Holi :3, bueno...como recordaran, ya les había comentado acerca de mis pruebas y, lastimosamente, ya perdí una así que...si me notan algo desconectada es por que estoy algo triste. De igual pienso darles los mismos sensualones caps de siempre, así que espero lo disfruten. Saranghae :D.
Por JR:
Una vez que terminamos nuestros helados y, charlar un poco, decidí que era hora de llevar a Ren a casa. El sol ya se había puesto y, lo mejor era llevarlo pronto de regreso. No sin antes una buena despedida, claro esta. Y justo para evitar problemas, decidí dejarle unas casas antes, todo con tal de que sus tíos no me viesen.
-Muchas gracias por la cita, JR, me la pase increíble—dijo tímido y con las mejillas levemente coloradas, una vez que se había bajado de la moto y me entregaba el casco extra.
-No tienes nada que agradecer, conejito, al contrario, gracias a ti—comenté de vuelta, igualmente bajando de la motocicleta.—Gracias por no irte y, dejarme votado después de lo que paso en los bolos.
-Da igual, supongo que todos merecemos una segunda oportunidad, ¿No?—preguntó un tanto serio pero, sin desvanecer su rubor de sus mejillas.
-Puede ser, aunque la verdad, dudo que yo la merezca—respondí un tanto nervioso, recordando el horrible pasado que nos unía.
-¿Porqué dices eso? Todos merecemos una segunda oportunidad—indicó con bastante seriedad. Más de la que me imaginaba en un conejito tierno e ingenuo como él.
-Supongo que tienes razón—mencioné de vuelta, viéndole sonreír victorioso. Lentamente camine hasta él, llevando una de mis manos hasta su mejilla.—Por otro lado... Espero que pronto me des otra oportunidad. Moriría por tener otra cita contigo, Ren.
-¿De verdad, lo dices enserio?—preguntó con cierta emoción, una que se reflejaba en el hermoso brillo de sus ojos.
-Muy enserio—susurré con seducción, acortando la distancia entre nuestros rostros, quedando nuestros labios a tan solo centímetros.
-JR—llamó nervioso. Pude observando como su labio inferior comenzar a temblar, al mismo tiempo que su respiración se agitaba con fuerza.
Y sin darle tiempo a decir nada, ni siquiera reprochar, me abalance sobre sus labios. Comenzando con un ligero roce en la comisura de sus labios, hasta succionar y tirar parte de su labio inferior, incluso rozando su lengua unos escasos segundos. Era tan lindo sentir su torpeza al intentar corresponder. Amaba cada vez más a ese hermoso, tierno e inocente conejo.
Lentamente me separe de él, haciéndome con la hermosa escena de sus labios entre abiertos y sus mejillas teñidas de un rojo tan intenso como la sangre. Casi podía escuchar el latir de su corazón a través de su agitada respiración.
-No te imaginas lo mucho que me gustas, conejito—volví a susurrar, aguantándome las ganas de volverle a besar. Rápidamente me aparte, observando sus enormes ojos fijos en mí.—Nos vemos después, descansa.
Y justo iba a darme la vuelta, dispuesto a subir a mi motocicleta, cuando la mano de Ren me detuvo. Tomándome con fuerza por antebrazo.
-Espera...—dijo en hilo de voz, debido a la agitación aún en su respiración.
-¿Qué pasa?—pregunté confundido.
-Yo...—habló tímido, bajando la mirada al suelo.—No, nada.
-Vamos, dilo—insistí, tomando su mano para soltar el agarre, sintiendo un ligero temblor en ella.
Y, de la nada, Ren me besó. Estirándose un poco para poder llegar a mis labios. Esbocé una leve sonrisa, antes de corresponderle. Sintiendo sus torpes labios, intentar besar lo mejor posible. Me daba tanta ternura. No lo pensé más, rápidamente le tome por la cintura, apegándolo a mi cuerpo. Permanecimos así unos minutos antes de separarnos.
-Si tanto querías otro, solo debiste decirmelo—mencioné divertido, acariciando su labio inferior con mi pulgar antes de besarle suavemente en la frente.
-¿T-te volveré a ver?—preguntó con ilusión, notando como sus ojos volvían a brillar, esta vez llenos de esperanza.
-Estoy seguro de que sí, solo espera unos días—indiqué, revolviendo su cabello antes de subir a mi motocicleta.—Te prometo que cuando nos volvamos a ver, te llevaras una linda sorpresa.
-¿Es una promesa?—volvió a preguntar, ahora con una enorme sonrisa en sus labios.
-Sí, es una promesa—respondí con otra sonrisa de vuelta, colocándome el casco para luego encender la motocicleta. No pude dejar de observarle a través del espejo mientras me alejaba.
Al llegar a casa, rápidamente me quede dormido. Estaba algo cansado y, sobre todo, tenía que madrugar. Aún si Ren poseía la mayor parte de mis pensamientos, también tenía mis propias preocupaciones, por ejemplo, encontrar un nuevo empleo.
Si quiero reiniciar mi vida bien, tengo que hacer las cosas bien, ¿No? En cuento escuche mi alarma sonar, no dude dos veces en levantarme, si de verdad quiero encontrar un nuevo empleo, lo primordial es salir desde buena mañana en busca de uno.
Pero, tal parece que me equivoque, ya cuando mire el reloj en mi muñeca, pude notar que pasaba del medio día. Simplemente estaba dando vueltas en circulo, escuchando un ''No, lo siento'' tras otro. Todas aquellas personas negándose a darme una oportunidad.
Y sin darme cuenta, dejándome llevar por mis pasos, termine frente a un último restaurante. ''El Pato Feliz'', eso decía en aquel enorme letrero color azul, acompañado por un pato con sombrero y traje. ¿Qué clase de nombre era ese, como alguien podía ponerle así a su restaurante? No estaba seguro de encontrar trabajo allí pero, de igual forma, no tenía nada que perder. Aquella era mi última oportunidad.
Suspire profundo antes de entrar, sintiendo mi corazón latir fuerte de los nervios. Lentamente me acerque al mostrador, siendo atendido por una linda chica de cabello negro. Pero, ni siquiera su belleza podía compararse con la del conejito. Ese pequeño no tenía igual.
-Buenas tardes, ¿Qué desea ordenar?—preguntó la chica con una amable sonrisa.
-Lo siento, yo... ¿Podría hablar con el dueño?—pregunté de vuelta, viendo a la chica doblar su cabeza con algo de confusión.—Lo que pasa, es que ando en busca de trabajo. Y yo, quería saber si él, no tendría una vacante.
-Entiendo, espere aquí por favor, iré a llamarle—indicó la chica antes de darse la vuelta e ingresar por un puerta que se encontraba a un lado del mostrador. Podía sentir como mis manos sudaban, a como también un escalofrío recorría mi cuerpo. Casi como un presentimiento.
No paso mucho tiempo para que la puerta se volviese abrir, viendo a la chica salir, seguida por un hombre un tanto más bajo que ella. Y de inmediato lo reconocí, era él, era el esposo de aquel hombre. El hermano de aquella mujer a la cual le había quitado la vida, en otras palabras, la madre de Ren.
-Lo siento pero, en este momento no estamos...—y, simplemente, enmudeció. Podía sentir la penetrante mirada de ese hombre sobre mí, mirándome fijamente. No podía sentirme más nervioso en aquellos momentos, sentía que mi corazón se detendría en cualquier instante.—¡Tú! ¿Qué haces aquí?
m
ESTÁS LEYENDO
''Culpable''
FanfictionRen era tan solo un niño cuando un joven, borracho, chocó el auto donde él y su madre viajaban. Después de eso, Ren, quedo huérfano, por lo que fue criado por su tío materno y su pareja. Con el pasar de los años, el pasado parecía quedar atrás, solo...