Donde Yoongi y Jimin eran amigos en sus niñez...
Pero por algunas circustancias los padres de Jimin decidieron mudarse.
Historia creada por mi, no copias ni adaptaciones sin consultar, todos los derechos de autor reservados.
Obvio los personajes no...
Jimin había despertado antes que Jungkook y se paró poniéndose sus pantalones, sintió muy áspero cuando rozo las hematomas de sus piernas provocando salir de nuevo las lágrimas por el intenso dolor, aún tenía el suéter, tomo su mochila y huyó corriendo, tenía mucho miedo de que el Castaño abriera los parpados.
Las calles estaban obscuras tomando de inmediato el primer taxi que vio, sentía mucho ardor en todo su cuerpo y en su desgarrado recto; lloraba de la desesperación por no detener el dolor.
Se tomó sus supresores durante el viaje. El chofer se había preocupado y le preguntaba al pequeño que si en verdad estaba bien, y este solo respondía entre sollozos que sí y que solo siguiera. Se quería sentir protegido y ahí para nada se sentía protegido, tenía demasiado miedo y temblaba como loco, se sentia un asco.
Llego a su pequeña casa pero no encontraba sus llaves optando por tocoar la puerta impaciente provocando un sonido fuerte para que su compañero no le ignorara, no quería que lo ignorara esta vez, no ahora, rogaba para que la puerta se abriera.
- Por favor, por favor Yoon, por favor...
Escucho como la ronca voz refunfuñaba abriendo tantito la puerta y se adentró rápido haciendo a un lado a su compañero que lo miro con su ceño fruncido por el empujón.
Se tiro a llorar a gritos al suelo mientras se abrazaba al mismo.
-¿Chi... Chimin? ¿Te... encuentras bien?- pregunto el beta pelinegro, vio como movía su cabeza diciendo que no.
Yoon se acercó muy preocupado al pequeño cuerpo que temblaba mucho tirado en el suelo, se puso en cuclillas y acaricio su espala por los hombro, Jimin gimió cuando sintió el contacto que le causo ardor. El mayor rápidamente quito su mano al ver como lo había dañado con ese rose.
- Chimchim... ¿Q...qué te paso?- su voz se oía preocupado.
Jimin todo tembloroso lo miro por un segundo con sus ojos llenos de lagrimas y sin pensarlo más se le aventó enredándolo en un abrazo, escondió su cara en el cuello y hombro, se quería sentir seguro ya no quería más golpes, ya no quería sentir dolor.
-T...tengo... miedo... a...ayu...ayúdame... Yoon...- hipeaba en cada palabra.- ya no aguanto... más golpes... más dolor... ya no... No.- susurraba en el cuello blanquecino y la voz se le acababa en las últimas palabras.
Yoon temía abrazarlo, no sabía si lo lastimaría, tenía sus manos para ya abrazarlo pero no se atrevía, no sabia si lo lastimara con esa acción.
-Agárrate fuerte pequeño.- le susurro en el oído. Sintió como los brazos le apretaron un poco y tomo con cuidado sus muslos enrollándolo a su cintura y lo llevo al sillón, sollozo el pequeño por el ardo que sintió por el agarre en sus muslos. Intento sentarlo en este pero solo tembló más y aferro más su agarre del abrazo.
-No... No me dejes.
Se sentó él en el otro sillón chico y tomo al pequeño, oyó como soltó un jadeo cuando lo acomodo en su regazo. Lo empezó acurrucar en sus brazos.
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