veo solo como un amigo o un hermano mayor antes que algo más. Aún así tenía que recuperar a mi mejor amigo, no me daría por vencido hasta hablar con él y solucionar las cosas. Una vez salimos a la salida, corrí tras de él, no podía dejarlo volver a casa, no todavía.

-¡BaekHo, espera!—grité para, al fin, detenerle. Lentamente camine hasta él mientras este se volteaba, quedando así uno frente al otro.—Por favor, deja de evitarme. ¿Porqué lo haces?

-¿Acaso no es obvio? —preguntó con un tono sarcástico, acompañado de una sonrisa un poco extraña.—Ren...tú rompiste mi corazón, o lo que quedaba de él.

-Lo sé y me siento muy mal por ello—respondí apenado, dispuesto a avanzar un poco más y así abrazarlo. Pero en cuento comencé a acercarme, él parecía alejarse.

-¿Sentirlo? Dudo mucho que puedas sentir lo que yo siento en estos momentos, Ren—indicó BaekHo ahora serio, cambiando totalmente su expresión.—Tú no sabes lo que se siente al ver a tus padres separarse después de tantos años de matrimonio. Tampoco sabes lo que es ser rechazado por el amor de tu vida.

-Yo...tienes razón, no sé lo que es ver a mis padres divorciarse—mencioné de vuelta, sintiendo mis ojos cristalizarse ante sus palabras.—¿Y sabes por que? Por que simplemente yo no tengo padres, desde muy joven los perdí. Y puede que no sepa lo que es ser rechazado, pero aún así se lo que es un amigo y tú eres mi mejor amigo, BaekHo.

-Ese es el problema, Ren, yo...no te veo como un amigo, sino como algo más—comentó vulnerable y sincero, casi nunca le había de esa manera, a excepción de cuando me contó lo de sus padres en la para de autobús, esa donde me robó mi primer beso. De pronto comenzó a caminar hacía a mí, haciendo que esta vez fuera yo quien retrocediera.—¿Dime, tan desagradable se te hace el estar conmigo, el darme una oportunidad, el dejarme ser tu novio?

-BaekHo...—susurré ante su cercanía. El rostro de mi mejor amigo ahora se encontraba a tan solo centímetros del mío. Siendo observados por algunos pocos chicos que aún no regresaban a casa. Y sin más, sintiendo su respiración chocar con la mía, BaekHo me besó.

No era un beso posesivo ni rudo, era más suave y cálido, lleno de infinita ternura. Y me sentí tan mal, por que sabía que BaekHo si me quería realmente, solo que yo... Yo no lograba sentir lo mismo por él. Aún así intenté corresponder su beso, tal vez por la lastima, pero rápidamente me aparte cuando el rostro de JR se me vino a la mente. Sus besos eran tan diferentes, con BaekHo no podía sentir nada, ni siquiera deseo, mientras que con JR era totalmente diferente.

Con un solo beso de JR, era capaz de sentir mil cosas en un instante, incluso las famosas mariposas en el estómago. Lentamente me separe de BaekHo, colocando mis manos en su pecho para así distanciarnos. Solamente pude bajar el rostro, no queriendo encontrarme con el suyo.

-Por favor, ya no insistas, entiende que yo...—pero no me dejo terminar, BaekHo me había tomado entre su brazos, estrechándome con fuerza. Sin saber muy bien que hacer, poco a poco correspondí a su abrazo.—BaekHo...de verdad no quiero perderte, no me dejes.

-Dame una oportunidad, Ren, solo una—volvió a insistir, abrazándome cada vez más fuerte.—Juro que no te arrepentiras, te haré el chico más feliz de todos. Ya verás que con el tiempo también aprenderas a quererme.

-No, las cosas no funcionan así, BaekHo—intenté separarme, pero su agarre era demsiado fuerte.—De salir contigo solo te lastimaría, te haría tener falsas esperanza de algo que jamás existirá.

De pronto la mirada su actitud cambió, tomándome de las muñecas para luego acorralarme contra un muro del institutos.

-¿Porqué, porqué es tan difícil para ti el darme una oportunidad?—gritó esta vez, logrando asustarme un poco.—¿Por que te niegas sin siquiera intentarlo?

-Por que yo...yo...—intenté hablar pero aquella situación me ponía un tanto nervioso. Sabía perfectamente el por que no podía corresponderle, y no por que solo le viese como un amigo,  sino por yo ya tenía a alguien especial.—Yo estoy enamorado de alguien más.

-¿Alguien más?—repitió desconcertado, logrando así que me soltase. Él solo se digno a mirarme una última vez, antes de voltearse e irse a toda prisa.

Y de nuevo me sentí mal, dejándome caer en el suelo y desmayándome a los pocos segundos.  Escuchando la voz de algunos corriendo hacía mí, unos segundos antes de quedar en un completa oscuridad. 

''Culpable''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora