(15) Yrros

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Tras levantarse y desayunar, Lauren se puso a ojear algunos dibujos de Brooke, con su permiso. A parte del que le había hecho a ella, tenía otros bastante buenos, echos a lápiz o carboncillo como mucho. La autora de los mismos la observaba con nervios, intentando averiguar por las expresiones de su cara lo que le pasaba por la cabeza. Después, Aries sonrió y exclamó:

- Eres una verdadera artista.

Brooke aceptó el cumplido, aunque le aseguró que no era tan difícil. Entonces, le enseñó una libreta de bocetos a lápiz que había hecho hacía un tiempo. A Lauren le llamó la atención uno en especial, la mitad de la cabeza de lo que parecía un extraterrestre. Su nariz y boca eran más bien pequeñas, al contrario de sus ojos y sus orejas, que eran enormes. Las orejas eran finas y puntiagudas, y los ojos grandes y redondos. Su pupila era un planeta y alrededor, en lo que sería blanco en un ojo humano, era oscuro a excepción de pequeñas estrellas que resaltaban en la negrura.

- Eso es un yrrosen - le aclaró Brooke.

- ¿Un qué? - rió Lauren ante la complejidad del nombre.

- Un yrrosen, habitante del planeta Yrros* - explicó la chica.

Al ver la expresión de perplejidad que tenía su amiga, Brooke decidió contarle la historia.

- Hará ya unos meses, yo estaba paseando por la calle, en busca de Leo - sonrió al recordar - Y me acuerdo de que me crucé a un niño pequeño. Sentía que tenía algo raro, aunque no lograba adivinar qué. Me quedé mirándolo y él se me acercó. Entonces, pude ver más allá de lo que el quería que el resto de la humanidad viera. Era un ser extraño, como el del dibujo. De hecho, él es el del dibujo. No me asustó su aspecto, era aprendiza y había estudiado los misterios del universo.

   »Él me explicó que había huído de su planeta con otros como él, porque este se había sumido en el desastre. Escuché interesada todo lo que me narró. Tras unas cuantas catástrofes de grandes dimensiones, el núcleo de su planeta explotó. Él había logrado escapar porque había entendido que los desastres naturales eran un aviso de lo que iba a pasar a continuación, pero la mayoría de los yrrosen no tuvieron tanta suerte.

   »Se extrañó de que lo escuchara todo con tanta atención y sin ninguna señal de tener miedo o repulsión hacia él, porque, normalmente, no podía ni mostrar su verdadera forma a los humanos. Le expliqué que era aprendiza en la escuela del zodiaco y lo que ello significaba. Entonces, me dijo que tuviera cuidado y que sería mejor para mí que no encontrara a Leo, pues la mayoría de los supervivientes de la tragedia de Yrros conocían el zodiaco, pues habían logrado mantenerse con vida gracias a eso. Porque la explosión de su planeta no fue algo casual, fue el castigo que se les impuso por no conseguir reunir a los Doce Elegidos de su planeta.

   »Y ahora, la mayoría de los supervivientes buscaban vengarse de los elegidos de la Tierra, para que este planeta se destruya al igual que pasó con el suyo.

 Lauren se asombró ante tanta información de golpe. Tendría que tener cuidado con los habitantes de Yrros, y también que darse prisa en encontrar a los demás elegidos, pues no quería que la Tierra sufriese el mismo destino que aquel desdichado planeta.

- De todas formas, no debes asustarte, porque seguro que consigues reunir a tiempo a todos los miembros del zodiaco - intentó animarla Brooke.

Ella acabó por asentir, poco convencida.

- Se llamaba Lojale - añadió la chica, perdida en sus pensamientos - Me describió el cielo amarillento de Yrros. Me explicó que era así debido a la proximidad de su estrella, pero que su atmósfera era tan gruesa que impedía que llegase un calor y luz inosportables. Me dijo que esa era también la razón de que sus ojos fueran negros excepto la pupila, que era más bien gris, y que su piel fuese del mismo color, aunque algo más oscura y de un tono menos metálico. Me detalló que las plantas allí tenían un tono rojizo, y que iba a crecer más, porque la mayoría de su especie medía un metro treinta hasta los quince años más o menos, y que un año después crecían hasta dos metros treinta y permanecían con esa edad la mayor parte de su vida.

Lauren observó la mirada nostálgica de su amiga, y pensó que, si Yrros era tan bonito como Lojale se lo describió, ella también hubiera tenido ganas de visitarlo. Aunque ya jamás podrían hacerlo, porque estaba completamente destruido.

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*Yrros: /ˈaɪrəʊz/

Aries (Doce Elegidos I) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora