(17) Despedida

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Lauren inspiró hondo. No estaba muy segura. Pronto anochecería, y no sabía si debía irse ya o quedarse a pasar otra noche más. Tampoco quería ser una molestia para la familia Turner.

- Puedes quedarte el tiempo que necesites - le aseguró Jane.

- No la agobies, mamá - la reprendió Alex - Puedes hacer lo que quieras, Lauren. Tanto si quieres quedarte, como si quieres irte o volver alguna vez. Considera esta tu casa.

La chica abrazó a su amigo.

- No sé qué habría hecho sin ti - sonrió.

- Todavía no entiendo cómo llegaste hasta aquí si no habías visto nunca antes este sitio - opinó Brooke pensativa.

- ¡Qué más da! - dijo Alex quitándole importancia - Ahora ya sólo te quedan diez personas más por encontrar, ¡si es que ya casi lo has logrado!

Lauren encarcó una ceja y Brooke rió ante su expresión.

- Todavía me quedan Tauro, Géminis, Cáncer, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis - enumeró la chica.

- Lo que yo decía, ya casi - rió él.

- ¿No puedes venir a ayudarme? - preguntó ella, aunque ya conocía la respuesta.

- Ya sabes que no - contestó Alex, esta vez serio - Debes ir en orden, seguir tu instinto, y así se te irán presentando todos perfectamente y salvaremos el mundo del apocalipsis.

- Entonces, ¿por qué te he encontrado a ti antes que a Tauro? - contraatacó.

- No lo sé, la verdad - admitió el chico - Quizá es porque tenías que conocerme antes de que me fuera a vivir contigo a Ignis y se volviera incómodo, porque alguien que no fuera Josh tenía que enseñarte todo lo que no sabías sobre el zodiaco, o tal vez simplemente haya sido casualidad - relató encogiéndose de hombros.

- Te lo has inventado todo completamente - acusó Lauren, sonriente.

- Sí - rió Alex - Pero, ¿quién sabe? A lo mejor alguna de mis razones es real.

- Nadie conoce los por qués del destino - intervino Jane - Por eso hay que aprender a no cuestionarlo, agradecer las cosas buenas y resolver las cosas malas que nos ponga por delante.

Lauren asintió con convicción. Esos días había aprendido que la madre de Alex era una mujer bastante sabia, algo que no tenía nada que ver con que su hijo fuera Leo, uno de los Doce Elegidos.

- Entonces, ¿te vas? - preguntó el chico, volviendo al tema inicial.

- Eso creo - asintió Lauren.

Ambos habían  hablado en un tono bajo, pero decidido. Ni los padres de Alex ni Brooke querían entrometerse en ese momento. Parecía que había algo especial entre los dos, una fuerza invisible que los mantendría unidos.

- Te echaré de menos - soltó él.

Sintió como si se hubiera quitado un gran peso de encima. Sus ojos se cruzaron. Ambas miradas desprendían intensidad, casi se podía ver una llama encendida en los dos pares de ojos. Entonces, lentamente, se acercaron y se fundieron en un tierno abrazo. Los brazos de ella rodeaban su cuello, los de él su cintura.

- Yo también - murmuró Lauren en el oído del chico.

Se soltaron, pero ninguna lágrima era capaz de salir. Los dos sonreían, felices. Felices, porque se habían conocido. Felices, porque sabían que volverían a verse. Tal vez pronto, tal vez tarde, pero tenían claro que no era un adiós para siempre.

- Toma - dijo Alex, entregándole un colgante que acababa de sacar de su bolsillo.

Lauren lo observó atentamente. Era redondo, con el signo de Aries en el centro, y los demás miembros del zodiaco alrededor. Quizá tu lo hubieras rechazado por compromiso, quizás no. Pero ella tenía claro que si te hacen un regalo es para ti, no para que tengan que insistirte hasta que lo aceptes. Por lo que, en vez de andarse por las ramas, dijo:

- Gracias - con una enorme sonrisa.

Para Leo fue suficiente. Se lo colocó alrededor del cuello mientras ella se apartaba el pelo y se lo abrochó con cuidado de no engancharle ningún mechón.

- Para que recuerdes quién eres - añadió el chico.

- No creo que se me olvide - rió ella, quitándole tensión al momento.

Después de agradecérselo una vez más, toda la familia la abrazó como despedida. Jane le aseguró que podría volver cuando quisiera y Brooke le dijo que estaba deseando volverla a ver. Entonces, Lauren recitó las palabras que Alex le había enseñado el día que se conocieron y desapareció de allí, envuelta en una lengua de fuego.

Aries (Doce Elegidos I) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora