Aries (Doce Elegidos I) [Completa]

(22) Te necesito

Josh despertó en una cama desconocida. Había mucha oscuridad en la habitación. Entonces, una luz se encendió. Era una especie de cinta luminiscente que estaba repartida por el cuarto, de paredes pintadas de un color violeta oscuro. Intentó levantarse, pero no pudo. Estaba atado a la cama de la misma forma que Cristo en la cruz, aunque con sogas metálicas en vez de clavos.

Se fijó en algo que había colgado en la pared, un periódico antiguo.

Querido agente de la policía fallecido

El agente de policía conocido por todos como Robinson ha muerto en el hospital esta madrugada, tras el acto heroico de esta noche. Intentó ayudar a un hombre mayor al cual estaban pegando unos jovenes que pasaban por allí. Robinson les pidió que parasen de forma pacífica, cuando no estaba de servicio. Los dos chicos reaccionaron mal y, como todos conocíamos a Robinson como un leal agente, le dispararon al dudar de sus intenciones. Los jóvenes en cuestión tienen veintitrés y veinticinco años...

Debajo había una foto del policía fallecido. Josh no se lo podía creer. Era...

Lauren apareció en el salón de Ignis. Le parecía que habían pasado semanas, pero sólo habían sido unos días desde que abandonó la casa de fuego. Subió las escaleras hasta su habitación. Miró con nostalgia la puerta de madera rojiza y pasó los dedos con suavidad sobre el carnero que había en la puerta. Entró, y vio las camas perfectamente hechas. Subió a su cama, se sentó con las piernas cruzadas y la espalda apoyada en la pared, y abrazó la almohada.

Recordó los pequeños instantes que había pasado en ese cuarto. Lo que sufrió porque pensaba que no volvería a ver a su familia, como Josh intentó ayudarla y consolarla en todo lo que pudo... En realidad, nunca lo admitiría porque era una persona orgullosa, pero lo necesitaba. Hasta el último momento había esperado que el chico siguiera ahí, en la cama que había debajo de la suya, esperándola. Pero la mayoría de sus esperanzas murieron cuando Theo pronunció su nombre.

Si lo conocía de algo, sería porque Josh había empezado a buscarla. Aunque siempre podría volver. Alex le había explicado que tanto ella como su Jelhoc podían transportarse a cualquier parte del mundo en la que ya hubieran estado o que guardara una relación con ellos. Aries pudo encontrar Ignis sin haber estado antes en ella porque, de alguna manera, era su refugio. El refugio de todos los signos del zodiaco de fuego que habían existido y existirán. Josh podría acudir a la casa cuando quisiera, pues también era su hogar, pero sería muy difícil que ambos coincidieran.

Lauren empezó a arrepentirse de haberse quedado tanto tiempo con la familia Turner, pero tanto Alex como Brooke le habían enseñado cosas que tenía que saber. Estaba más preparada que nunca, y había aprendido a aceptarse a sí misma y su carácter. Sí, podía ser mandona, rebelde, demasiado dura y quizá fría, impaciente y competitiva. Pero también era una buena líder, fiel a sus creencias, sincera y muy valiente. Eso según Brooke, que había estudiado en algo de Aries porque perternecía al elemento del fuego, al igual que Leo.

La chica agarró su colgante con suavidad y cerró sus dedos entorno a él. "Para que recuerdes quién eres" le había dicho Alex al entregárselo.

- No lo olvidaré - respondió en voz alta a sus pensamientos.

Sus palabras resonaron en Ignis, que estaba completamente vacía. En momentos como ese, Lauren deseaba más que nunca que Josh estuviera a su lado. Pero iba a serle bastante difícil encontrarlo. No contaba con ninguna pista, sólo lo que Theo tuviera que decirle. "Así se sentirá él buscándome a mí" pensó.

Miró el reloj, y se dio cuenta de que debía abandonar la casa de fuego y regresar al hospital. Pero no quería. Quería quedarse allí, hasta que Josh volviera. Porque, ¿y si lo hacía en cuanto ella se marchara? Ella movió la cabeza, intentando disipar aquellos pensamientos. Tenía que hacer algo, no podía quedarse ahí, sentada en su cama, esperando. Porque quizá Theo tuviera algo importante que contarle, algo que arrojara un poco de luz sobre su mente y le permitiera averiguar dónde se encontraba.

And I wonder if I ever cross your mind,

for me it happens all the time.

It's a quarter after one,

I'm all alone and I need you now.*

Y, tras ese último recuerdo, dedicado al chico, Lauren se fue, para buscar respuestas en otro sitio. Deseó tener su móvil, pues así su madre podría avisarla en cuanto las enfermeras se marcharan, pero no recordaba dónde lo dejó.

• • •

*Y me pregunto si alguna vez cruzo tu mente,

a mí me pasa todo el tiempo.

Es la una y cuarto,

estoy sola y te necesito ahora.