''Capítulo 15''

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Bueno, como estoy de vacaciones, pero igual tengo mucho que estudiar, tratare de actualizar todo lo posible durante mis cortas vacaciones. De igual forma espero esten disfrutando mucho de mis fics y que les sigan dando mucho amor como hasta ahora. Saranghae (°2°).



Por Aron:

Me encontraba llegando del trabajo, realmente estaba algo cansado, pero debía ser fuerte pormi familia, ellos dependen de mí. Una vez dentro, fue cuestion de segundos para que Minhyun se avalanzara sobre mí, pero no para besarme, sino para decirme que Ren aún no había regresado de clases. Que extraño, Ren siempre regresa antes que yo.

-Cariño, trata de calmarte, no vayas a hacerle daño al bebé—dije preocupado y no solo por mi esposo y mi futuro hija o hijo, sino también por mi sobrino. ¿Donde rayos se había metido ese niño?

-Aron...¡¿Como me pides que me calme?! ¡¿Que acaso no ves que Ren aún no regresa?!—gritó molesto y al borde del llanto. Podía entenderlo, Min estaba igual o más preocupado que yo. Aunque era de esperarse, Ren es como nuestro hijo, no soportariamos que algo malo llegase a pasarle.

-Minhyun, te ruego que te calmes, por favor—intenté volver a calmarle, sentándonos en el sofá para así poder revisar como estaba el bebé. Justo cuando iba a hacerlo, el sonido de alguien intentando abrir la puerta, nos interrumpió.

Era Ren, el cual no tardo mucho entrar, haciendolo de espaldas y con el mayor cuidado, para supuestamente no hacer ruido. Automaticamente Min me apartó, poniendose de pie, no dure nada en imitarle.

-¡Hwang Ren, mocoso irresponsable!—gruñó Min con molestia, aunque al mismo tiempo con proecupación.—¿Me puedes explicar que son estas horas de llegar, jovencito?

-Y-yo...—tartamudeó nervioso, podía ver su expresión de pánico, tal y como la de un niño después de hacer una travesura.

-Ren, de verdad nos tenías muy preocupados, ni siquiera contestabas nuestras llamadas—regañé serio y con el ceño fruncido, me sentí un poco decepcionado de él.

-Lo siento mucho, es solo que mi celular murió y...—intentó defenderse pero, era obvio que estaba mintiendo, siempre que arruga su nariz es por que esta mintiendo.—Y el de BaekHo también.

-¿Estabas con BaekHo?—preguntó Min, no estaba muy seguro de si se había dado cuenta de que estaba mintiendo, pero al parecer eso le estaba calmando así que no pensaba interferir.

-Sí... lo que pasa es que fui a tratar de arreglar las cosas con él pero, al parecer también esta teniendo problemas en casa, por lo que me quede a consolarle—continuó mintiendo, arrugando cada vez la nariz.

-Esa no es excusa, jovencito, pudiste pedir el teléfono de casa prestado y avisar—protestó mi angustiado esposo, viéndole agarrarse el vientre, volviendo a preocuparme la salud de ambos.—En fin, en lo que pienso en un castigo para ti, ve a cambiarte y lavarte las manos para que bajes a cenar.  

-¿Castigo? Pero...—intentó reprochar, a lo que rápidamente levante mi mano para detenerle. Ya era suficiente, no estaba dispuesto a ver a mi esposo ponerse aún peor.

-Por favor, Ren, hazle caso a tu tío—indiqué sin dejar de fruncir mi ceño, volviendo a revisar si Min y el bebé se encontraban bien.

Luego de aquella discusión y una cena un poco más tranquila, me dispuse ir a dormir. Aunque claro, antes fui a hablar con Ren, no me gustaba nada que estuviese mintiendo. Y pensar que todo este drama fue por una cita a escondidas. Definitivamente, nuestro pequeño Ren estaba creciendo.

-Descansa, pequeño—dije una vez nuestra platica había finalizado y me disponía a salir de la habitación.

-Tú también descansa, tío Aron—dijo el menor de vuelta antes de que cerrase la puerta. Encaminándome a mi habitación.

-¿Cariño?—llamó mi sexy esposo mientras se cambiaba y se preparaba para dormir, dejándome observar su sexy espalda y su enorme barriga. No pudiendo evitar morder mi labio inferior al verle de esa forma.—¿Pudiste hablar con Ren?

-Sí, todo parece estar en orden—comenté, acercándome sigilosamente y abrazándole por la espalda, provocándole un lindo sobre salto.—Aunque...tal parece que Minzy y Onew se van a divorciar.

-¿Qué, de verdad hablas enserio?—preguntó sorprendido, dándose la vuelta para así observarme fijamente, casi dudando mí.—Pero...si no mal recuerdo, Onew ama a Minzy con locura.

-Lo sé, pero tal parece que el amor se les acabo y se van a separar—indiqué un poco incomodo y no por la cercanía de mi esposo, sino por que conocía a Minzy desde joven, siempre fue una buena amiga nuestra. Esto sin contar los enormes celos que tenía Minhyun de ella, ya que muchas veces Minzy intento separarnos, según recuerdo estaba enamorada de mí. Pensar en Min celoso, es tan lindo. 

-Aron...tengo miedo, no quiero que nos pase lo mismo, no quiero...—intentó hablar pero simplemente no le di tiempo, callándolo con casto beso, cargado de infinito amor. Por que amo a mi esposo infinitamente, como ni siquiera él tiene idea.

-Shhh, ni se te ocurra decirlo, mucho menos pensarlo—volví a indicar, colocando por unos segundos mi dedo sobre sus labios, solo para cargarlo en brazos momentos después. Estaba algo pesado pero no me importaba, tenía que hacerle ver que lo que estaba punto de decir no era más que una tontería. Jamás lo dejaría.—Te amo, Minnie, ya deberías saberlo.

Sin más me dispuse a desvestirlo y hacerlo mío. Besando lentamente una a una todas las partes de su cuerpo, sobre todo esa enorme barriga. Y pensar que pronto seré padre de ese bebé. Al día siguiente desperté, viendo a hermoso esposo dormir plácidamente, tanto que no quise despertarlo. Una vez deje a Ren en el instituto, me dirigí rápidamente a mi trabajo.

Todo parecía estar bajo control, excepto por los gastos. Sabía que debía contratar un repartidor extra pero simplemente no me daba a bastos para pagar otro salario más. Y justo cuando pensaba en ello, tocaron a mi puerta.

-Jefe...¿Se puede?—preguntó Li Ang entreabriendo la puerta.

-Adelante, pasa—respondí mientras dejaba las facturas de lado.—¿Qué sucede?

-Bueno...lo que pasa es que hay un joven allá fuera, al parecer busca trabajo.—explicó brevemente.—Él...me pidió, de favor, que si podía hablar con usted. Si le soy sincera, se ve que de verdad necesita el empleo.

-Entiendo, vamos—indiqué, saliendo de mi oficia detrás de Li Ang. Sabía de sobra que no lo iba a contratar pero de igual forma tenía algo de curiosidad por ver al chico. Una vez fuera, me dispuse a negarle el empleo.

-Lo siento pero, en estos momento no estamos—intenté hablar pero en cuento le vi, sentí como mi cuerpo se paralizaba. Él...él era el chico del accidente, el chico que...había provocado la muerte de Su Yeon.—Tú... ¿Qué haces aquí?

-Y-yo...—tartamudeó nervioso. Al parecer estaba igual de sorprendido que yo. Como si ninguno esperara ver al otro.—L-lo siento, no quise molestar.

Y el chico dio una reverencia, dándose la vuelta para marcharse. No podía dejarlo ir, por alguna razón que desconozco, sentía que debía hablar con él. Ahora que lo tenía de frente a mí no tenía por que perder la oportunidad.

-¡Espera!—llamé un poco fuerte, haciéndole detener y llamando la atención de los pocos clientes que se encontraban en el negocio. Lentamente camine hasta él, colocando mi mano sobre su hombro, sintiendo su cuerpo temblar levemente.—Ven conmigo, tú y yo...tenemos algo muy importante de que hablar.


''Culpable''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora