4. Bravucón.

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9 años después...

-Ohh, bebé, que rico besas.

Volvió a besarlo con ansias para luego poseer esos labios rosados, hinchados y sabrosos del peli rosa, este rodeo la cintura con sus piernas, haciendo que sus miembros se sintieran entre las telas que los cubrían, excitándolos más con un rico movimiento de sus cadera haciendo una fantástica fricción, mientras que comenzaba de nuevo una guerra de lenguas. Su mano, que aún eran pequeñas y regordetas, se deslizo por el pecho cubierto por la camisa que traía la persona encima suyo, luego paso por el abdomen hasta llegar al elástico del bóxer tomándolo y después azotarlo para provocar al contrario, metió su mano y con sus dedos acaricio suavemente el glande, lo tomo por completo moviendo su mano de arriba hacia abajo con lentitud, haciéndolo gruñir por la desesperación.

Se separó del beso hambriento, para acercarse al oído de este y fingir un gemido agudo.

-Ya lo quiero dentro- el peli rosa ronroneó sexy, mordiendo el lóbulo y a la vez apretando un poco el falo del contrario.

-Te la meteré toda, como lo deseas, pequeño- después le susurro en el oído - Te hare gritar de placer~

Se separó para quitarse la camisa viendo al bello ser que tenía enfrente, con ese cuerpo tallado por dioses tendido delicadamente sobre la cama, solo con sus bóxer negros haciéndolo ver más erótico, vio que sus dedos empezaba a deslizarse por sus bien formadas piernas, abiertas para él, hasta llegar a su entrada, acariciándola encima de la tela que lo cubría y sobresaliendo lo redondo que era su trasero.

- Lo quiero aquí.- apretando un poco de su entrada, sonriendo travieso y mirándolo lujurioso.

Ya no aguantó, de inmediato se quitó los calzoncillos agarrando sus piernas para jalarlo, haciéndolo soltar un gemido cuando sintió lo duro que estaba, empezando un beso desesperado. Y antes que siguiera, lo detuvo y lo alejo.

- Sabes bien que tienes que ponerte protección.- le dijo serio.

- Oh Vamos baby, eres un beta igual que yo, es imposible que quedes embarazado.- se quejó ante la petición.

- No quiero que me contagies de algo.

- Ya te dije que no tengo ninguna enfermedad.

- No me importa, hazlo.- sentenció.

El otro solo soltaba murmullos de frustración volviéndose a separar para hacerle caso.

Unos golpes en la puerta principal hicieron que el dueño del cuarto se levantara, para ponerse una bata y dejar al beta ahí, pasando por alto su orden de que solo ignorara el llamado. Pues a él nadie le ordenaba que hacer.

Abrió la puerta encontrándose a la señora mayor llamada Dulce, conocida para él como la Doña que le renta.

-Buenas noches Sra. Dulce, entre.- dijo cortésmente con una sonrisa, y abriéndose para darle paso a la mayor.

- Buenas noches Jimin, no gracias, solo vine a avisarte que a lo mejor ya encontraste un roomie, y es un Beta.- dijo la omega mayor, sonriéndole amablemente.

Jimin se emocionó, porque a sus 19 años con un trabajo de medio tiempo con los estudios encima y comprar las pastillas, ya no le alcanzaba el dinero para la renta y así ya podría compartir los gastos. Le era difícil encontrar un compañero de cuarto pues solo encontraba puros Alfas y temía que fuera un Alfa.

- Mañana por la tarde vendrá a ver la casa, a ver si le gusta.- volvió a hablar la mayor.

- ¡Wooo! Muchas gracias Noona, usted es fantástica.- alagándola porque realmente lo necesitaba.

My little bitch ☆YoonMin☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora