3.

91 7 3
                                    

—¿Es mal comportamiento decir la verdad?, porqué si es así, creó qué debo ir a la cárcel por tan mal comportamiento.—Dijo Grace con una ceja alzada y un tono burlón en su pequeña y ligera sonrisa.

—Grace, decir la verdad no es mal comportamiento, es mal comportamiento gritarle a los maestros, salir de la clase dando un portazo...—La directora miró hacía arriba, mientras recordaba todas las faltas de respeto y todo el mal comportamiento qué Grace había hecho.

Eres una jodida bastarda, pero linda y pequeña, Grace, pensó, mientras su mente divagaba.

—Lo sé, lo sé, ¿Quiere darme el castigo de una vez?, sé qué soy la peor alumna de la escuela, ya lo aprendí de memoria.

La directora torció la boca en una mueca de disgusto, aquella niña tenía muchos.... ovarios como para responderle de esa manera.

—Sólo le llamaré a tú mamá está vez—Aseguró ella mientras abría un cajón de su escritorio, en donde se encontraban todos los registros de los alumnos, incluyendo su dirección y número telefónico.

—Sí la maestra no hubiera dicho qué que bueno que no es mi madre, estaría llorando para que no llamara a mi mamá ahora mismo, pero lo dijo, así que no tengo miedo s lo que me diga mi mamá. Vamos, llámela.—se cruzo de brazos y miró con atención los movimientos de la directora, quién bufó con rabia pero aún así tomó el teléfono, con toda la intención de que su madre regañara a Grace. Sabía que era una excelente estudiante en cuanto a calificaciones, también sabía ciertos tipos de problemas que habían en la casa de Grace, pero tampoco debía ser grosera y burlona con los mayores y superiores, cómo ella.

Marcó los números en el teclado del teléfono de casa, mientras miraba a Grace como en forma de reproche, Grace se encogió de hombros mientras le restaba importancia a los tontos reproches de la directora.

—No contesta, probablemente esté muy ocupada como para contestar,—suspiró con pesadez,—puedes irte Grace, y que no se vuelva a repetir.

Grace salió de la dirección con una sonrisa satisfactoria en sus labios, joder, qué bien le fue, esperaba que la maestra no fuera a ser tan estúpida como para empezar otra 'pelea' o llamarle a la directora de nuevo. Bah, porquerías.

Llegó al salón con la sonrisa más angelical que pudo haber puesto, y no, no se iba a disculpar. La maestra la miró con pesadez, sabía que no había servido de nada aquella charla con la directora.

—¿Grace?—Mencionó la maestra con voz calmada y tranquila, cómo si estuviera relajada.

—¿Si?.

—Lo siento. Sé qué tú mamá está... muy orgullosa de ti, lo siento por haber dicho eso, ¿bien?.—le dedicó una sincera sonrisa llena de arrepentimiento.

—Bien. Y no, mi mamá no está orgullosa de mi, dígame, ¿Estaría orgullosa de una hija qué saca el tercer lugar?, puf,—chasqueo la lengua, y luego susurró;—puras mierdas.

—Bien, después de ese incómodo y bochornoso momento,—Rió ligeramente tratando de aligerar el ambiente,—Los niños que necesitan ayuda pueden recibirla en los bancas del patio de juegos, por favor, vayan en orden.

Todos salieron cómo almas que lleva el diablo, corriendo entre empujones y tropiezos, Grace los miraba esperanzada a que alguno de los que -posiblemente se rieron del momento incómodo entre la discusión de la maestra y ella-, se cayera.

Y para su parecer, aquello no era nada cruel.
N.A: Cruel es bueno. 😂❤

—Vamos, hay mucho que estudiar Grace, mueve esas patitas.—Habló Thomas, quién iba detrás de Grace, ésta rodó los ojos fastidiada.

Te odio, odio que quieras hablarme, así qué deja de hacerlo, y no digas "patitas".

Alphabet boy.√√Donde viven las historias. Descúbrelo ahora